martes, 27 de marzo de 2018

Yes, I can!!!!

Música de hoy, Magnetic Fields "I don´t believe in sun"





Hace algún tiempo que sigo a Antonio Escohotado. Lo descubrí por medio de una web en la que un tipo a quien leo mostraba su admiración. Pues hecho y dicho, busqué acerca de el y me encontré con un sabio, que no con un intelectual. Por cierto, que Antonio a los intelectuales los detesta. Hoy en día denominarse intelectual está bastante próximo de la pedantería. Pues estas semanas ahí estoy dándole a la lectura del señor Escohotado

El tiene un lema. Para triunfar, o para que te vaya bien en esta vida, hacen falta dos cosas: tenacidad y suerte. 

Hoy os voy a hablar de un hombre que tiene de la primera cualidad arrobas y arrobas de la misma y de la segunda nada de nada. Esta es la historia de Jeison Aristizábal, un hombre de treinta y seis años y con una historia digna de admirar.

Imaginad el panorama. Una mujer viuda, su marido fue balaseado en una reyerta callejera en Cali, Colombia. Viuda y con cuatro hijos. Viuda, con cuatro hijos y con otro en camino. Viuda, con cuatro hijos, con otro en camino y pobre como una rata.

Pues ese es el panorama que esperaba a Jeison, el quinto hijo. Y como si algo puede salir mal, pues sale. 

Nacer en una familia pobre en el tercer mundo es un deporte de riesgo en el que tienes muchos boletos para que te salga la negra. Y a Jeison le salió. La madre no tenía ni seguro médico ni dinero para ir a un hospital, así que  dio a luz en casa acompañada de una matrona. El caso es que el parto se complicó y al pequeño Jeison le faltó oxígeno. Y como no hay tres sin cuatro, también nació con una malformación de cadera. 

Así que en ese ambiente y con esa suerte fue creciendo Jaison. Con problemas para caminar y mover los brazos y con grandes dificultades para hablar. Pronto a Jaison le dieron un "diagnóstico superclaro". Dijeron a su madre que lo único que podía hacer era comprarle una silla, una caja y un cepillo para que en la puerta de su casa se dedicara a lo único que se supone que podía hacer. Limpiar zapatos

María, la madre, aparte de pobre era tenaz. A puro de dedicarse a vender puerta a puerta y por mercadillos consiguió suficiente dinero como para operar a Jeison de su cadera y que este mejorara. Las operaciones esas de huesos son un suplicio, fundamentalmente por el post operatorio. Es un tormento. Pero bueno, Jaison operación tras operación mejoró

Luego ya sabéis lo que somos las personas de pequeños. Unos hijoputas pequeños. Y la escuela para Jeison era una continua burla por parte del resto de la clase. Palabras como "mongolo" y "retrasado" eran las que Jeison oía a diario. Pero a Jeison eso le resbalaba, el quería estudiar. Su cuerpo no le seguía y su habla tampoco, pero tiene una mente brillante. A puro de tenacidad consiguió entrar en secundaria. Les ofrecieron la "escuela normal" y "la especial". Y ellos eligieron la primera. Jeison fue avanzando en sus estudios

A los diecisiete años algo ocurrió en su vida que lo marcó. Conoció a un vecino suyo, otro niño con problemas similares y en situación económica similar. El chaval llevaba toda su vida en la cama, dado que su familia no tenía perras para comprarle una silla de ruedas. Y encima no podía ni siquiera ver la tele, dado que estaba en otro cuarto y la economía no estaba como para otro receptor. 

Jeison quedó impactado y se puso en contacto con un amigo suyo que trabajaba en un periódico local. Le rogó que le dejara poner un anuncio en el periódico, dos tristes  y emotivas líneas, para pedir una silla de ruedas para su vecino.

El anuncio se publicó y esa misma tarde su vecino tuvo su silla de ruedas. Jaison volvió a ver a su vecino y vio que esa silla de ruedas había cambiado su vida. Estaba en el parque que no cabía en sí de felicidad por poder salir a la calle. Y podía ir al médico, y podía visitar a su familia, y podía........

Visto el éxito, otros vecinos se pusieron en contacto con Jaison para pedirle ayuda. Jaison de reportero y con la ayuda de su amigo en el periódico, publicaban dos renglones semanales con un problema. Y a los problemas llegaban soluciones.

Poco a poco y con ayuda desinteresada consiguió montar una sala de fisioterapia en el garaje de su casa. Empezó con una colchoneta y una pelota de esas grandes y con la ayuda altruista de un par de fisios

En un mes tenían cincuenta pacientes

Pero los problemas no son solo tema físico. Así que después en una de las habitaciones de su casa montó un gabinete de sicología con la ayuda desinteresada de..... dos sicólogos. Se trataba de dar ayuda sicológica a las familias de los niños enfermos. 

Aquello fue a mas, y a mas. Y con la ayuda de donaciones y del propio estado (ya se sabe, eso del oportunismo, pero no hay bien que por mal no venga) Jeison vio crecer su ilusión

Hoy en día hay cinco centros de ayuda montados en la ciudad de Cali y atienden a cerca de quinientos niños con discapacidad cerebral.

Y llevado por su tenacidad, hoy en día Jeison está acabando la carrera de derecho

Pues eso amigüitos, tenacidad y suerte. Ambas cosas son necesarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario