Hoy os pongo una noticia a caballo entre Peralta Monumental y Funes. Los hechos se inician en mi vecina localidad de Funes y acaban en Peralta. Buena gente y simpática mis vecinos, pero también tienen su ramalazo de Funes Monumental. También tienen tela, que no solo nosotros somos los recios
Podéis apreciar que esta entrada la etiqueto como "mi pueblo", realmente los protagonistas son de Funes pero parte de la refriega se vivió en Peralta Monumental
Podéis apreciar que esta entrada la etiqueto como "mi pueblo", realmente los protagonistas son de Funes pero parte de la refriega se vivió en Peralta Monumental
En el relato no falta de nada; ostias, empujones (arrempujones en peraltés monumental), agarrones del cuellos, fusiles, navajas, cuchillos, revólveres....... si es que no se andaban con tonterías por aquel entonces
"LOS GRAVES SUCESOS DE FUNES
Hágase justicia
Tafalla, 1.º de mayo de 1.913
Sr. Director de El Eco de Navarra. Pamplona
Distinguido señor nuestro: En el número 10.895, correspondiente al día de ayer, 30 de abril, del periódico de su digna dirección y en la sección de Gacetillas se dice, ampliando la noticia del día anterior, que el 28 ocurrió en Funes un conato de desorden público con motivo de la ida a dicho pueblo de un escribano y un oficial del Juzgado de Tafalla, que llevaba la misión de hacer público un fallo del Juez del partido en asuntos de Interés para Funes sobre los Comunes, y que la presencia de los dos aludidos empleados fue acogida con señaladas muestras de hostilidad, que les obligaron a abandonar el pueblo a toda prisa
Conato, en el que el sentido que lo emplea el Código penal, es tentativa; y motín es el movimiento o levantamiento de un pueblo o parte de él contra alguna persona, y principalmente contra la autoridad o sus represantes.
Esto último es lo que ocurrió, e interesará a los firmantes hacerlo constar así, y para que se vea en la gacetilla de referencia no se ha reflejado ni con mucho la verdad de lo ocurrido, por ignorarla quizá la persona que dio la noticia, la relataremos sucintamente
El Juzgado del partido dictó sentencia en Interdicto de recobrar la posesión de las fincas promovido por cincuenta y seis labradores contra el Ayuntamiento de Funes, al que condenó a respetar la posesión, con más las costas y abono de daños y perjuicios. El Ayuntamiento demandado apeló de esa sentencia y el Juzgado acordó, como requisito esencial según previene el artículo 1859 de la ley de Enjuiciamiento criminal, poner en posesión a los labradores demandantes en las fincas, y para cumplir tal acuerdo y no para dar a conocer el fallo, se trasladó el 28 de Abril a Funes el secretario judicial señor Erréa, el alguacil don Timoteo Soria y el procurador de los demandantes don Juan Sevillano
Llegados a la entrada de Funes, con una pareja de la Guardia Civil de Peralta, los llamados comuneros en número de unos 200 pararon el coche y se opusieron a la diligencia, de la que se desistió desde el primer momento; pero los comuneros no contentos con ello, obligaron a los firmantes a ir a la plaza del pueblo, donde comenzaron con exigencias a las que materialmente no podía accederse, pues pretendían que se diera lectura a las actuaciones que obraban en el Juzgado. Siguiendo a las exigencias nos obligaron en medio de graves injurias y amenazas a salir del pueblo, con intención de traernos hasta Tafalla y durante el trayecto de Funes a Peralta, que nos hicieron recorrer a pie, por haber ordenado al cochero que se fuera sin nosotros, sufrimos un verdadero calvario, menudeando los insultos, injurias, amenazas o golpes, que no podía evitar la pareja de la Guardia Civil a la que se unió otra que llegó en auxilio (única fuerza disponible en Peralta) que se contentó, usando una gran prudencia y excesivo tacto, con contener a la masa enorme que nos conducía, para que llevaran a vías de hecho sus continuas amenazas, a los que ayudaron muy mucho el alcalde y juez de Funes y cuatro o cinco labradores que con peligro de sus vidas nos defendían. Así se llegó a Peralta, y la turba impidió nuestra entrada en el cuartel ni otro edificio, y como el motín empeoraba, cada uno de nosotros procuró salvarse huyendo, lo que no pudimos conseguir de ningún modo
