viernes, 28 de febrero de 2014

Me voy a vivir a Córdoba

Pues sí amigüitos, me largo para allí. Más luz, una gastronomía rica, buen ambiente, monte, el már relativamente cerca…. qué más se puede pedir. Hombre, todo no son ventajas, las mujeres son muy guapas pero no tanto como aquí. Las amigüitas sois más bellas.

Pero lo que más me atrae es que en Córdoba no hay problemas. Bueno, sí, hay uno; que de quién es la Mezquita. O Catedral. O Mezquita-Catedral o Catedral-Mezquita

Qué suerte tiene que ser vivir en un lugar tan bonito y que el único problema es la titularidad de un edificio. Ríos de tinta y millones de bites derramados por los papeles o por la red. Plataformas pro y anti. Y la gente aborregada apuntándose a uno u otro bando, ya estamos como siempre, los dos bandos. O conmigo, o contra mí.

Que yo sepa la construcción de la mezquita se hizo durante el califato de Córdoba. Un edificio para el culto musulmán. Y punto, así fue en sus orígenes. Bueno, tiene una particularidad, que su muro “santo” no está orientado a la Meca, pero también se hizo a posta, pues anda que no era ni chulo el Califa de entonces.

Y con el devenir de la historia cuatro cabezones que quedaron en las montañas de Asturias se salen con la suya y le dan las del pulpo al moro Muza y le hacen cruzar el estrecho en patera inversa. Hala, o te conviertes o vuelta a África. Bueno, ni qué decir que la reconquista tuvo su parte de guerra santa y su parte de economica, y es que las cosas siguen igual con el paso de los siglos. Claro, he ganado la guerra, me quedo con lo tuyo y tu despachado del pipero. Y para demostrar que he ganado, cojo tu mezquita, le cambio la licencia de apertura y la reconvierto en un sitio para mi culto.

Y no contento con eso, llega Carlos I y manda tirar un trozo y en la mitad de la mezquita construye una catedral. Pa chulo chulo, mi pirulo. Ahora tenemos una mezquita dedicada al culto católico y con una catedral católica en mitad. Mira qué bien, que legado tan bonito he dejado, debió pensar Carlos I.

En resumidas cuentas eso es lo es. Una catedral metida dentro de lo que fue una mezquita y que ya no tiene culto musulmán. Y, esto ya desde mi punto de vista, un edificio que a base de pegotes y reconstrucciones ha quedado de un gusto bastante mediocre. Es en este punto cuando se pide mi quema en hoguera pública. Pues no. La catedral, por su lado, es bonita. Y la mezquita por el suyo también, es preciosa. Y el campanar de la entrada también. Pero todo junto es un bodrio  infumable que no hay por dónde cogerlo. Y ya sé que el edificio está catalogado como “lo más bello de la arquitectura musulmana” “un prodigio de…” y todo lo que queráis, pero el resultado actual es el que es. Un collage. Hala

Pero todo el rollo empezó con aquellas vigas que se vendieron a precio de oro en aquella subasta ¿Os acordáis?:


El dos de marzo de 2006 el Cabildo de Córdoba inscribió la Mezquita en el registro a su nombre. El valor fue 30 euros:


También es cierto que la mezquita se construyó sobre una antígua basílica visigótica. Igual vienen ahora los descendientes de los visigodos y la reclaman

Las razones que argumenta la Iglesia Católica vienen aquí


O sea, que ¿hasta antes del 2006 había un edificio en el que se celebraba culto católico desde hacía 770  años y no era propiedad de nadie? Entiendo que 770 años de uso dan derecho a la permanencia de dicha actividad, pero lo de la propiedad es más discutible, habiéndose como se ha hecho una gran parte de las obras de mantenimiento y restauración a costa del erario público. Pero cada cual tiene sus argumentos y sus razones. Supongo que si se llevan las cosas hasta el final serán los tribunales quienes den o quiten razones

Mi opinión es la que es. Que por tradición se siga manteniendo el culto católico en la catedral y que no haya ninguna otra confesión. Si los musulmanes quieren rezar a su Dios que se hagan una mezquita en otro sitio, que dinero tienen. Pero la titularidad del edificio yo entiendo que tiene que ser del estado. Y digo estado, ehhh, que no junta de Andalucía. Que la junta en cuatro días es capaz de venderla para sufragar gastos de mantenimiento de cursos de formación.

Y es a fecha de hoy cuando nos encontramos con la zapateril alianza de las civilizaciones celebrándose en el patio de la Mezquicatedral. Y los fanáticos del laicismo, del catolicismo y del islamismo unos con gasolina, otros con trapos y otros con la cerilla. Qué bonito. Dejáos de guerrar religiosas, que lo único que se está dilucidando aquí es un tema de pasta. Que hay mucho dinero en juego


Como si no hubiera otros problemas mayores en Andalucía y en el país. En el fondo, todos lo mismo. Una cuadrilla de fanáticos que a lo que quieren es que a que lo único válido sea lo suyo. Lo dicho, me voy a Córdoba que no hay más que un problema

Y para que veáis que no miento con lo del pastiche. Una vista aérea de la catedral. Lo que os digo, cada cosa por separado muy bonita. Pero todo junto es como una novia vestida de motera




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