jueves, 21 de marzo de 2013

Capitulo tetragésimo tercero "al monte, parte uno"



Capitulo tetragésimo tercero "al monte, parte uno"
Vacaciones alternativas, de travesía por los pirineos. Una forma de reencontrarte a uno mismo en su mismidad, recorrer el sendero gr-11 que va desde el cabo de creus hasta fuenterrebía. Unos cuarenta días de pateada. Para este viaje, planeamos veinte y hacer la mitad del recorrido.
Como es verano, puedes ir ligero de equipaje y con poco peso. Esto supone, como a mi me gusta, relajarte un poco en las cuestiones higiéncas. Con tres camisetas (la puesta, la que se está secando y la de pa por si aca), dos pares de calcetines, una pantaloneta y un pantalón y tres canzoncillos, suficiente. Los canzoncillos hay que lavarlos en el momento en que al bajarlos suena como el velcro al despegarse (un risssss), es entonces y no antes cuando hace falta cambiarse.
Luego una pastilla de jabón, una esponja y un trozo de teja árabe para quitar lo mas incrustado
Y un poco de comida y el agua e isotónicos. Con 12-15 kilos de impedimenta, suficiente. Recordad amigüitos, "mas vale puerco que cargado".
Iniciamos el viaje otro compañero del pueblo y yo. A mi ya me conoceis, mi colega es un tio bastante alto, cuadrao como un armario y una montaña de músculos.
Los primeros días le ganaba yo, el habia entrenado priorizando la potencia y yo la resistencia; pero en cuanto se puso un poco a tono, la verdad es que me solía sacar ventaja. Las marchas eran de unas 10-12 horas diarias. Suficiente.
Un día, subiendo a un refugio en el que ibamos a pasar la noche, refugio libre, alcanzé a dos familias. Dos matrimonios jóvenes con cuatro niños pequeños. Iban como van los padres cuando van con peques, cargados hasta arriba

"holaaaaa, que tal"
"Ya ves, a recordar viejos tiempos. Antes de que naciesen estos, soliamos subir un dia al año al refugio y haciamos noche. Ahora que ya pueden, hemos decidido repetir"
"Muy bien. Que disfruten los críos. Vais muy cargados, ya os ayudo"
"jo, que amable"

Me cargué unos sacos de dormir, alguna mochila pequeña y algún otro trasto y tiré para arriba. Ellos iban mas lentos. Alcancé el refugio. Mi compañero ya se había quitado las botas y refrescado

"Ande vas con eso?"
"La familia que hemos adelantado, que iban muy cargados. Les he ayudado"

Vi la cara que puso y leí sus pensamientos, "Y yo no he hecho nada. No les he ayudado. Soy un despistado. No, soy un dejao. No, soy una mala persona....". Acto seguido, la montaña de músculos se levanta, se calza y sale pitando hacia abajo.
Veinte minutos después aparece, con un mochilón, un perola debajo de un brazo, un par de sacos de dormir debajo del otro y un crio a cuestas. Llega al refugio ya con la conciencia calmada, deja todo, baja al crío (que se lo estaba pasando bomba) y nos sentamos a esperar. Unos minutos después, aparece el resto de la comitiva. Y uno de los hombres, se dirigió a mí en un aparte

"Oye, esa especie de conan va contigo?"
"Si"
"es que ha aparecido de la espesura, nos ha despojado de los trastos y tras cargarse un monton de kilos encima, me ha dicho "DEME AL NIÑO" y se lo ha puesto encima. Y luego has tirado para arriba como alma que lleva el diablo"
"No se preocupe. Es muy buena persona. No es peligroso ni ataca"

La verdad es que pasamos una noche muy agradable todos juntos en el refugio; nos reimos mucho comentando la anécdota.

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