viernes, 5 de abril de 2019

La carambola lo hizo rico

Música de hoy, Aerosmith y "Eat the rich". Parece mentira con lo feo que es Steven Tyler, lo majica que ha salido la hija. supongo que ha salido a la madre. 




Antes de empezar con la tostonada os digo que ni me ha dado un cólico caballar ni me ha dado lo mas normal, la vinagrada. Simplemente que ahora ando con mas trabajo y no me da la vida. Así que es posible que las entradas se espacien un poco en el tiempo. Eso sí, siempre que haya cosas que contaros de nuestros montes o de nuestro monumental pueblo, no faltaré a la cita

La entrada de hoy es una de estas que te dejan buen sabor de boca. La historia de una persona que le fue bien en la vida, que hizo el bien y que es recordado como uno de los que ha hecho que esto sea lo que es.

Hay por  ahí circulando un montón de citas que se atribuyen a muchas personas diferentes. Ciertamente yo creo que la mayoría son apócrifas y se mantienen pues por que suenan bien. Una de esas frases se la atribuye a Picasso y es que "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando"

A nuestro protagonista de hoy bien se le podría aplicar dicha frase, era un tipo de lo mas trabajador. Pero también hay otra frase, atribuida a una de las personas mas sabias en la actualidad

A mí

"Cuando llegue la casualidad, que te pille espabilao"

No es tan bonita como la de Pablo, pero no menos cierta

Nuestro prota de hoy es Williams Henry Perkin, mas tarde Sir. Este buen hombre nació en una familia humilde en el siglo XIX en Reino Unido. Hombre, tampoco es ningún mérito, dado que lo normal de aquella época era nacer en una familia así. Su padre era un honrado carpintero que su mayor obsesión era cuidar de sus siete hijos y darles la mejor educación posible. Loable actitud, pardiez.

Resulta que el bueno de Willy a la temprana edad descubrió de la mano de un amigo suyo un poco mayor la química. Quedó fascinado con los cristales que se formaban en los tubos de precipitado y se enamoró de esta rama de las ciencias naturales. Para pesar de su padre, que quería que su hijo fuera abogado

El caso es que Willy se empeñó y para los quince entró en el Real Colegio de Química londinense y para los diecisiete ya era ayudante de un famoso químico de la época, Hofmann. No, no es el creador de los álbunes de fotografía, es otro. Hofmann era un gran teórico, pero con las manualidades era un desastre. Y William era una rata de laboratorio, le encantaba hacer experimentos. Así que podéis imaginar que se complementaban de primera. 

En aquellos años la malaria era una enfermedad que estaba asentada por toda Europa. Y la medicina, como hoy en día, era la quinina. Se sacaba de la corteza de un árbol y Hofmann estaba empeñado en sintetizar dicho compuesto. Riquezas y honor se prometían a quien lograra tal avance.

Experimento tras experimento un día dieron con un compuesto que no era quinina pero que tenía un bonito color violeta. Bahhh, pensaron, otro fracaso

El caso es que William se fijó que el compuesto ese, un derivado de la anilina, manchaba todo lo que tocaba y la mancha no había un manitoú que la sacara. Y a William se le encendió la bombilla.

Como todo hijo de la necesidad, William era un tipo avispado para los negocios. Y se dijo 

"Y si esto...... sirve para teñir la ropa???"

Se lo dijo en inglés, por supuesto, pero se lo dijo. 

El caso es que convenció a su padre y a un hermano y montaron una fabrica pequeñita para hacer ese compuesto, ese derivado de la anilina. Primero os digo que patentó la idea, como no podía ser de otra manera. 

Y aquello fue la bomba. El color malva estaba destinado a la realeza y nobleza y gente muy rica. Se extraía de un molusco y era carísimo de obtener, amén de uno de los secretos mejor guardados desde tiempos de los fenicios

Y va y llega la familia Perkin y lo hacen asequible y barato. 

Se hicieron millonarios. Pero mucho mucho. Todo el mundo queria telas de color malva

Todo esto con veintiun años. Millonario de los que mas del mundo, él y toda su familia.

Siguió investigando y sacando colores a tuti plen. Y luego a los treinta y cuatro vendió la patente y se dedicó exclusivamente a la investigación, que era lo que le gustaba. Desarrolló a posteriori formas de sintetizar perfumes y creó un proceso, la Reducción Perkin, muy utilizada para modificar la estructura de compuestos orgánicos. Gracias a esta idea inició la industria actual de los perfumes.

Perkin siguió intentando sintetizar quinina, en un loable afán de ayudar al mundo. Pero esto solo se consiguió hasta 1.944, treinta y siete años después de su muerte

Como anécdota os cuento que lo primero que tiñió Perkin fueron unas corbatas, unas ciento y pico, de las que hoy en día aun queda algunas por ahí en manos de coleccionista. Estas corbatas valen una auténtica barbaridad.

Ya sabéis. Si llega la inspiración o la casualida, que os pille espabilaos



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