jueves, 2 de noviembre de 2017

Para que algunos tomen ejemplo

Música de hoy, "Strange kind of woman", de Purple




Estos días hemos asistido a la tocata y fuga del señor Puigdemont. Después de proclamar la República Catalana y de que el Gobierno de España aplicara el 155 saludó, se dio media vuelta y cogió carretera y manta dirección Bruselas vía Marsella.

Realmente que ocurrió y como fue, nunca lo sabremos. Se encargará de ello ambas partes, de mantenerlo en un cómplice silencio.

El caso es que Puigdemont se largó, dejando a los suyos y a los que creyeron en él con un palmo de narices, con el fregao montado y en la estacada. Os voy a contar la historia de un hombre que creyó en sus ideas, que las mantuvo y que siempre estuvo al frente. Es la historia de Vicente López Tovar, un militar español que se bregó en la Guerra Civil y en la Segunda Guerra Mundial. Y que fue un destacado luchador contra el régimen franquista que vino tras la guerra y un activo resistente contra los nazis

Vicente era "de una familia de bien". No sobraba nada, pero tampoco faltaba. Vivió su juventud en Argentina y en varias ciudades españolas. Se hizo fotógrafo y fuera de horas se dedicaba a repartir el periódico "Mundo obrero", lo cual le supuso alguna que otra ensalada de ostias de algún grupo falangista. Lo normal en aquellos democráticos tiempos.

El caso es que el golpe de estado del 36 lo pilló en Madrid. Y el fue de los que participó en el asalto al sublevado Cuartel de la Montaña en Madrid (el enlace a esa movida haciendo click aquí)

Era miembro del Partido Comunista de España, también cosa muy normal en Europa en aquellas épocas que como os digo o eras fascista, o eras comunista o eras inglés. En la guerra estuvo en el asedio al Alcázar de Toledo, en las batallas de Guadarrama, de Navacerrada, en Somosierra y en el Ebro, donde fue herido. Tras la caída de Barcelona tuvo que pasar los Pirineos. Los volvió a cruzar y entró en España de nuevo, volviendo a Madrid donde participó en la defensa de la ciudad

Tras la derrota de la república se largó a Francia donde recuperó su profesión de fotógrafo. Con la Segunda Guerra mundial volvió a las andanzas, creando un grupo de resistencia bajo la tapadera de una empresa de carbón. Plantar cara a los nazis y a la Gestapo no es cosa de gracia. Alcanzó el grado de coronel y con la derrota de Hitler fue nombrado Caballero de La Legión de Honor y la Medalla de la Resistencia. Que no es poco

Tras el fin de la IIWW planeó la reconquista de España y dirigió una operación para ello, tomando el Valle de Arán, desde donde se pretendía iniciar de nuevo la guerra. Aquello fue un fracaso, pero él siguió erre que erre formando guerrilleros y dirigiendo incursiones a España. 

Las cosas en los años 50 no le fueron bien. Fueron años duros en Francia, con la pérdida de Argel y el movimiento OAS. Fue acusado de traidor por el PCE manejado por Carrillo y la Pasionaria. Habitual de esta pareja, que se largaron tras la guerra civil a instalarse ricamente o en la Unión Soviética o en Rumanía mientras Vicente y los suyos seguían la lucha contra Franco. 

Vicente se hizo viejo para la lucha, pero siguió manteniendo viva la llama de los que lucharon en la guerrilla contra el régimen franquista. Organizó un movimiento para restaurar un campo de internamiento donde hubo brigadistas españoles

Hasta la muerte de Franco no pudo volver. Y cuando lo hizo, se dio media vuelta y se volvió a Francia al ver que no se iba a restaurar la Tercera República en España. Siempre fue fiel a los suyos, nunca dejó a nadie atrás y siempre dio la cara. Frente a enemigos como el Régimen Franquista o la misma Alemania Nazi

Como nuestro amigo Puigdemont. Especialista en dejar en la estacada a los suyos. Vaya pieza

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