jueves, 15 de septiembre de 2016

El cielo te envía su condena

Música de hoy, "First day of my life", de The Rasmus





Una de las frases más repetidas por los historiadores es esa de "supuso un antes y un después". La verdad es que queda bonita si no fuera por que en el fondo es...... una obviedad. Todo es un antes y un después y todo significa un final de algo y el inicio de otro. 

Bueno, lo cierto es que esa frase se aplica a hechos que han tenido "gran relevancia histórica". Si te pones a leer eso que ya no existe, esas grandes "enciclopedias históricas" te puedes dar cuenta de que hay algo que también ha supuesto "el antes y el después". Hasta el siglo XVIII lo normal es que "pasaran cosas". Esas cosas por desgracias siempre iban adornadas con batallas, conquistas y sucesos más o menos luctuosos.

Desde ese siglo en adelante siguen "pasando cosas" pero además "se aportan ideas". Esas nuevas ideas vienen dadas por un nuevo modo de pensar y de enfocar. Y a partir de ese siglo vamos viendo como poco a poco la superstición y las religiones van teniendo cada vez menos sitio en nuestro devenir. Es lo que un maestro definió como "el Dios de los huecos". Un Dios que al principio lo ocupaba todo. Dios había hecho el mundo, nos creó a nosotros, creó a los animales...... nos mandaba plagas...... nos castigaba o premiaba....... todo tenía que ver con el Dios de cada uno. Egipcios, griegos, mesopotamia...... todos tenían dioses que se encargaban de todo y a los que se les atribuía todo. 

Pero es a partir de ese siglo cuando a Dios se le va dejando menos terreno y poco a poco va ocupando "los huecos" que la ciencia deja. Cuando la ciencia explica un fenómeno que se atribuía a la intervención divina, ese dios que se encargaba de esa tarea pierde trabajo. Como os digo, la ciencia cada vez más explica más y más hechos y los pobres dioses se van viendo arrinconados a los huecos que la ciencia va dejando. Las cosas que la ciencia todavía no puede explicar aún se dejan a la "intervención divina". Y estos dioses cada vez tienen menos trabajo y van viendo como se van encaminando hacia el paro

De hecho hoy la ciencia no necesita ya de la  intervención de ningún Dios para explicar la creación del universo. Incluso se ha llegado a recrear el inicio en un experimento, pero a explicar eso no llego.

Hay un fenómeno que se atribuía a la intervención divina y que los marinos, depende de su origen, daban un carácter de presagio favorable o desfavorable. Os hablo del "fuego de San Telmo"

Es algo digno de admiración. Sí que os digo que a mí no me ha tocado contemplarlo. 

Cuando el día está tormentoso se puede ver la aparición de resplandores en la punta de los mástiles de barcos o de antenas de radio. Incluso se puede ver en las copas de árboles y se ha llegado a apreciar en las puntas de los cuernos de los animales. Es un resplandor azulado que dicen que da impresión contemplarlo y que quien lo ha visto afirma que perfectamente se puede pensar en algún dios cabreado.

Esto en realidad ya Benjamín Franklin, el de los billetes, ya lo explicó. No es ni más ni menos que el resultado de la ionización de átomos o moléculas que crea un flujo de partículas, apareciendo ese resplandor. Hay una teoría que afirma que el Hindemburg ardió por un fuego de san Telmo de estos.

Y como siempre, tras la explicación y demostración ya no cabe el "pues yo pienso que.....". Mira majo, tu piensa lo que quieras que a la física le da lo mismo, pero esto está ya demostrado

Pobres dioses, cada vez más arrinconados


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