viernes, 30 de marzo de 2018

Historia de putas

Música de hoy, Roy Orbison "Pretty woman". Una película jamás vista en televisión




Fijaos en la importancia de una triste "s". El título pone "historia de putas", no "historias de putas". Pues esa es la diferencia, que hoy la entrada va de historia, de historia de la prostitución. Si fuera "historias de putas" pues sería de chascarrillos de clubs de carretera, cosa que no va a ocurrir

Como decía aquel anuncio de turrones de nuestra niñez, "el nombre sabe a turrón". Pues eso, si otro de los nombres de la prostitución es "el oficio mas viejo del mundo" pues por algo será. Y evidentemente si eso se dice es por que está constatado. Los romanos, gente ordenada y de orden, todo lo escribían y hay crónicas de la vida cotidiana en la ciudad cruce de caminos. Y también las hay de este oficio. O sea que a fecha actual conocemos perfectamente el devenir de este viejo oficio en la Ciudad Santa.

Como os he dicho, los romanos eran gente ordenada y que llevaban cuenta de todo. Así pues, para poder ejercer el oficio de prostituta-tuto (que también era cosa de hombres) había que sacarse la licencia pertinente. Sí, sí, como lo oís. Este viejo oficio estaba ya regulado, como en Holanda hoy en día.  A principio de nuestra era había más de treinta mil prostitutas inscritas. 

Como os digo, estaba regulado..... pero mucho. Hasta había "niveles" dentro de ellas. Sí, sí, hasta en eso había clases. 

Por ejemplo

  • "Delicatae", las de lujo, lujo, exclusivas para gente "con clase".
  • "Famosae", las que sin necesitarlo, debido a que por su condición social eran ricas, se dedicaban a esto por puro placer. No sé si habéis oído hablar de Mesalina, la mujer del emperador Claudio. Pues resulta que un mes que Claudio estaba fuera de Roma dedicado a esto de poner orden por el imperio, organizó una fiesta en casa y un concurso, a ver que mujer era la que con mas hombres se acostaba. Ganó ella, con un, cuenta la leyenda, número de doscientas yacidas en un día. Hombre, si haces cuentas sale uno cada siete minutos y doce segundos. Y eso sin parar a fumar. Mucho parece
  • "Lupae", trabajaban en los lupanares. Palabra heredada en nuestro bonito diccionario
  • "Noctilucae", iban a turno nocturno
  • "Caupona", ejercían en los bares de comidas
  • "Fornicatrices", su lugar de trabajo era debajo de los puentes (fornix es arco en latín)
  • "Forariae", el puesto de trabajo era fuera de la ciudad. Vamos, los polígonos de hoy en día y atendían a los camioneros de entonces
  • "Bustuariae", estas lo hacían en los cementerios. Bueno, allá cada uno con sus gustos


En resumen, que estaba todo en su sitio. Y esto de la prostitución movía mucha pasta en Roma. Trabajo directo.... e indirecto. Desde el que depilaba, hasta quien peinaba.

Y por supuesto había prostitución masculina. Ellas también tenían acceso al mercado y la mercadería. Y también había sus sitios, cada cosa como os digo en su sitio. Uno era el "statio cunnilingus" que creo que no hace falta traducir a que se dedicaba el efebo de turno

También había grados y galones. Estaban los

  • "Pathici", que eran pasivos
  • "Fellatores", ¿está claro, no?
  • "Ephebi", jovencitos, muy jovencitos
  • "Amasii", los gigolos de hoy en día
  • "Spadones", también está claro ¿no?


Ya veis. Que hoy en día una parte de la sociedad clama por la regulación de la prostitución, otra por la prohibición y a otra le da igual. Pues en Roma todo estaba en su sitio



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