Tales tentativas de evasión enardecieron a la masa, en tal forma que por fin se avalanzaron sobre el Procurador Sevillano, agarrándole del cuello y agrediéndole brutalmente a las de "a matarlos que no se escapen", pero en aquel momento dos vecinos y una mujer de Peralta, con verdadero peligro, lograron rodearlo, iniciándose entre estos, los guardias y los amotinados, una verdadera lucha a brazo partido, que dio lugar a que el Procurador escapara y se pusiera en salvo en casa del Secretario del Ayuntamiento de Peralta, señor Sayés, en la que inmediatamente se colocó un guardia arrojado (Mario Sola) que apuntando con su fusil logró con su actitud resuelta de morir matando, paralizar a los sediciosos, siendo seguidamente secundado por las autoridades locales y varios vecinos, lo que hizo que los amotinados se retiraran mas tarde a su pueblo de Funes, y aprovechando los momentos de confusión, salváronse también los señores Errea y Soria, en casa de don Eusebio Irigaray y que, con revólver en mano, contuvo a varios y particularmente a uno que con enorme cuchillo perseguía al señor Sevillano
La admirable prudencia del cabo Ulibarri y guardias a sus órdenes, evitó que se consumara el inicuo atentado, que hubiera sido un segundo Cullera, pues solo faltó que las víctimas hubieran perecido en manos de los alborotadores
Después vino la represión con la llegada de guardia civil y Juzgado de Instrucción, cuyas jurisdicciones instruyen diligencias, tanto por la sedición como por la agresión e insulto a la fuerza armada
Mucho agradeceríamos que lo haga constar así en su periódico, para que se sepa lo ocurrido y las autoridades todas tengan una versión exacta de los sucesos, jamás ocurridos en esta hasta ahora tranquila Navarra
Gracias mil, señor director, de sus s.s.q.s.m.e.
Timoteo Soria,
Francisco Javier Errea
Juan Sevillano
*
* *
No queremos insertar esta carta sin hacer constar al mismo tiempo nuestra más enérgica protesta contra actos de esta naturaleza que degradan el buen nombre de Navarra, y exigen castigo inmediato
Confiemos en los Tribunales de Justicia, que sabrán restablecer el imperio de la ley y el derecho de todos.
Vas siendo hora de que los navarros nos percatemos de la situación que atravesamos en la provincia y nos dispongamos a hablar con claridad meridiana, respondiendo con las obras a nuestras convicciones.
Basta ya de condescendencias"
Y así acaba esta impactante noticia de unos hechos acaecidos hace 104 años. Ya veis como las gastaban entonces, como para decir que ahora vivimos tiempos violentos. Violento lo de entonces.
Distinguido señor nuestro: En el número 10.895, correspondiente al día de ayer, 30 de abril, del periódico de su digna dirección y en la sección de Gacetillas se dice, ampliando la noticia del día anterior, que el 28 ocurrió en Funes un conato de desorden público con motivo de la ida a dicho pueblo de un escribano y un oficial del Juzgado de Tafalla, que llevaba la misión de hacer público un fallo del Juez del partido en asuntos de Interés para Funes sobre los Comunes, y que la presencia de los dos aludidos empleados fue acogida con señaladas muestras de hostilidad, que les obligaron a abandonar el pueblo a toda prisa
Conato, en el que el sentido que lo emplea el Código penal, es tentativa; y motín es el movimiento o levantamiento de un pueblo o parte de él contra alguna persona, y principalmente contra la autoridad o sus represantes.
