domingo, 13 de abril de 2014

Cosas que echo en falta


Hay veces que me muero de risa de cómo somos en Europa. Preocupados por que si el wasap va a ser de pago o que van a impedir las descargas de juegos para la play. Hay otros mundos, pero están en este

Os dejo con un episodio de los viejos, de cuando aún había cosas que me sorprendían. Es lo qué más hecho en falta en los viajes ahora, que he perdido la capacidad de sorpresa. Ya no es lo mismo

Tanzania, garganta de Olduvai. Al ladico de la zona de conservación de ngorongoro. Si quereis hacer un safari, os recomiendo Tanzania. Kenia está mas trotado (y es bonito un rato ehhh..). Namibia y botswana son una maravilla, pero son incomodas para viajar. Sudafrica, Uganda, Camerun y Congo Brazaville quedan para otro par de destinos pendienten para mis pobres huesos.

En Olduvai, y con muy pocos medios, la pareja de paleontologos Leakey encontró restos fósiles de hominidos con una antiguedad variable entre dos millones de años y millon y medio. Realmente, no son nuestros antepasados, no "descendemos" de ellos. Formamos parte del mismo tronco evolutivo, pero ellos son experimentos fallidos y extiguidos. Realmente "descendemos" de un bichejo amamiferado parecido a las musarañas. 

Bueno, a lo que estamos. Volviamos del safari por ngorongoro y paramos en la garganta de olduvai. Han construido un pequeño centro de interpretación sobre lo que allí se encontró. Por cierto, bastante mas modesto que los que nos podemos encontrar en España acerca de cosas tan interesantes como el encaje de bolillos, la oliva arbequina, la trufa negra, el salmorejo cordobes, el pulpo cocido en olla de cobre, el zarajo conquense, el txacoli, el toro la vega, el agua (si, hasta sobre el agua han hecho), la sidra o la patata alavesa, que no tiene nada que ver con la patata de burgos.

En ese centro se explicaba los padecimientos de esta gran pareja de cientificos y los descubrimientos por ellos hechos; así como la demostración de que la evolución hacia los humanos actuales se produjo en Africa.

Salimos del centro y nos pusimos a comer. Ese día tocaba en ruta. El guía habia preparado un buen y abundante picnic. 

Sacamos las cajas, las abrimos y aparece un viejo pastor de detras del centro de interpretación, con un gran rebaño de tres cabras. Se me queda mirando sin decir nada. Bueno, esa mirada es internacional. Le ofrezco la caja. La coge y hace un pequeño gesto de asentimiento con la cabeza. Y aparece un crio de detras de la tapia. El viejo le pasa la caja. Vuelve a mirar a mis compañeros. Y estos le pasan las cajas. Aparecen mas crios de detras de la tapia. El viejo reparte las cajas. Vamos a la furgoneta y cogemos la comida que llevamamos paporsiaca. Aparecen dos crios mas. El viejo reparte la comida. 

El no tomo absolutamente nada. Nos quedaban los refrescos y alguna cerveza en la fragoneta. Se los damos. Los crios cogen los refrescos y el viejo una cerveza, y nos devuelve las demas cervezas. Fui a abrir el refresco de uno de los chavales, y el me dijo que no, que era para su hermana que estaba en casa.

Se que hablo mucho de este viaje. Yo tenia veinticinco años, y fue la primera vez que experimente el choque que hay entre el primer y tercer mundo.

Asi le pagamos a Africa el haber sido el nido de la humanidad, con cajas de comida y con limosnas

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