lunes, 15 de julio de 2019

Capítulo ducentésimo octavo quinto: "Puedes dejarme ciego, pero entonces todavía podré andar a tientas. Puedes consumirme, pero entonces todavía seré cenizas"

Música de hoy, de la banda sonora de "Moby Dick". Peliculón de John Huston con un sobresaliente Gregory Peck.





Ya os conté hace tiempo que el amor por los viajes me viene de los libros. Y uno de los primeros que adquirí fue Moby Dick, el que cuenta la obsesión del capitán Acab por acabar con su fantasma, con la ballena blanca. La frase que encabeza la tostonada diaria es de ese libro.

Si alguna vez en alguno de vuestros viajes tenéis ocasión de hacerlo, hacedlo. El avistamento de un cetáceo en el mar es algo impresionante y que nunca olvidas la primera vez que los ves. El poderío de semejante masa de músculos moviendose con esa elegancia y esa facilidad en su medio es impresionante

Así que "no entraba en el viaje", pero como opción sí y todos decidimos echar uno de los días libres que teníamos a final del viaje en esta actividad. Curioso es eso de que en un viaje tengas algo que en el programa se denomine "día libre". Curioso digo por que se supone que si hay algo libre son las vacaciones, pero dada la intensidad que todo viajero imprimimos a nuestros viajes lo del "día libre" es que es como unas vacaciones dentro de las vacaciones. Así somos en el primer mundo

Pues eso, que el penúltimo día lo dedicamos a coger por la mañana una lancha llena de motores y dedicarnos a la búsqueda y fotografía de estos magníficos animales. También nos dijeron que era posible ver el tiburón ballena, pero que dado lo esquivo que es este gran pez eso no nos lo aseguraban.

Tras un buen rato de quemar gasolina el capitán de nuestro barco recibió por radio unas coordenadas en las que los cetáceos estaban. Igualito igualito que cuando haces un safari por tierra, en el que todas las furgonetas van conectadas y cuando un chófer encuentra algún animal que merece la pena llama a los demás y alrededor del pobre bicho se forma un corro de la patata que da pena verlo

Pues allá, en mitad del gran Índico un puño de vazahas blancos asistimos al espectáculo de contemplar a una ballena reinando en el océano

Quizás os parezca una tontería esta entrada, después de todo lo que os he contado de la isla. Pero como os digo es que lo de las ballenas solo se entiende si las ves en directo. Es imposible imaginar la magnificiencia de estos animales

Lo dicho amigüitos. Si en cualquier viaje que hagáis os ofrecen ir a verlas, id. Es impresionate

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