martes, 5 de junio de 2018

¡Cuestión de agallas!

Música de hoy, el cadillac solitario





El pasado sábado unos amigüitos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi nos visitó en nuestro monumental pueblo. La amistad es como un planta, hay que cuidarla si no quieres que se seque antes de tiempo. Esta visita ya forma parte del calendario anual. La verdad es que es un placer compartir unas horas con unos sabios como estos. Siempre se aprende algo

Lo que ya forma parte del programa es el paseo. Antes de comer nos damos una vuelta por algún terruño de los de los alrededores. Y este año como me tocaba a mí ser el cicerone del grupo pues encaminé mis pasos hacia....... la zona quemada. Muy listos os veo amigüitos

Quería que vieran el diferente crecimiento que se ha dado en el terreno que se a dejado "al albur de la naturaleza" y la zona aclarada. La verdad es que alucinaron con la diferencia y también alucinaron con el trabajo que hay allá metido. Le pareció simplemente espectacular

Y como no, el premio a ser el mejor cicerone del día vino en forma de conocimiento. Ved las "bolitas rojas" que hay depositadas en las hojas de esa coscoja que encabeza estas líneas. Yo no tenía ni puta idea de que podían ser. Y fue uno de los de Aranzadi quien despejó mi ignorancia

"Se llaman agallas. Las producen una especie de mariposa. Pone los huevos en la planta y origina esas malformaciones. Dentro están los huevos de la mariposa"

Y dicho y hecho. Procedí a abrir algunas de ellas y allí estaban los huevecillos. 

Como os digo, no "son los huevos" de la mariposa, cosa evidente al ver su tamaño. Son malformaciones que una avispa o una mariposa produce al poner los huevos de los que saldrán sus larvas en dicha planta. La planta es "su cuna"

El campo es un museo al aire libre. Y si algo tiene que ocurrir tras tu visita a un museo es que hayas aprendido un poco. Pues esa mañana sabatina servidor aprendió cosas. Para que os hagáis una idea el paseo duró tres horas en un recorrido que normalmente y a paso de jabalí lo hago en cincuenta minutos. O sea que dio tiempo a disfrutar de los pequeños detalles. Incluso "descubrieron" una especie de escarabajo que no conocían. Como críos se lo pasaron

Y después un buen yantar. Dimos buena cuenta de unos espárragos al horno, unos trigueros a la plancha y un plato de alcachofas. Que buena es la madre naturaleza en abril y mayo.

Os dejo un enlace, por lo de las agallas 

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