miércoles, 13 de abril de 2016

Tragedia de Nazino

Música de hoy, un poco de música de Rusia. Aún se escucha el ruido del viento de la estepa





Si me preguntan que pueblo de la tierra es el que más ha sufrido, creo que lo tengo claro. El pueblo ruso, o soviético en su época. Posiblemente ha sido el más castigado y machacado de la historia. Primero con los zares, con la  dinastía Rurik durante ochocientos años y luego con los Romanov hasta que los echaron a punta de bayoneta. Fueron mil años de aguantar un régimen feudal de hierro, en los que la riqueza de cada boyardo se medía en almas. Sí, sí, en el número de almas que poseía. Fueron dinastías brutales, con alguna concesión de algún zar ilustrado pero que no llegó a un pequeño soplo de aire fresco

Y luego la bota comunista, iniciada por Lenin y mejorada por Stalin, el georgiano hecho de acero. Y entre medias la invasión nazi que dejó el país sumido en aún más miseria. 

Todo esto es un caldo de cultivo para que el ser humano saque lo peor que llevamos dentro exclusivamente por un motivo, por sobrevivir. Es muy fácil decir eso de "Yo no sería capaz de eso", pero decirlo desde nuestro seguro país. Otra cosa es que te veas metido en situaciones en las que tienes que elegir entre tu vida o la de los demás, o entre matar o morir. 

De eso va lo que os voy a contar hoy

Stalin pretendió dar un salto adelante con la URSS. Posiblemente no fue tan monstruo como la historia dice, sinceramente creo que no era un sádico como otros dirigentes lo fueron. Era Stalin, el hombre hecho de acero y que gobernaba un territorio con once husos horarios que en su mayor parte estaba deshabitado. Simplemente por que era inhabitable para los seres humanos.

Pero Stalin se propuso colonizarlo todo, sobre todo los sitios donde se empezaron a encontrar recursos naturales. Y ¿Qué mejor que llevar a cabo esta tarea con individuos que no se adaptaban al régimen?. Matar dos pájaros de un tiro; mano de obra gratis y disidencia fuera. Siberia iba a ser la mayor cárcel del mundo, y encima no necesitaba ni vallas ni guardas. Así que todos los indeseables fueron deportados. Indeseables eran los intelectuales, los científicos no adeptos, los homosexuales, los gitanos, las personas religiosas..... cualquiera era indeseable, bastaba una denuncia anónima para ser indeseable.

El viaje desde un punto de la URSS hasta Siberia era muy largo. Se iba en tren, en camión, en barcaza...... depende del destino. Apilado en vagones y apretujado, mal comido, mal bebido y pasando frío y todo tipo de privaciones. Uno de los puntos de deportación era un campamento en una isla de un río; Nazino. Ese fue el destino de más de seis mil personas que llegaron exhaustos a su destino. Unas cuantas decenas ya habían fallecido durante el viaje y encima, debido a la mala logística, cuando llegaron a su destino no había alimento. Allí estuvieron varias semanas sin comer, hasta que los guardias del campo decidieron darles..... harina. En el momento del reparto hubo un tumulto y los presos más débiles murieron aplastados. 

Ya tenían harina, pero no había forma de cocer el pan. Así que la gente se dedicó a hacer un engrudo con agua y harina y alimentarse de eso mientras duró. Se desató una epidemia de cólera y disentería, muriendo de nuevo muchos presos. Y ya no hubo más alimento.

Hasta que recurrieron a lo más primitivo. El canibalismo. Pronto los más fuertes empezaron a matar a los más débiles para devorarlos. Al principio se hizo disimuladamente, no sea que los guardias del campo pusieran freno a eso. Pero ante la indiferencia de los kapos, ya los asesinatos se cometían sin duelo. Y se dejaba los trozos de carne humana colgados de los árboles para que se secaran. Como no había fuego para asar la carne se devoraba cruda. Y lo que mas se valoraba era la carne más tierna, o sea, muslos, pechos de mujer y mejillas.

Se llegó hasta el extremo de ir cortando trozos de cuerpo a personas que aún estaban vivas. Las dejaban atadas a un árbol y les iban seccionando a cachos los miembros.

Al final esta situación llegó a oídos de Moscú. Se destacó un comité para investigar. Llegaron y lo que vieron en Nazino los dejó aterrados. No es muy edificante ver una isla transformada en un matadero y secadero de carne.

El campo fue clausurado y se prohibió hablar de este hecho en toda la Unión Soviética. 

El ser humano en sus dos facetas, cazador y presa. La desesperación nos hace llegar a extremos inimaginables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario