Cosas que pasaron en Peralta Monumental hace muchos años (3)

Música de hoy, como son cosas de fiestas de hace dos siglos, vamos con música de carrusel

Lo de hoy cuesta verlo, así que os lo trascribo. La verdad es que es un placer leerlo, es de una literatura deliciosamente ampulosa, propia de la época en la que fue escrito. Lo hoy narrado es del veinte de septiembre de mil ochocientos noventa y cinco, de cuando aún España tenía colonias y reinaba (o lo intentaba, que era un chaval y estaba su madre al cargo) Alfonso XIII. 

Pues os lo trascribo, disfrutad de esta crónica de hace ¡¡¡¡dos siglos!!!!. Narra como se estaban viviendo las fiestas de verano en Peralta Monumental, cuando eran en la segunda quincena de septiembre. Yo, ya lo sabéis, soy mucho mucho de fiestas, que me gusta ir por ahí alegre en la charanga y dar abrazos a todo el mundo. Soy, como diría nuestro corresponsal de entonces, un tipo jacarandoso

Las fiestas de Peralta  (de nuestro corresponsal)

Tranquilas y pacíficas, caro director, deslízanse la fiestas de este sensato pueblo. Ni la mas ligera nube ha empañado hasta hoy el horizonte de alegría de envuelve nuestras cabezas, ni del menor incidente desagradable tan comunes en estas populares fiestas tengo necesidad de hacer mención. La paz ha sido con nosotros y todos sin distincion de clase, edades y sexos, hemos expansionado a nuestro placer cariñosa y fraternalmente unidos

Los fuegos artificiales y la tradicional hoguera resultaron de muy buen gusto y la banda municipal que amenizaba el espectáculo ejecutó diversas polkas, muxuruas y walses con sana armonía, terminando con algunas jotas entre ellas la de La Dolores, que produjo delirio en el pueblo quien frenético pidió y obtuvo varias repeticiones. Cuanto a funciones religiosas nunca fueron tan solemnes como este año. La salve, música de señor Echegoyen, y la solemne misa del maestro francés Dubois fueron cantadas y ejecutadas admirablemente por la orquesta de capilla que dirige con tanto acierto el señor Corroza. TAnto en aquella como durante esta cantó con el gusto y la delicadeza que la distingue el Orfeón Peraltés una sentidísima y melodiosa Plegaria compuesta por su joven director señor Echegoyen. Durante el Ofertorio oímos las dulcísimas notas que al oboe arrancaba el señor Navascués cuya ejecución fue admirable e inimitable armonía extasiaron a todos. El orador nada dejó que dejar y si sincero ha de ser, habré de decir que de cuantos ha oído hacer este panegírico ninguno me ha gustado tanto como él. Fue breve, conciso y enérgico y me gustan tanto los sermones cuando son breves que nunca otra cualidad buena no tuviera -y tuvo muchas- habría elogiad. Su lenguaje fue castizo sin excesos de flores literarias y bien probada; su epílogo corto y enérgico ¿Bien por el don Jacinto!

El hombre se compone de cuerpo y alma y ambos debe recrear. Recreada el alma en el santo templo de Dios con las lolemnes funciones religiosas a su madre dedicadas , trasladémonos a la plaza de toros a recrear nuestros corporales sentidos.

Las tardes han estado hermosísimas, con calor impropio de la segunda quincena de Septiembre; la animación ha sido grande; entradas soberbias, belleza a granel; la plaza convirtióse en inconcebible hormiguero humano lleno de franca alegría, dulce expansión, continuo movimiento. Está visto, Peralta abunda en hermosas mujeres. En la villa privilegiada de Navarra  y quien de ello dude y quiera ver cosa buena que se venga.... aquí en una tarde de corrida. La vista no cesará de ver por doquier la clásica mantilla blanca prendida sobre muchas cabezas más arrogantes que la Venus de Milo, más bellas de que la Ninfa de Marte; más discretas que la Porcia de Bassuio; más hermosas que la Laura de Petrarca, la Leonor de Tasso, La Julieta de Romeo, la Desdémona de Otelo. Todas ellas coronadas con geranios  blancos y encarnados, con verdes claveles y con opus y delicados pensamientos. La plaza de toros de Peralta en las pasadas tardes era el acabose y como exclamaba mi íntimo amigo Reding, de allí al Paraiso mediaba solo paso. Vengan aquí todos los Sepúlvedas del mundo a seguramente se volverían Guerreros ¡Quién fuera soltero para tener nuevo derecho de elección!

Lástima grande que las corridas no hayan correspondido a tan selecta concurrencia, pero ¡qué caramba! los muchachos estuvieron voluntariosos, hicieron cuanto pudieron, mataron como Dios les dio a entender y... en fin corramos un velo que es peor mentallo. Las banderillas, obra de las simpáticas pullas de localidad, distinguiéronse por su delicadeza y gusto en la combinación de colores. Las divisas, regalo de la señorita Medrano y de la Concha, ostentaban los colores encarnados y azul y rosa y azul pálido respectivamente. Gracias en nombre del Círculo a todas.

Y mi enhorabuena al Círculo de Obreros por las pautas de vida que ha dado y el papel tan importante que ha jugado en esta fiestas. Encargado de dar las corrida, ensanchándose los deseos de la Junta y nos han proporcionados gratis et amore conciertos nocturnos que tanto han agradado al público. El primero de oboe y guitarra dado por los reputados concertistas don Nacia Navascués y don Félix Balduz, navarros ambos y muy conocidos ambos no solo del publico español si que también del extranjero

Los sucesivos fueron dados por le Orfeón Peraltés, que posee un numerosos y acogido repertorio. Felicitamos a los orfeonistas que en tan corto espacio de tiempo han logrado dominar repertorio tan escogido y difícil; más singularmente se dirige nuestra felicitación al modesto y simpático compositor don Teodosio Echegoyen y los señores Aguirre, Irisarri y demás miembros de la Junta del Círculo, que nos han proporcionado con su celo y talento ratos tan agradables. Continúen por la senda emprendida, dé el círculo pruebas de vida, que seguramente no redundará en perjuicio suyo.

Respecto a bailes, ha habido muchísimos para la clase media pero la llamada aristocracia ha ayunado casi completamente. Unicamente el martes por la meñana merced a la amabilidad de la señorita Arricivita bailabamos unos walses y schottis, mas duró tan corto tiempo, que pena da el recordatorio. La concurrencia, sin emvargo, fue selecta. Hallábanse las señoritas Irigaray, Boneta, de la Concha (Pandrita), Ruiz, Victoriana (Geociana), Zueco, García de Medrano, Arrecivita y otras que no cito por no ser molesto, entre ellas la bellísima doña Rosario Daban, hija del excapitán general de puerto Rico don Antonio Dabán

Por la noche abrieron sus salones de invierno las simpáticas cuanto agraciadas señoritas Pérea que con la amabilidad que las caracteriza obsequiaron a la numerosa concurrencia . Que transcurra el otoño e invierno tan agradablemente como el pasado es lo que vivamente deseamos.

Y entretanto volveré a preparar la maleta para largarme a Logroño si Dios quiere y el Guerra puede torear

Que de no poder ¡adiós el tan cacareado cartel!

20 septiembre 1895

Ya veis amigüitos que la prosa no tiene desperdicio. Que épocas aquellas, con aquellos reporteros. La verdad que el final del siglo XIX y principios del XX tuvo que ser una época de aúpa en nuestro país