jueves, 13 de octubre de 2016

Mira que tienen aguante los tíos

Música de hoy, el concierto número 1 de Vivaldi. Un trocico, el más conocido





¿Queréis ver naturaleza sin toquitear mucho? Pues o vas a vergeles, sitios donde el poder natural es tremendo o te vas a sitios donde no haya gente. Así de simple. El interior de EEUU es una maravilla; lógico, está despoblado: Lo que pasa que no es muy feraz y bueno, da de sí lo que da. Mucho paisaje pero vegetación y animales lo que es, hay pocos

El paraíso de la naturaleza, para servidor, es África. Es que no me canso de ir allá, entre lo bonito, lo sorprendente y lo variado que es, es una fuente continua de sorpresas. Es lógico, es un continente "a lo alto", mientras que en Eurasia o en EEUU lo que predomina es "a lo largo", esto es, tiene más longitud en el sentido paralelo que en el meridiano

África es una fuente de sorpresas y una es la que os traigo hoy.

Si queréis ver animales no lo dudéis. Id a Tanzania. Es el paraíso para eso junto con Kenia, lo que pasa que ahora Kenia no está como para ir debido a la inestabilidad política y social que atraviesa. Así que lo que os digo, daos la vuelta por Tanzania. El país es una inmensa muestra de biodiversidad pero de la que se ve a simple vista, de la de animales grandes.

Ahora bien, hay sitios de África en los que te puedes llevar sorpresas. Uno de esos sitios está en Mauritania, en un andurrial que se llama el "Macizo de Tagant"

Uno de los animales más sorprendentes que para mí puedes ver es el cocodrilo. Es impresionante verlos tomar el sol a la orilla del río, quietos como maderos. Los miras y parece que te miran, pero ese frío ojo que ves no sabes si te está observando o no. Esa coraza que los recubre, esa boca inmensa con esos clavos que dan espanto.

En el fondo lo que estamos viendo es un fósil del pasado, estamos viendo la historia de la tierra misma. Un animal curiosísimo, que no padece enfermedades y que durante toda su vida está creciendo. Sí, sí, como suena. Un cocodrilo no para de crecer en toda su vida.

No suenan los cocodrilos del Nilo de las películas, aunque todavía quedan en la cabecera. Los hemos visto en las películas de Tarzan. Hay cocodrilos de mar. Los hay inmensos en Australia. Y en los pantanales de Florida es normal verlos nadando por los manglares. Pero hay una sorpresa hoy

Hay cocodrilos del desierto. En ese sitio que os he contado, en el Macizo de Tangant

Resulta que una colonia de ellos quedó aislada en ese sitio hace 9.000 años, cuando el Sahara dejó de ser un vergel. Quedó una laguna, que en las épocas de estiaje mide tan sólo 100 por 50 metros. Vamos una charca. Y dio la casualidad que en esa charca se quedó un tipo de microorganismo, una especie de alga, unos pocos siluros y algún cocodrilo despistado. Como os digo, fue hace 9.000 años

Pues en ese ecosistema tan delicado, debido a que el microorganismo alimenta al alga, que alimenta al siluro y este es el almuerzo de esos pocos cocodrilos, ha pervivido este fósil viviente. Fijaos lo frágil del equilibrio.

Pues la ecuación se mantiene tras estos 9.000 años. Este cúmulo de casualidades, unido a que los cocodrilos no tienen enemigos naturales, permite que estos descendientes de aquellos cocodrilos del Nilo sigan ahí.

Los pocos habitantes de la zona, la mayoría pastores, los respetan y veneran. Creen que son los protectores de los pocos humedales que quedan en la zona, una especie de centinelas de los mismos

Y creen que el día que desaparezca el último cocodrilo del desierto desaparecerán también los humedales que les dan la vida. 

Venga, otra curiosidad de nuestro pequeño planeta, que no deja de darnos sorpresas.

Buen día amigüitos

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