Capítulo ducentésimo séptimo primero: "De cuando fuimos galeotes"

Música de hoy, de la banda sonora de la versión en el cine del musical "Los Miserables"; "Look down"

Look down, look down

don´t look´em in the eye

look down, look down

you´re here until you die

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Foto de Gema

La verdad es que el viaje estuvo muy bien planificado. Después de veintidós días dando tumbos por todo malgachelandia esos días de navegación  tranquila se agradecen una barbaridad.

Fueron cuatro días de costeo por el canal de Mozambique, montando el campamento por las noches en la playa y viviendo al ritmo del sol. Bueno, servidor vivía una hora y pico antes, dado que para las cuatro y poco de la mañana ya estaba dando la puta murga por entre las tiendas esperando el desayuno. Hay que reconocer que la tripulación eran una cuadrilla de personas de lo mas profesionales. Lo mismo te pescaban unos pescados de la ostia de buenos que luego procedían a cocinarlos de la forma mas simple y sabrosa que os podáis imaginar. Y es que el barquito en el que fuimos era una monadica, como decímos en estas riberas del Arga

Eso sí, la mayor parte de la navegación la hicimos a motor. El cacharro de marras apenas metía ruido, era poco mas que un susurro que encima contribuía a mecerte.

Pero llevábamos una vela. Y evidentemete preguntamos a Yoli, nuestra guía, cuando carajos íbamos a izarla y a navegar como auténticos lobos de mar.

"A la vuelta. Cuando volvamos a Nosy Be entraremos a la bahía con la vela"

Y dicho y hecho. El último día entre todos izamos la vela triangular y el barco entonces tomó una estampa muy similar a de los Dhow de la costa de arabia. De lo mas marinero quedó nuestra cáscara de nuez. Y he dicho izamos, que todos tiramos de los cabos dado que la vela de marras pesaba que daba gusto.

Una vez izado el soporte uno de nuestros marineros pegó un tirón de otra cuerda y con "trap trap trap trap" los cabos que mantenían la vela recogida fueron saltando y la vela triangular, orgullosa ella, se hinchó al viento y empezamos a navegar solo con la ayuda de Eolo. Fue un momento bastante emocionante, casi como un viaje en el tiempo

Tan orgullosos retornamos a Nosy Be, nuestro punto de partida. A una vez que entramos en la bahía echamos el ancla en el centro de la misma, a unos ochocientos metros de la playa. 

Nuevo desafío a nadar, esta vez si apuesta por medio, y nuevamente que servidor ganó el reto. Si es que los de crosstrain somos la leche. Lo mismo servimos para tirar de los cabos de la vela que para recorrer medio África a nado o para pelar langostinos en cubierta.

La tripulación preparando los arreos. Foto de Gema

Y aquí todos echando una mano. Foto de Gema