Capítulo
trigésimo octavo “gente amable”
En Aleppo, tras mi incidente fotográfico con la sección del ejército y que acabó sin incidencias. Despistarse o perderse en los zocos de Estambul, Damasco o Aleppo es lo habitual para un turista, y mas de noche.
Son un autentico laberinto, encima la mayoría de las señalizaciones sólo están en árabe y estábamos como para intentar descifrar este idioma. Y aunque los planos son muy buenos, te encuentras con una sucesión de callejas callejicas y callejones revueltos con cruces que al final te vuelves loco.
Recurro a lo último que hacemos lo hombres (hombre= masculino), que es preguntar. En estos sitios es prudente llevar escrito en árabe el nombre de la calle donde estas alojado, la tarjeta que te dan en el hotel con el nombre del mismo escrito en un pomposo inglés sirve de poco cuando te tienes que dirigir a un señor que vende cacharros en el zoco.
Le muestro la tarjeta a un alegre comerciante, se encoge de hombros, me mira, se rasca la cabeza y resopla. Esto quiere decir, “a ver como le explico yo a este tío para ir a este sitio”. Me coge el antebrazo y señala con las palmas el suelo. Esto quiere decir “estate quieto aquí y no te muevas, que vuelvo ahora”.
Pocos minutos después vuelve con un policía, que hablaba un poco de inglés. Me dice en su poco inglés que sabe poco inglés. Y que me quede quieto que ahora vuelve.
Vuelve con un adolescente. Que sabía mas inglés. Y me dice que me acompaña encantado al hotel, pero con la condición de que tenemos que ir todo el camino hablando en inglés, para poder practicar.
Pues eso, un paseo de casi una hora hasta mi hotel con el amable guía que había contratado a cambio de un rato de conversación. Llegamos al hotel y aún estuvimos otra hora hablando en el bar, el tomando tes y yo cerveceando.
Cuando veo los sitios por los que he andado, como siria, poblado de gente buena, amable, comerciante, culta y con ganas de salir adelante y lo ves desangrándose en una guerra civil te planteas muchas cosas.
Una de ellas es que aquí puede ocurrir. Siempre que digo esto me tachan de loco: “aquí somos cultos y civilizados”, “aquí no va a pasar, no puede suceder”, “es que allí son moros que están medio locos, aquí estamos mucho mas adelantados”
Ya, ya. Ya veremos. Ocurrió hace pocos años. Y tal y como va la situación económica, quizás no veamos tanques y cazas de combate, pero si vamos a tener que vivir con revueltas y con violencia en las calles.
Un año doy
En Aleppo, tras mi incidente fotográfico con la sección del ejército y que acabó sin incidencias. Despistarse o perderse en los zocos de Estambul, Damasco o Aleppo es lo habitual para un turista, y mas de noche.
Son un autentico laberinto, encima la mayoría de las señalizaciones sólo están en árabe y estábamos como para intentar descifrar este idioma. Y aunque los planos son muy buenos, te encuentras con una sucesión de callejas callejicas y callejones revueltos con cruces que al final te vuelves loco.
Recurro a lo último que hacemos lo hombres (hombre= masculino), que es preguntar. En estos sitios es prudente llevar escrito en árabe el nombre de la calle donde estas alojado, la tarjeta que te dan en el hotel con el nombre del mismo escrito en un pomposo inglés sirve de poco cuando te tienes que dirigir a un señor que vende cacharros en el zoco.
Le muestro la tarjeta a un alegre comerciante, se encoge de hombros, me mira, se rasca la cabeza y resopla. Esto quiere decir, “a ver como le explico yo a este tío para ir a este sitio”. Me coge el antebrazo y señala con las palmas el suelo. Esto quiere decir “estate quieto aquí y no te muevas, que vuelvo ahora”.
Pocos minutos después vuelve con un policía, que hablaba un poco de inglés. Me dice en su poco inglés que sabe poco inglés. Y que me quede quieto que ahora vuelve.
Vuelve con un adolescente. Que sabía mas inglés. Y me dice que me acompaña encantado al hotel, pero con la condición de que tenemos que ir todo el camino hablando en inglés, para poder practicar.
Pues eso, un paseo de casi una hora hasta mi hotel con el amable guía que había contratado a cambio de un rato de conversación. Llegamos al hotel y aún estuvimos otra hora hablando en el bar, el tomando tes y yo cerveceando.
Cuando veo los sitios por los que he andado, como siria, poblado de gente buena, amable, comerciante, culta y con ganas de salir adelante y lo ves desangrándose en una guerra civil te planteas muchas cosas.
Una de ellas es que aquí puede ocurrir. Siempre que digo esto me tachan de loco: “aquí somos cultos y civilizados”, “aquí no va a pasar, no puede suceder”, “es que allí son moros que están medio locos, aquí estamos mucho mas adelantados”
Ya, ya. Ya veremos. Ocurrió hace pocos años. Y tal y como va la situación económica, quizás no veamos tanques y cazas de combate, pero si vamos a tener que vivir con revueltas y con violencia en las calles.
Un año doy
Hola
amigüitos
El sábado pasado se sembró la bellota recolectada. La verdad es que el terreno no tiene nada que ver con las siembras anteriores, estaba con unas condiciones de humedad y sustrato vegetal óptimas.
Esperemos que las lluvias sigan y que tengamos una primavera ad hoc
En enero se hará la plantación con planta viva, y hemos elegido la parte de los últimos pinos talados.
Ya habéis podido comprobar el diferente desarrollo en los pinos que entubamos y en la zona que no se hizo y no se aclaró.
El tiempo da y quita razones, y nunca se debe perder el espíritu científico e inquisitivo
Gracias por vuestra colaboración
El sábado pasado se sembró la bellota recolectada. La verdad es que el terreno no tiene nada que ver con las siembras anteriores, estaba con unas condiciones de humedad y sustrato vegetal óptimas.
Esperemos que las lluvias sigan y que tengamos una primavera ad hoc
En enero se hará la plantación con planta viva, y hemos elegido la parte de los últimos pinos talados.
Ya habéis podido comprobar el diferente desarrollo en los pinos que entubamos y en la zona que no se hizo y no se aclaró.
El tiempo da y quita razones, y nunca se debe perder el espíritu científico e inquisitivo
Gracias por vuestra colaboración
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