lunes, 29 de julio de 2019

Capítulo ducentésimo octavo séptimo: "Fue un gran viaje"

Música de hoy, pues como empecé, con el Loco. Este es el último capítulo de esta serie y de nuevo suena "Cruzando el Paraíso", pero esta vez un dueto con el gran Hallyday





Pues sí amigüitos sí. Esta serie llega hoy a su fin. Por poco me dura mas que "Breaking bad" pero como dijo el filósofo, "Todo tiene un límite". Comencé a utilizar mis recuerdos de viaje como complemento para ir "rellenando" algún día de blog, en el 2015 cuando empecé con este tema. Pero pronto vi que escribir sobre un viaje es volver a viajar, volver a disfrutar del pasaje de avión y volver a revivir esos paisajes y esas situaciones que te hicieron esos momentos felices. Así que para mí uno de los "apartados" mas placenteros del blog es este, este en el que os cuento mis facundadas por esos mundos de manitú.

Empecé a contaros mis devenires por Madagascar hace dos años, a lo largo de treinta y dos capítulos. Este segundo viaje se ha prolongado un poco mas, han sido cuarenta y cuatro episodios; en total setenta y seis vivencias, setenta y seis recuerdos del mejor y mas divertido país en el que mis pobres huesos han estado. Esta parte del blog no es una guía de viajes, es un compendio de mis recuerdos y mis sensaciones a lo largo de dos viajes que supusieron mes y medio.

No se debido a que ha sido, pero Madagascar me ha cambiado un poco como persona. Ya os conté lo que yo entiendo como las "fases del viajero", fases por las que yo creo que he pasado. La primera, la de las sorpresas, la segunda la de las comparaciones, la tercera la del hastío y esta cuarta, la de la redención. Tras el primer viaje a Madagascar recuperé el placer de viajar, el deseo de volver a ir lejos y la necesidad de conocer nuevos paisajes, nuevos paisanajes y nuevos compañeros de viaje. Volví de ese primer viaje de Madagascar con el deseo de emprender nuevos viajes, cosa que hacía años que no me ocurría. Y tras ese segundo viaje, en el avión de vuelta, ya tenía decidido cual iba a ser mi próximo destino. Otro destino africano, como no podía ser de otra manera

En pocos meses, me encamino a Etiopía. A un viaje de los que a mí me gustan. Un viaje de andar, polvoriento, de disfrutar del ritmo africano, de vivir al son que marca el sol y de disfrutar de las noches estrelladas y del silencio. De sentir el frío nocturno y de sudar como una mala bestia durante el día.

Las montañas Simien, la depresión del Danakil, las iglesias excavadas en roca y el volcán Erta Ale es mi próxima meta. Y lo mejor de todo, ¿sabéis que es?; que el viaje del próximo año ya está también planteado. Con dos cojones, como cuando tenía veintipocos y las ganas de conocer el mundo era lo que guiaban mis pasos. 

He vuelto a recuperar esa ilusión. Y me siento bien. Para el próximo año, el río Yukon, el río de los buscadores de oro. El libro de Reverte; ese será uno de mis destinios en el 2020

Hace dos años una compañera de viaje dijo una frase de las que apunté en mi loca cabeza

"El dinero se recupera, el tiempo no"

Y es mas verdad que para qué. Sin dinero te puedes quedar y te puedes recuperar. Pero tus recuerdos de viajero, esos nadie te los puede quitar. Ni el recuerdo de las personas tan maravillosas que he conocido en estos  viajes a ese país de locos. Y esa frase que siempre se pronucia al final de un viaje, esa de "tenemos que volver a vernos", pues la he puesto en marcha. He vuelto a quedar y nos hemos vuelto a ver. Yoli, Claudia y Noe en diciembre. De nuevo con ellas y con Maribel y Jaime en marzo. Con Gema en mayo. Con Sheila y con Antonio, del año anterior, en semana santa....... así como escribir es volver a viajar, volver a encontrarte con tus compañeros de viaje también es volver a viajar

Jaime ha vuelto de K2. Gema de la ruta de la seda y ya está preparando otro viaje con Claudia. Yoli anda por Madagascar de nuevo y Marta por Isla Reunión. Sheila y Antonio estuvieron en Nepal, que yo les piqué la curiosidad. El canario ahí está, liado con sus oposiciones y este año dice que no viaja.

Y yo ya me he comprado una maleta nueva, que la vieja bolsa de viaje este año volvió a casa envuelta en cinta americana. La pobre a había dado de sí todo lo que podía dar. Y ahí la tengo, la nueva al lado de la vieja para que le cuente cosas y la ponga al día. Ya está preparada para embarcar rumbo a Etiopía

Estos dos últimos viajes los recuerdo con especial cariño. Fueron dos grandes viajes. Y de mi experiencia como viajero en solitario que se une a un grupo de desconocidos os voy a contar la máxima que yo aplico para mis viajes. Es simple. Solo intentar estar un poco mas pendiente de los demás que de uno mismo. Es una receta milagrosa para que un viaje salga bien

Os presento a mis compañeros de este viaje


Servidor, con Gema y Jaime


Mi mismidad, con Jaime y Maribel


Noe, Marta y Edu


Gema y Claudia


Yoli, guía y amiga

No descarto volver a Madagascar por tercera vez. Yoli me ha metido el veneno en el cuerpo con la región de Makay, una de las zonas mas solitarias del mundo. Este año ando liado, pero para el siguiente me quiero organizar e ir a ver ese andurrial

Recordad amigüitos.

"El dinero se recupera, el tiempo no"

Pero hay otra frase también muy importante

"Es importante a dónde viajas. Pero aún es mas importante con quién lo haces"

Madagascar ha sido un gran destino. Sobre todo por la compañía que tuve. Un placer y un honor haber compartido unas semanas de mi vida con todos vosotros amigos, espero que ya hayáis salido del tratamiento psiquiátrico tras aguantarme un mes y ya estéis perfectamente. 

Por siempre



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