Esto último es lo que ocurrió, e interesará a los firmantes hacerlo constar así, y para que se vea en la gacetilla de referencia no se ha reflejado ni con mucho la verdad de lo ocurrido, por ignorarla quizá la persona que dio la noticia, la relataremos sucintamente
El Juzgado del partido dictó sentencia en Interdicto de recobrar la posesión de las fincas promovido por cincuenta y seis labradores contra el Ayuntamiento de Funes, al que condenó a respetar la posesión, con más las costas y abono de daños y perjuicios. El Ayuntamiento demandado apeló de esa sentencia y el Juzgado acordó, como requisito esencial según previene el artículo 1859 de la ley de Enjuiciamiento criminal, poner en posesión a los labradores demandantes en las fincas, y para cumplir tal acuerdo y no para dar a conocer el fallo, se trasladó el 28 de Abril a Funes el secretario judicial señor Erréa, el alguacil don Timoteo Soria y el procurador de los demandantes don Juan Sevillano
Llegados a la entrada de Funes, con una pareja de la Guardia Civil de Peralta, los llamados comuneros en número de unos 200 pararon el coche y se opusieron a la diligencia, de la que se desistió desde el primer momento; pero los comuneros no contentos con ello, obligaron a los firmantes a ir a la plaza del pueblo, donde comenzaron con exigencias a las que materialmente no podía accederse, pues pretendían que se diera lectura a las actuaciones que obraban en el Juzgado. Siguiendo a las exigencias nos obligaron en medio de graves injurias y amenazas a salir del pueblo, con intención de traernos hasta Tafalla y durante el trayecto de Funes a Peralta, que nos hicieron recorrer a pie, por haber ordenado al cochero que se fuera sin nosotros, sufrimos un verdadero calvario, menudeando los insultos, injurias, amenazas o golpes, que no podía evitar la pareja de la Guardia Civil a la que se unió otra que llegó en auxilio (única fuerza disponible en Peralta) que se contentó, usando una gran prudencia y excesivo tacto, con contener a la masa enorme que nos conducía, para que llevaran a vías de hecho sus continuas amenazas, a los que ayudaron muy mucho el alcalde y juez de Funes y cuatro o cinco labradores que con peligro de sus vidas nos defendían. Así se llegó a Peralta, y la turba impidió nuestra entrada en el cuartel ni otro edificio, y como el motín empeoraba, cada uno de nosotros procuró salvarse huyendo, lo que no pudimos conseguir de ningún modo
Tales tentativas de evasión enardecieron a la masa, en tal forma que por fin se avalanzaron sobre el Procurador Sevillano, agarrándole del cuello y agrediéndole brutalmente a las de "a matarlos que no se escapen", pero en aquel momento dos vecinos y una mujer de Peralta, con verdadero peligro, lograron rodearlo, iniciándose entre estos, los guardias y los amotinados, una verdadera lucha a brazo partido, que dio lugar a que el Procurador escapara y se pusiera en salvo en casa del Secretario del Ayuntamiento de Peralta, señor Sayés, en la que inmediatamente se colocó un guardia arrojado (Mario Sola) que apuntando con su fusil logró con su actitud resuelta de morir matando, paralizar a los sediciosos, siendo seguidamente secundado por las autoridades locales y varios vecinos, lo que hizo que los amotinados se retiraran mas tarde a su pueblo de Funes, y aprovechando los momentos de confusión, salváronse también los señores Errea y Soria, en casa de don Eusebio Irigaray y que, con revólver en mano, contuvo a varios y particularmente a uno que con enorme cuchillo perseguía al señor Sevillano
La admirable prudencia del cabo Ulibarri y guardias a sus órdenes, evitó que se consumara el inicuo atentado, que hubiera sido un segundo Cullera, pues solo faltó que las víctimas hubieran perecido en manos de los alborotadores
Después vino la represión con la llegada de guardia civil y Juzgado de Instrucción, cuyas jurisdicciones instruyen diligencias, tanto por la sedición como por la agresión e insulto a la fuerza armada
Mucho agradeceríamos que lo haga constar así en su periódico, para que se sepa lo ocurrido y las autoridades todas tengan una versión exacta de los sucesos, jamás ocurridos en esta hasta ahora tranquila Navarra
Gracias mil, señor director, de sus s.s.q.s.m.e.
Timoteo Soria,
Francisco Javier Errea
Juan Sevillano
*
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No queremos insertar esta carta sin hacer constar al mismo tiempo nuestra más enérgica protesta contra actos de esta naturaleza que degradan el buen nombre de Navarra, y exigen castigo inmediato
Confiemos en los Tribunales de Justicia, que sabrán restablecer el imperio de la ley y el derecho de todos.
Vas siendo hora de que los navarros nos percatemos de la situación que atravesamos en la provincia y nos dispongamos a hablar con claridad meridiana, respondiendo con las obras a nuestras convicciones.
Basta ya de condescendencias"
Y así acaba esta impactante noticia de unos hechos acaecidos hace 104 años. Ya veis como las gastaban entonces, como para decir que ahora vivimos tiempos violentos. Violento lo de entonces.
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