lunes, 13 de noviembre de 2017

Capítulo ducentésimo décimo segundo "Uno de los cuatro jinetes del apocalipsis, la peste"

Música de hoy, vamos con algo épico "Las siete trompetas del apocalipsis"





Llamadme prepotente si queréis pero desde mi humilde punto de vista un viaje tiene que durar como mínimo tres semanas. Menos no da tiempo a limpiar la cabeza de las cosas que llevas dentro y poder apreciar de verdad lo nuevo que estas haciendo. Ir por esta parte de África de hace apreciar otras cosas que para nosotros son totalmente habituales pero que lo normal en este planeta azul es que no los sean.

Vi de pequeño una película que me chocó por una imagen. La película era "Los cuatro jinetes del apocalipsis" y estaba basada en el libro del valenciano  Blasco Ibáñez. La imagen eran los cuatro jinetes en una cielo de tormenta. Los cuatro jinetes son la victoria, el hambre, la guerra y la muerte. A este último también se le denomina "pestilencia" o bien, peste. Una terrible enfermedad

Cuando llegamos al aeropuerto de Tana, la capital, la primera sorpresa fue ver a todo el personal administrativo y policías con máscaras tipo a las de quirófano. Tras pasar los debidos controles y encontrarnos con nuestra guía nos contó que había una epidemia de peste en el país. Luego fue noticia a nivel mundial y algún que otro wasap me llegó a lo largo del viaje preguntándome acerca de la situación de la enfermedad.

Lo triste de todo es que todos los años hay epidemia de esta enfermedad en Madagascar pero que este año era noticia por que había llegado a la capital y algún que otro "pudiente" había fallecido. Lo normal por lo visto es que la enfermedad azotara solo en zonas rurales y como "ellos" son pobres pues "ellos no son noticia". Sabed eso amigos, que la peste está presente en Madagascar, pero que este año nos hemos enterado por la razón que os he expuesto.

Hay mucha documentación por la red acerca de esta enfermedad así que no me las voy a dar de listo. Sí que os digo que la principal razón de esta plaga es lo que más personas ha matado, la miseria. La falta de condiciones higiénicas, la mala alimentación y el no poder acceder a medicinas hace que una enfermedad que en "nuestro mundo" la puedes pasar incluso sin ingreso hospitalario, aunque os parezca mentira, allá en "sus mundos" sea algo mortal. En Madagascar no hay sanidad pública, si quieres medicamentos los tienes que pagar. Y enfermar con algo como esto supone una muerte segura. La tuya y con un poco de mala suerte la de todos los que te rodean. Así de duras y así de ciertas son las cosas en África

Mirad atentamente la foto que encabeza estas líneas. Está hecha en la isla de Saint-Marie, un bonito e idílico lugar con unas playas que te cagas. Un sitio muy turístico, de los que vamos "nosotros". Ved que la canalización de saneamiento está a ras de suelo. Literalmente la mierda pasa a tu lado. Ahora ved esta otra foto


Esta es la fuente de donde toman agua para el aseo, la limpieza y cocinar. Pues ved que la canaleta de desagüe está justo por detrás, a un par de metros. Esas canales son de todo menos estancas y esto propicia que cualquier bacteria que esté en el saneamiento, en la mierda vamos, pueda contaminar el agua que se supone potable. Ya os conté como en el siglo XIX se superó el cólera el Londres gracias a la perspicacia de un médico de allá. La entrada es esta


Simplemente separando las aguas fecales de las fuentes, se evitaron centenares de muertes. Pues en Madagascar, casi dos siglos después, hay zonas que siguen igual.

Como os digo los medicamentos hay que comprarlos. Para eso necesitas dos cosas, pasta y...... que haya. En la capital se agotaron las existencias de medicamentos contra la peste y la OMS tuvo que enviar más a toda prisa.


Ya veis las condiciones de higiene que hay. Que se va a esperar del país más pobre del mundo que se  puede visitar sin que te maten por la calle

Luego estaban los posibles "focos" de infección. Un país en el que sus habitantes la única forma que tienen de desplazarse es en transporte colectivo y esto además implica hacer muchas horas de espera en estaciones atestadas de gente, pues os podéis imaginar que esto es un caldo de cultivo cojonudo para las bacterias.

Además están los mercados. Fijaos en este. Este chico accedió amablemente a que le hiciera una foto en su puesto de venta


Es una carnicería. La carne ahí está, sin refrigerar y sin tapar, expuesta a cualquier tos o estornudo. Eso que lleva nuestro joven en las manos es un palo con telas al final. El sentido es..... espantar las moscas. Ahí estaba el chaval dale que te dale al palito para evitar que tan molestos dípteros hicieran sus deposiciones en la carne expuesta. Y en un lateral ved las bicis ahí apoyadas. Muy higiénico todo. Ved otra foto de otro puesto de carne



La auténtica plaga que azota a estos países no es la malaria ni el cólera ni la peste. Es siempre la misma y es la que os he dicho al principio. Es la miseria

Para acabar, la higiene va relacionada con algo tan cotidiano como es el inodoro. Ved que inodoro tan cuco tuvimos en uno de nuestro hoteles. ¿A qué es mono?






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