miércoles, 16 de enero de 2019

Un puto sádico

Música de hoy, vamos con Dio en su primer album en solitario "Holy diver"





Mirad que cara de buen chico el chaval que encabeza estas líneas. Se llama Willi Herold y hasta el nombre es el de alguien que no ha roto un plato en su vida. Pues vamos a conocer la vida, obra y milagros de tan encantador personaje.

Esta delicia humana nació en el estado de Sajonia en 1.925. O sea que en el momento que se organizó la segunda escabechina mundial Willi tenía 14 añitos. Decir que ya desde pequeño era un pelín revoltosillo y que sus papás lo apuntaron al campamento de verano de las Juventudes Hitlerianas, per dado que se comportaba como un pillastre díscolo fue expulsado para disgusto de sus familiares. Con once años los capos de las Juventudes Hitlerianas no podían con Willi, o sea que imaginad su carácter. 

El caso es que como os digo en 1.939 se montó el pitote mundial y para 1.943 el Ejército Alemán estaba en franca retirada del frente del este. Dado que la máquina de picar carne ya llevaba cuatro años funcionando, los alemanes tuvieron que tirar de sus chavales mas jóvenes. Willi, con diecinueve años, fue llamado a filas

Cumplió su primer servicio en Italia y la verdad que hay que reconocer que el tipo era valiente. El solo reventó dos carros de combate americanos en las playas italianas. O sea que redaños el tipo tenía

En los primeros meses de 1.945 el Ejército Alemán ya estaba totalmente en descomposición. Tropas vagaban sin mandos por las llanuras europeas y los desertores abundaban por doquier. La Policía Militar se dedicaba a detener a todo soldado alemán que encontrara fuera de su unidad y seguido y sin juicio ni explicaciones a colgarlo del cuello de lo primero que pillaran. Nada como dar ejemplo para quitar los malos pensamientos de la cabeza

El bueno de Willi se vio fuera de su unidad y viendo como peligraba su amado cuello. Pero se encontró un automóvil abandonado en una cuneta y dentro de el un uniforme de capitán de  aviación alemán. Ni corto ni perezoso se lo puso. Resulta que por lo visto Willi tenía dotes para el teatro y en poco tiempo reunió en torno a él una treintena de soldados también desperdigados. Nada como estar bajo el paraguas de un capitán para no acabar penduleando de algún poste de la luz.

Willi y su grupo llegaron a un campo de prisioneros que estaba a cargo de un funcionario de justicia alemán y de un camisa parda, un asqueroso de esos matones. El funcionario intentaba mantener la legalidad y el camisa parda buscar una excusa para masacrar a todos los prisioneros. Willi comió el tarro a ambos y los convenció de que estaba en una misión encargada directamente por el mismísimo Hitler. Su misión era comprobar la seguridad de los campos

El caso es que se hizo con el mando efectivo del penal. Y ahora acaban las risas

De la noche a la mañana se le ocurrió que el campo estaba saturado y que "había que hacer hueco". Una mañana reunió un grupo de unos ochenta presos y les obligaron a cavar una zanja de unos diez por dos por uno y medio de profundo. 

Los metieron en la zanja

Y Willi ordenó disparar contra ellos con....... un cañón de artillería antiaérea de 20 mm. Para que os hagáis una idea de lo que es un proyectil de estos pongo fotos


Ahora imaginad que puede hacer un proyectil de estos contra un cuerpo humano. Literalmente fueron despedazados.

Por la tarde siguieron las ejecuciones. Esta vez, dado que el cañón se les había estropeado, con granadas de mano, fusil de asalto y pistola. En total ese día ciento noventa alemanes fueron asesinados 

Ocurrió que los británicos bombardearon el campo, provocando una masacre tanto de presos como de carceleros. Pero los presos supervivientes pudieron escapar. Con el campo hecho escombros Willi y su tropa lo abandonaron, dedicándose a recorrer la región montando unos pseudo tribunales y cargándose todo lo que les ponía por delante

Una auténtica tropa de facinerosos

Al final fueron detenidos por la propia policía alemana. Fue juzgado. Y cayó tan bien al tribunal que aun habiéndosele reconocido sus crímenes fue puesto en libertad y se le dejó que siguiera haciendo de las suyas por la región

Acabó la guerra y Willi se ocultó, trabajando como deshonillador. Pero alguien lo reconoció y lo denunció a las autoridades británicas. Fue detenido, juzgado y se le encontró culpable. Por cierto que los ingleses lo obligaron a él y a sus compinches a excavar la fosa del campo de concentración, donde aparecieron ciento noventa cadáveres despedazados.

El catorce de noviembre de 1.946 Willi y cinco mas de sus hombres fueron ejecutados mediante la guillotina.

Ahora pensad amigüitos míos. ¿Que carajo puede mover a un joven de diecinueve años a semejante sadismo? Por que el sistema de campos alemán estaba muy bien diseñado en cuanto a "responsabilidades". Unos detenían a los judíos, por ejemplo. Otros los transportaban. Otros eran los guardianes del campo. Otros los encargados de meter el gas de la muerte. Otros los que llevaban los crematorios

Esto estaba pensado así para de alguna forma "aliviar la conciencia" de los que en semejante crimen participaban. Nadie se sentía "del todo responsable" y eso como os digo puede ser un bálsamo para el criminal

Pero el caso de Willi es diferente. El detenía, juzgaba y masacraba. 

Un puto sádico, como os digo. 

A veces me gustaría creer en el infierno para saber que tiparracos de esta índole están allá abrasándose por lo que queda de universo. Que es lo que se merecen

Hay una estupenda película estrenada en 2.017 que narra esta historia. "Der hauptmann". Os dejo el enlace para verla online en una plataforma pirata






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