miércoles, 2 de agosto de 2017

Cuando todo pudo cambiar

Música de hoy, vamos con tatachundas que siempre es épico. Un poco de Wagner en la obertura de Tannhauser





Algo que nos gusta a las mentes calenturientas es eso de las ucronías, eso de "que hubiera pasado si....."; eso de soltar nuestra imaginación e imaginar que otro pasado hubiera generado otro futuro. 

Hoy es dos de agosto de 2017. Hoy mismo, pero hace la friolera de 2233 años un hombre tomó una decisión que de haber sido otra, posiblemente el futuro hubiera cambiado para todos nosotros.

Imaginad un día como hoy, con una canícula de estas que hasta la chicharra calla por lo plomizo del día. Pensad en una explanada e imaginad por un lado un ejército compuesto de 80.000 hombres a pie y 7.000 a caballo. Por un lado; Roma

Imaginad enfrente una multitud abigarrada y como ahora se dice, "multicultural". 40.000 infantes y diez mil soldados a caballo. Y compuesto por africanos, nubios, galos, hispanos y tribus de la península italiana de lo mas dispar. Comandando estas tropas el que posiblemente ha sido el mejor estratega que ha habido en la historia. Aníbal; el cartaginés

El teatro de operaciones; la llanura italiana de Cannae. Polvo, calor, sudor y sed. Y mucho miedo al saber que podías morir

No os voy a aburrir de como se trazó la batalla ni los movimientos y estrategias que se dieron, de eso hay mucho en la red y luego os dejaré enlaces

Sí que os digo que cuando acabó la jornada, prácticamente la totalidad de los legionarios romanos habían muerto bajo el hierro del ejército cartaginés. Fruto de una brillante idea y una trampa de Aníbal, esos ochenta mil hombres perecieron como siempre se ha hecho hasta que llegó la pólvora. A ferro.

Roma estaba desprotegida y a merced de Cartago, o eso parecía. Esa noche los generales de Aníbal exultantes de alegría animaban a su jefe a continuar la marcha e ir hasta las puertas de la Ciudad Eterna y tomarla, acabando para siempre con el enemigo ancestral.

Marhabal, el más leal de sus generales y su mejor amigo era el que más clamaba por aplastar de una vez la ciudad de las siete colinas. Pero Aníbal se negó. Simplemente dijo que Roma era inexpugnable. Que tras sus inmensas murallas había casi un millón de personas que se batirían hasta la muerte y que ellos, el ejército cartaginés, no disponía de medios de asedio para esa tarea. Aníbal renunció a tomar Roma y Roma se salvó. El hombre que cruzó los Pirineos, los Alpes y los Apeninos con un ejército optó por otra estrategia. El general que había vencido por cuatro veces a las legiones romanas, no se atrevió con Roma. El hombre que tras cada una de sus cuatro victorias ofreció la paz a Roma y esta nunca cedió, optó por no ir a Roma

Años después, el descendiente de uno de los cónsules muertos en Cannae derrotó en África a Aníbal en Zama. La misma maniobra de carga de caballería que propició la victoria cartaginesa en Cannae se repitió en Zama y, sarcásticamente, por las mismas tropas, por los jinetes númidas de Massinisa que esta vez estaba del lado romano en vez del cartaginés. Faltó poco para que Aníbal hubiera vuelto a ganar, pero esta vez otro Escipión, que a continuación se llamaría "El Africano", derrotó a quien nunca había sido vencido

¿Qué hubiera ocurrido si Aníbal tras Cannae hubiera ido por Roma? Pues Aníbal no era un imprudente ni  tampoco un cobarde. Posiblemente sabía que no hubiera tomado la ciudad, pero 

¿Y si sí?

Pues nuestra civilización no hubiera sido lo que es

La democracia griega, el derecho romano, el cristianismo y todo lo que vino después no habría existido. El mundo hubiera sido otro. Cartago era comercio, Roma era conquista. 

Pensad eso amigüitos, lo frágil que ha sido el hilo conductor que ha hecho posible que ahora estéis leyendo estas tostonadas. Si esa noche Aníbal hubiera ido por Roma, el futuro hubiera sido otro

Os dejo un enlace. Merece la pena, y ahora estáis medio de vacaciones.




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