jueves, 27 de octubre de 2016

Vamos con los abortos

Música de hoy "Still got the blues", de Gary Moore





No dejo de sonreír con la socarronería que van dando los treinta y tantos años cuando oigo cosas como lo de "proteger la naturaleza" y demás cosas del imagine de John Lennon. Por favor, con confundamos las cosas. Una cosa es no manchar y otra el proteger.

Que de lo que los seres humanos nos tenemos que proteger es precisamente de eso, de la naturaleza. Nada más frágil que un animal sin garras, sin colmillos, que corre poco, que nada mal y que no vuela, con mal oído y peor olfato y sin lana ni pelo. Dejad a un animal de esos solo en el medio natural a ver lo que dura. Dura lo de la nieve al sol, eso dura.

La realidad es que la naturaleza no necesita protección, de lo que te tienes que proteger es de la naturaleza, y si no lo haces vas dado. Es lo que los humanos hemos tenido que hacer desde que nos bajamos de los árboles. Desde que hace escasos sesenta mil años unos pocos de cientos de seres humanos de los que todos descendemos vagaban cagados de miedo por la llanuras del Kalahari

Hay que conocer la naturaleza para poder defendernos de ella. Si no, vamos dados

Las semana que viene los amigüitos daremos cuenta de una suculenta comida a base de derivados de la anatomía de un airoso cerdo y unas buenas leguminosas. El efecto a medio plazo de dicha ingesta puede provocar una noche normandiaca, por los cañonazos digo

Dice la cultura popular que el mezclar (cosa que no haré, pardiez) cualquier guiso a base de legumbres con comino provoca la disminución de esas gloriosas flatulencias. Yo no soy partidario de eso, si no de  dejar que el proceso digestivo siga el proceso que la evolución marca. 

Pero ojo con el comino. Evidentemente y como siempre os digo, el problema o la ventaja es exclusivamente cosa de la dosis. Cuatro granos de comino en las alubias no hacen daño a nadie

Hay algún estudio circulando por ahí, del cual me gustaría ver el rigor con el que está hecho, que habla de que es prudente evitar el comino en el embarazo, que puede provocar un aborto espontáneo. Parece que parte es "leyenda urbana y saber popular" y parte sí que tiene un cierto rigor médico. Por si acaso y dado que ni es necesario ni imprescindible en la cocina, es mejor evitarlo durante el embarazo. Y por supuesto nada de hacerse infusiones ni otras marranadas de ese tipo.

Por si acaso




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