martes, 18 de octubre de 2016

¿Vale más una idea que una vida?

Música de hoy, vamos con el flamante nobel. Bob Dylan "Blowing in the wind"





El tema este de las redes sociales es que es como para hacérnoslo mirar. Hace años cualquier noticia no era noticia simplemente por que no tenía repercusión, pero hoy en día cualquier merluzo tenemos altavoz, altar y audiencia.

Si algo creo que estoy aprendiendo es que hay que tener mucho cuidado con lo que escribes. No por que te definas, no es por eso. Eso no me da miedo. Pero lo que no quiero bajo ningún concepto es molestar a nadie o que nadie se sienta ofendido con lo que escribo. Así que en las melonadas diarias que os cuento siempre procuro ir con tiento no con lo que digo si no como lo digo. Si alguna vez alguien os habéis sentido ofendido con el producto de mi pluma tenéis todo el derecho a ello. Eso sí, os digo que nada más lejos de mi intención que molestar a nadie

Ahora bien, el interpretar lo escrito es libre para todo el mundo y si alguien se ha visto herido o dolido con mis opiniones lo único que puedo decir es que lo siento y que no era mi intención molestar. 

De hecho las veces que quiero molestar lo digo al principio, para que quede claro. 

Estos días las redes han ardido con la polémica que se ha creado por los comentarios que unas pocas personas han hecho en redes sociales a raíz de la iniciativa de un festival que se ha celebrado por un niño enfermo que quiere ser torero

Vivimos en un mundo que está polarizado, siempre os lo digo. Y la polarización llega siempre hasta lo mismo, hasta el "o conmigo o contra mí". El tema este taurino no es algo en lo que yo piense nada más levantarme. Creo que formará parte de los últimos de los mil problemas que tengo en mi devenir diario. He ido a plazas de toros y me he aburrido soberanamente. Me dicen que es un tema de insistir y que al final te acaba gustando, como la ópera. No lo sé, hace ya varios años que no piso una plaza. He ido a dehesas y he disfrutado como un enano de la naturaleza y del conocimiento de la pradera que esas personas tienen. Y ver a un chaval del pueblo pegarle un recorte a una vaca o a un toro en la calle la verdad es que pone los pelos de punta. Pero no me gusta que un animal sufra. Y dado que un toro tiene sistema nervioso, evidentemente sufre. 

Ahora empezarám por parte de cada uno de los bandos las mil y pico razones a favor y en contra de las corridas de toros. Ahí no entro, pasa lo de siempre. Se empiezan con argumentos y se acaba vociferando. Pero como cada vez me desnudo más en este blog, tengo que reconocer que si me obligaran a elegir entre el "si" o el "no" a que se mate un toro en la plaza, elegiría el "no". 

Y siiiii, como carne, se lo que es un matadero, conozco las granjas de pollos y avícolas...... todo eso lo conozco y no me voy a volver solo vegetariano. No me causa ningún desvelo ver matar un toro en la plaza, puedo ir a una corrida sin volver la vista, pero como os digo si en este polarizado mundo me obligasen a elegir  elegiría el "no" antes que el "sí"

Lo que no puedo entender es que una idea, sea la que sea, valga más que una vida y encima más que la vida de un niño. La bilis que han vertido en las redes unas pocas personas manifestando el deseo de que un niño enfermo de cáncer muera es de lo más  abyecto y ruin que ha corrido por internet últimamente.

Que estamos hablando de un niño, un niño que hoy quiere ser torero y mañana puede querer ser astronauta. O bombero o policía. De los deseos de un chaval que usa esos deseos para olvidar una enfermedad que le impide vivir como cualquier otro niño de su edad. Y focalizar tu sentimiento antitaurino sobre un pobre crío enfermo es un claro síntoma de que tu eres el enfermo. Enfermo de odio y de maldad

Cuando oigo a algunos que dicen eso de que "las ideas no matan, matan las personas" y de fondo suena el "imagine" de John Lennon me pongo malo. Se mata en nombre de ideas o ideales, así ha sido siempre; y hay ideas que deberían estar prohibidas. De hecho en Alemania no puedes ir proclamando ideas nacionalsocialistas, es un delito. Y me parece muy bien. Hay ideas que son producto de mentes corrompidas. Y también hay opiniones que son el resultado de esas mentes enfermas.

¿Cómo se puede poner unos ideales por delante de una vida? No lo entiendo, la verdad. Es que hace falta ser mala persona para desear la muerte de un chaval. Un chaval que quiere vivir y que tiene una ilusión que es ser torero

No voy a los toros, pero si tuviera que acompañar a este crío lo haría encantado.




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