viernes, 2 de diciembre de 2016

Échale perejil, ya verás que bien vas

Música de hoy "The last waltz", de Engelbert Humperdinck





Mirad que planta tan bonita y tan común. La planta del amigüito Karlos Arguiñano, el perejil. El perejil, omnipresente en todas las salsas y junto con la cebolla, la base de la cocina española. 

Ahora bien, ¿Seguro que es perejil? Parecerse, se parece, pero......

Pues no. No es perejil aunque la similitud es mucha

Esta planta se conoce con el nombre de "conium maculatum" que en roman paladino es cicuta. Una de las plantas más venenosas conocidas y que como anécdota os cuento que es con la que se liquido a Sócrates por corromper a la juventud griega. Pobre hombre, un incomprendido. Contra todo lo que os parezca es bastante común en nuestra zona, así que cuidadito con ella y no os liéis a recoger "ese perejil tan lozano". Os la podéis encontrar en la orilla del río, le gusta a la plantita esta las zonas húmedas. 

Hombre, en realidad no es difícil distinguirla del perejil común. Normalmente crece hasta una altura de dos metros y el tallo es hueco, siendo las hojas de parte de abajo bastante grandes y la planta huele bastante mal.

Toda la planta es venenosa, desde la raíz hasta la última hoja. 

La muerte es muy divertida. Empiezas con náuseas y vómitos y con irritación en la garganta y con mucho dolor de tripica. Se pasa una sed atroz y se tiene dificultad para hablar y tragar. Poco a poco va fallando el sistema renal y se va produciendo una progresiva parálisis muscular. Al final la muerte sobreviene por asfixia. Vamos, todo muy divertido

Así que ya sabéis. Mucho ojito con lo que se recolecta en el campo. Ahhh, por cierto, que hay por ahí gente que dice que es bueno en forma de cataplasma o de vahos. Que no se os ocurra, esas cosas las carga el diablo.

Y como os digo, no es raro verla en nuestra zona.


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