viernes, 7 de febrero de 2014

¿Importa el tamaño?

Buff, mira que da para debatir el titulito ¿ehhh? Pues hoy toca hablar de cosas grandes. Bueno, mas que de cosas, de seres grandes. Así que relajáos ¿O de qué estábais pensando que íbamos a hablar hoy? Si es que no tenéis remedio. Qué mentes tan retorcidas tienen los amigüitos

Siempre hay referencias a “lo más grande del mundo”. Pero, ¿Cuál es el ser vivo más grande que ha habido en la tierra?

Inmediatamente nos vamos a nuestros recuerdos infantiles y pensamos en los dinosaurios, los lagartos terribles, porque la palabreja quiere decir esto. Y nos vienen a la cabeza esos bicharracos de aspecto tontuno, con mucho cuerpo y poca cabeza.

Pues no. Parece evidente que los mayores seres que hayan poblado la tierra tienen que ser marítimos ¿no? Simplemente por el hecho de que es el agua la que sopora tu propio peso y no hay ni que sobredimensionar las patas para ello ni hay que tener un consumo energético tremendo para mover tu cuerpo.

Tenemos el honor de que hoy en día todavía tenemos en la tierra lo que hasta ahora se cree que es el mayor animal que ha habido: la ballena azul. Si señor, más grande que cualquier dinosaurio. Hasta  doscientas toneladas puede llegar a pesar este cetáceo marino

Pero, esperad un momento amigüitos. Hablamos de “ser vivo”. Y evidentemente los vegetales también son seres vivos. Y algunos incluso con más conocimiento que algunos humanos. De hecho yo he conocido borrajas con más espíritu crítico que algunas personas. Así pues, ampliemos el campo de búsqueda al reino vegetal.

Y allí encontramos “el mayor ser vivo que ha habido”. Ni más ni menos que las sequoyas, una especie de pino mostruoso que vive en EEUU. Y el mayor de estos monstruos es el General Sherman, toma ya, un arbolito de 82 metros de alto y 11 metros de diámetro. No es el más alto, hay otra sequoya mayor que llega a los 112 metros, pero tiene menos volumen.

Así pues, ya tenemos lo más grande que ha existido ¿o no?

Pues no

Hace unos años unos árboles de un bosque en el estado de Oregon estaban muriendo. Se estaban secando. Talaron uno y encontraron unos filamentos, más correctamente se llaman hifas, que son las prolongaciones de un hongo. Ya sabéis por la exposición que hacemos de setas que el hongo es lo que está enterrado (el micelio) y la seta lo que asoma y se come. O sea, como el árbol y la fruta. Árbol=hongo y fruta=seta

Pues eso, que el hongo era un parásito de los árboles. Hasta ahí bien. Pero talaron otro árbol a cientos de metros y encontraron lo mismo. Y tras practicar un análisis de ADN vieron que era el mismo hongo. Alucinados repitieron la experiencia en más sitios y al final llegaron a la conclusión de que este “ser vivo” tiene una extensión de 600 hectáreas,  seis kilómetros cuadrados. Y es un único organismo, la armillaria ostoyae, cuya seta es comestible aunque un poco indigesta. Resulta que las tierras oregonesas son de un sustrato tan pobre que no da para que nuevos hongos colonicen y este megaejemplar es el que ha sobrevivido y continuamente creciendo.

En Europa está su primica carnal, la Armillaria mellea, muy común por nuestra zona. También hace lo mismo, parasita árboles y los puede llegar a secar.

Así pues que el mayor ser vivo conocido es actual, vive en EEUU y mide 600 hectáreas. Os pongo una foto de nuestro pueblo y os dibujo lo que son 600 hetáreas. Por lo de la sosedad esa que la imagen vale más que mil palabras.

Ahora lo chulo sería una peli de extraterrestres en las que el hongo en cuestión se  transforma en un mostruo y devorase todo. Buen argumento para una de catástrofes y el título, el de una serie B de los años sesenta. “La invasión del hongo goloso” o algo así

Un enlace al honguico en cuestión




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