Ayer os hablé de esa magnífica experiencia que tuve ejerciendo de paje de Baltasar. Y de esa costumbre que tenemos en Peralta Monumental de que los niños suban a las carrozas de los Reyes a besarlos con la carroza en movimiento. Que algún día tendremos una desgracia.
Os conté también los tres tipos de conjuntos de niños que hay, los bebés, los niños que se valen por sí mismos, y los morlacos que me deslomaron a tirar de ellos
Hay otra costumbre en Peralta Monumental. Los niños entregan el chupete al Rey (o al gigante en fiestas). Esto es una especie de rito que significa el fin de la niñez-niñez y el paso a la niñez
Un padre del pueblo ayudó a subir a su chiquillo. Pertenecía al segundo conjunto, los que se valen por sí mismos pero aún son niños
Y el padre se dirigió a mí por lo bajinis
"El año pasado entregó el chupete al rey, pero ha seguido todo el año con el chupete. Dile algo, anda"
Joder. Aquellas palabras resonaron en mi cabeza "Dile algo, anda". El padre me dijo el nombre del niño. Y yo, todo serio como corresponde al paje del rey negro, me dirigí a la criatura con la mano izquierda y la prudencia que siempre han guiado todos mis actos
"¿Que te dije el año pasado.....?". Y dije su nombre. "Me prometiste que ibas a dejar el chupete y no lo has hecho. Te parecerá tan bonito"
El crío abrió unos ojos como platos.
"Yooo. ez que, ez que..... yoooo" El pobre crío no sabía ni qué decir ni qué hacer
"Dame el chupete"
El niño me entrega el chupete
"A la mierda el chupete". Es que no lo pensé ni un segundo. Como casi todo lo que hago en esta vida. Lancé el chupete a la multitud. Alguien se ganó un chupetazo esa noche mágica
"Y que no me entere yo de que sigues con el chupete. Este año, pase. Pero si no el año que viene, te vamos a dejar os....ias. ¿Está claro?"
El niño asintió con una cara de asombro como no he visto en mi vida. No sé que hizo, si siguió con el chupete o no. Pero nada como una buena terapia de choque para acabar con según que costumbres
Y de nuevo y por última vez, y ahora en serio. Eso de hacer que los críos se suban a las carrozas es una barbaridad. ¿No sería más lógico que cuando los Reyes están en la Iglesia, todos calentitos y con orden, pasaran los niños a besarlos?
Si se te ocurre proponer esto te llevarás como contestación
"Aquí en Peralta toda la puta vida se ha hecho así"
Pues hala. Démosle duro. Ojala nunca pase nada
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