Foto del blog "artistas y guerreros"
Hoy os voy a contar una historia, una historia reciente de las que pasan de puntillas en los libros y de las que nos tienen que avengonzar como especie. Una historia de ganadores y perdedores, pero en la que la derrota no lo es una vez si no que esa derrota vuelve y vuelve a atormentar a los que perdieron.
Es la historia de dos etnias africanas, la historia de los Herero y los Namaqua, Dos etnias que llevaban viviendo en sus tierras mas de setenta mil años. Dos etnias que junto con los San son descendientes directos de aquellas dos mil personas que sobrevivieron a la catástrofe de Toba y que en las quemadas llanuras del Kalahari y el desierto del Namib consiguieron mantener viva la especie humana. Descendientes directos de aquellos dos mil supervivientes que muertos de miedo huían y cazaban lo poco que quedaba vivo tras aquel desastre apocalíptico que supuso esa erupción del volcán de Sumatra
Así como os conté hace tiempo el exterminio del pueblo San, algo similar sucedió con los Herero y con los Nama. Pero con una pequeña diferencia. Los San era un pueblo nómada, eran cazadores y recolectores. No tenían mas que el cielo encima y el suelo debajo; no se sentían poseedores de nada y a alguien que nada tiene, nada se le puede quitar.
Pero los Herero y los Nama eran agricultores y eran ganaderos. Ser eso en el abrasado Kalahari no es fácil. Implica trabajar duro las pocas tierras fértiles que hay. El sudar encima de la tierra con tu trabajo te hace sentirte dueño de esa tierra. Así ha sido siempre en cualquier lugar del mundo
En 1.906 Alemania se adjudicó el Namib, la actual Namibia. Allá fueron los colonos alemanes a progresar, buscando un nuevo rumbo a una vida que en Europa cada vez era mas difícil y complicada. África era el continente de las posibilidades, con todo por hacer
Los primeros agricultores alemanes que aterrizaron en el Namib entraron en competencia directa con los pobladores oriundos, con los Hereo y los Nama. La lucha por la tierra es lo que tiene. Los colonos alemanes hacían valer los derechos que su gobierno les había otorgado; se sentían en posesión de la razón, dado que se les había prometido esas tierras. Los africanos defendían las tierras suyas "de toda la vida". Y como os podéis imaginar pronto los muertos fueron la solución de la ecuación
Para "solventar" el problema el Gobierno Alemán destacó en la región al coronel Von Trotha al mando de catorce mil hombres. La orden era "solucionar el problema a cualquier precio". El propio Von Trotha escribía al Kaiser Guillermo
"La nación herero tiene que abandonar el país, y si no lo hace, la obligaré por la fuerza. Todo herero que se encuentre dentro de territorio alemán, armado o desarmado, con o sin ganado, será fusilado. No se permitirá que permanezcan en el territorio mujeres o niños, y se les expulsará para que se unan a su pueblo o serán pasados por las armas. Estas son las últimas palabras que dirigiré a la nación Herero, como ilustre general del poderoso Emperador de Alemania"
El resultado os lo podéis imaginar. Los Herero y los Nama, como en cualquier otro lugar del mundo, no concebían abandonar las tierras en las que habían nacido. Enfrente, un ejército de catorce mil hombres bien armados
La carnicería fue total. Se estima de de los 95.000 hereros quedaros 10.000. Y que de 40.000 Namas, sobrevivieron 20.000.
Os podéis imaginar que la cosa no fue sencilla tampoco para el ejército alemán. Perseguir a un pastor que conoce el sitio y está acostumbrado a vivir en el desierto no es fácil. Así que recurrieron a algo mas sencillo, a envenenar los pozos de agua que surtían de vida a los nativos.
Murieron de sed o de tifus.
Además en aquellas épocas empezaba en Europa el auge de los nacionalismos. Y un buen nacionalismo va seguido de una buena dosis de racismo y de supremacismo. A tal efecto, y para demostrar que la raza aria era superior a las demas, científicos alemanes pidieron como material de estudio cráneos humanos de los herero. Y cientos de calaveras viajaron desde las llanuras namibias a Berlín, a la universidad, para poder proceder a mediciones de capacidad craneal.
Esos cráneos habían sido preparados y limpiados por los propios prisioneros hereros. Imaginad que tiene que ser despellejar un cráneo de alguien que ha sido tu amigo, tu padre o tu propio hijo y entregárselo a tu captor
Aquellos cráneos tras ser "investigados", acabaron como pisapapeles de muchas mesas universitarias. Tela
Por cierto, en aquellos momentos como gobernador civil de Namibia estaba Heinrich Ernst Göring, padre de Hermann Göring, el futuro segundo de a bordo del régimen nacional socialista alemán. Hay una teoría histórica, con la que yo no coincido, que atribuye que el holocausto judío fue por el genocidio herero. Francamente Hitler en su Mein Kampf no hace ninguna referencia a razas africanas, todo su odio lo vuelca en los judíos.
Tras la masacre y el armisticio de 1.918 Alemania perdió sus colonias, pero se echó tierra al asunto y pasó al olvido
En 2.004 el gobierno alemán pidió perdón a Namibia por el genocidio. Pero Namibia exigió compensaciones económicas para los descendientes de los herero y de los nama
El gobierno alemán consintió en tales reparaciones. Pero pusieron como condición que se diera al Gobierno Namibio y no personalmente a individuos. Esto era por que no veían que ese dinero se fuera a emplear en el desarrollo del país si se entregaba a las personas. Con esto venía a decir el gobierno alemán que los descendientes de aquellos masacrados no eran capaces de guíar su destino. Un siglo después, aún los consideraron incapaces.
Tiene cojones la cosa
Ahí sigue la demanda. En un tribunal internacional. Esperando sentencia. A ver como queda la cosa
Siempre os digo lo mismo al final de estas historias. Todos, todos descendemos de aquellas dos mil personas que sobrevivieron en el Kalahari. Y así se lo pagamos, con muertes, humillaciones y desprecios.
Y que fueron pocos mas de dos mil y que todos desdemos de ellos está científicamente demostrado por análisis de ADN mitocondrial.
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