lunes, 31 de diciembre de 2018

Capítulo ducentésimo quincuagésimo quinto: "¡La maldita nasional sinco!"

Música de hoy, "Adelante hombre del 600". Pues eso, que la nacional fue nuestra


Esto era la "N-5"



Ya os conté que quizá una de las palabras que mejor define Madagascar es simplemente "aislamiento". Es un país en el que es jodidamente complicado moverse. La práctica inexistencia de carreteras hace que la forma mas lógica de desplazarse tramos un poco largos sea la avioneta. Por que las carreteras son un puto andurrial

Eso sí. Los malgaches son de un optimista que para qué por lo menos en cuanto a la nomenclatura de sus "vías de comunicación". No les sale rubor alguno de llamar "nacional" a la pista de cabras por la cual pasamos.

Los viajes lo que tienen es que hay bastante tiempo de dicho viaje que lo utilizas para "ir de un lugar del viaje a otro". O sea, que durante ese tiempo lo único que haces es quemar kilómetros para eso, para ir difrutando de los diferentes lugares de tus vacaciones. Pero depende como te lo tomes, esos kilómetros también pueden ser divertidos y hasta enriquecedores.

Una de esas "fases" de nuestro viaje fue "la nacional cinco". Que tiene tela el nombre; no por el número si no por lo que va antes, por lo de "nacional". 

Dos días como dos soles nos pegamos dando botes y tragando polvo a traves de una pista forestal a los que los malgaches le dan el pomposo nombre de "nacional". Casi treinta horas de todoterreno en los que a un bache seguía otro mayor. Con unas ondulaciones del camino que aquello parecía un mar embravecido, pero en vez de agua de tierra. 

Nuestra guía nos contaba que una cosa que les sorprende a los africanos de los europeos es nuestra obsesión por el "cuanto cuesta" y "a qué distancia está". Es algo que un africano no se plantea. ¿Que cuanto cuesta ir de A a B?. Pues a un africano le da lo mismo. Ya llegaré, piensa el cerebro africano. El cerebro europeo no piensa así. Necesitamos saber "cuanto cuesta ir", dado que nosotros al tiempo le otorgamos mucho valor, cosa que los africanos no.

Si vais a Madagascar y queréis saber "cuanto cuesta" ir por esa "nacional cinco" es simple y sencillo. Si vais en un buen vehículo, un todoterreno como el que nosotros llevábamos por ejemplo, calculad una media de quince kilómetros a la hora. Esa tremenda velocidad es la que nosotros desarrollábamos, ni mas ni menos. Y sinceramente os digo amigüitos que me gustaría ver a un conductor de esos de rallies mejorar dicha media. La nacional cinco es un puto andurrial.

Eso sí. Si en vez de todoterreno utilizáis los "medios de ellos", o sea el trasporte colectivo, lo primero que tenéis que saber que en la nacional cinco no hay autobuses. El medio de transporte son camiones a los que se les ha quitado la caja y sobre el chasis se les ha adaptado unos asientos; es lo que denominana "Camion-brousse". Un autobus no puede circular por esa carretera sin partirse y como os digo lo que circula por allá son camiones.  Menos en la época de lluvia, en que ni siquiera los camiones pueden moverse. Entonces el medio de transporte es el remolque tirado por tractor. Y ahí la velocidad media puede ser en torno a los siete-ocho kilómetros por hora

Como buena "nacional" que es por allá circulan todas las mercancías. Es impresionante ver camiones con remolque circulando por allá. Recuerdan a orugas monstruosas serpenteando por ramas a una velocidad de cinco o seis por hora. No mas. Ahhhh, y no tengas una avería. Si eso ocurre el camión va a la cuneta. Y allá el chófer se las tiene que apañar como puede. Y como necesites alguna pieza pues toca esperar allá hasta que la pieza llega. Y eso puede ser tres días, una semana, dos....... en Madagascar todo va a otro ritmo

La verdad es que todos acabamos hasta las narices de la dichosa nacional cinco. Y os puedo asegurar que en mi grupo iban avezados viajeros, gente curtida por todo tipo de carreteras del mundo. Y todos aseguraban lo mismo

"Es que como esto, no hemos visto nada"

Íbamos dos todoterrenos. En uno viajaba yo con Jaime, Maribel y Yoli, la guía. Tanto Jaime como Maribel llevan ya muchos cuños en sus pasaportes. Y el segundo día, cuando ya llevábamos diez horas de botes y quedaba media hora para llegar a destino Jaime murmuraba

"Como esto dure mucho más me tiro por la ventanilla. Estoy hasta los huevos del coche"

Como os digo, aquello fue una tortura.

Hubo un momento en el viaje, el segundo día nada mas ponernos en camino por la mañana. Nuestra guía nos dijo que para comer había menú único. Unas ensaladas y pollo con arroz. Y plátano de postre

"Es que el sitio donde vamos a parar es muy precario. Y es lo mejor que hay en toda la ruta, pero el menú es ese, no hay otra cosa donde elegir. Eso sí, si queréis cerveza hay que encargarla ya, que tiene que ir a por ella"

Pues ese es el nivelazo de los paradores de la nacional cinco. 

Por cierto. Que hubo un momento en el que me tuve que bajar del todoterreno a retirar un pedrusco que acabada de caer en un lateral y que estorbaba. Menos mal que allá estaba yo con mis biceps entrenados en la dura escuela de crosstrain Peralta, que si no......



Fijáos en el andurrial



Las vacas en mitad de la "carretera"


Ved que panorama


Aquí se aprecia el nivel de la carretera


Un tractor, de los de "transporte colectivo"



Mas fotos donde se ve el estupendo estado
de la "nacional cinco"


El "copiloto", que se baja en las zonas donde hay
curvas y los camiones no se pueden cruzar para
avisar y que no haya dicho cruce


Este es Leonard, nuestro conductor. Un tipo impasible e incansable
que nos transportó impecablemente sin dar la mas mínima
muestra de cansancio. Y condujo jornadas de doce horas el tío


Y aquí parte del grupo, un rato que salimos a estirar
las piernas

La verdad es que si esta etapa del viaje dura unas horas mas servidor se corta las venas. Hasta los cojones acabé de dar botes y tragar polvo.

Lo mejor fue que al acabar el segundo día hubo ocasión de "parar a comprar". Pues nuestras compañeras de viaje fue el nombrar "comprar" y es que resucitaron. Curioso el efecto del verbo "comprar" en la parte femenina de nuestra expedición. Muy curioso. Y eso que una de mis compañeras venía mas jodida que para qué. Pero oye fue oir "comprar" y mano de santo.




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