jueves, 28 de febrero de 2019

Una nueva época


Si hay algo cruel es obligar a elegir. Elegir supone siempre renunciar al resto de las opciones y el resto de los caminos. Nada mas dramático que obligar a un niño a elegir entre papá o mamá. O entre varios postres apetitosos.

Eso lo hará crecer lleno de complejos.

Algo pasa cuando te obligan a elegir el que ha sido el mayor avance de todos los tiempos. Eso es algo imposible de hacer, dado que "un avance" siempre ha sido fruto de "otro avance" y ha dado lugar a "otro avance"

Hoy en día si preguntas a alguien acerca del "mayor avance" posiblemente te diga que es "internet" o "www". Pero esto es algo muy reciente. Yo recuerdo perfectamente cuando no "existía" internet a nivel de usuario. De esto hace escasos treinta años, no mas. Y si miramos como vivíamos hace treinta y uno, pues realmente tampoco hay mucha diferencia a como lo hacemos ahora.

Ahora tenemos la información mas a mano que hace treinta años, pero el modus viviendi y la forma de pensar del personal no ha cambiado mucho desde los cercanos tiempos en los que internet no existía.

Os voy a contar cual es el "invento" que ha creado la sociedad moderna. Os presento a Henry Bessemer. Mirad que señor tan serio


Soy un gran admirador de la tecnología militar. Simplemente por que una gran cantidad de los descubrimientos hechos vienen de ahí, de la guerra. Es duro, pero es así.

Este señor, Bessemer, inventó un nuevo tipo de proyectil que rotaba sobre sí mismo y que le daba mayor alcance y mayor precisión. Napoleón III, un emperador que surgió después de la Revolución Francesa en la que los franceses quitaron al Rey para cargar con emperadores, disfrutó mucho con el invento. Nada mejor que algo que masacre a los enemigos para un emperador que se precie de serlo.

El proyectil de marras tenía un problema. Necesitaba tanta potencia y tanta pólvora que los cañones de la época no lo resistían y reventaban. Los cañones eran de hierro fundido y como os digo no aguantaban la presión de los gases.

Así que Napoleón III de dijo a Bessemer que bien, que muy bonita la bala, pero que sin cañones que aquello no servía para nada. Que los cañones tenían que ser de acero para que el proyectil funcionase

En aquellos años la metalurgia estaba muy avanzada. Se sabía extraer hierro partiendo de mineral y carbón de coque. De esta extracción se obtenía el "hierro fundido". Era duro, pero era quebradizo debido a la alta presencia de carbono. Si se mezclaba ese hierro fundido con mas hierro se conseguía que el carbono reaccionara con los óxidos de hiero desprendiendo CO y "purificándose". El producto de esto es el "hierro forjado". Es menos quebradizo pero a cambio es mas blando

A mitades del siglo XIX, que es cuando discurre esta historia, también se conocía el acero. Pero el proceso de fabricación del acero lo hacía un producto muy caro  que se utilizaba exclusivamente para espadas y cuchillería de alta gama.

Bessemer, que no tenía ni idea de metalurgia, se vio en al necesidad de poder obtener acero barato para poder vender su idea de proyectil. Así que partiendo de nada, que es como mejor se piensa muchas veces, se puso a darle vueltas a la cabeza.

Se le ocurrió inyectar un chorro de aire a presión en la caldera de hierro fundido, para obligar al carbono a reaccionar con el aire (bueno, con el oxígeno) para formar el CO. Y lo logró. Fabricó acero con un coste muy barato

Bessemer contó su idea a los metalúrgicos de la época. Encantados modificaron sus hornos para poder inyectar aire y...... fue un estrepitoso fracaso. Por poco se comen a Bessemer

El pobre hombre por poco da en loco. Él lo había logrado, y sin embargo no se había podido repetir el resultado. Algo fallaba en la ecuación. Y experimento tras experimento vio que el hierro del que el había partido no tenía fósforo y el del resto sí.

Así que se jugó el todo por el todo y montó una acería en Shefield. Encargó acero sueco, que no tiene fósforo, y montó su industria

Se hizo rico. Bessemer vendía acero a la mitad que sus competidores ganando muchísimo mas. Había empezado la "edad del acero". Con el paso del tiempo la industria ha conseguido también evitar el problema del fósforo

Ahora amigüitos imaginad un mundo sin acero. Sin vías de tren, sin vigas de construcción, sin tornillos o tuercas, sin chapa, sin barcos metálicos........ vamos, la prehistoria casi

Así que ahora ya conocéis al artífice de nuestro mundo acerizado. Todo empezó con Bessemer intentando vender un nuevo tipo de proyectil a un emperador.


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