¿Que hace usted aquí?

Música de hoy, Sunstorm, de John Lynn Turner

Aquí tenéis a mi buen tío José Luis, el mellizo de mi madre, con su última y primera hazaña como cazador. Que sepáis que lo primero que hizo el ser humano fue ser cazador y recolector; luego se hizo agricultor y luego ganadero. Pues eso, José Luis, que lleva años saliendo a cazar con un palo como bastón como única arma, se ha estrenado en su faceta de cazador.

El otro día se plantificó en casa a hacer una visita a mi madre cuando se percató de que en el portal de casa madre, en un rincón y tras una macetica, había unas orejas y debajo unos ojos y debajo un hocico. Todo un lepórido, vulgarmente llamado conejo, acechando tras la maceta a las tres y media de la tarde cuando caía un sol de justicia.

Llevado por su faceta de depredador humano, se aproximó con sigilo a su pieza y con la destreza que genéticamente nos ha sido transmitida a los humanos y el saber de generaciones, con un rápido movimiento felino atrapó la pieza en cuestión

Tocó el timbre y

"Mira lo que había tras la macetica del portal"

Allá estaban mirándose los cuatro, mi madre, mi tío, el conejo y la macetica cuando mi presencia fue requerida

"¿Qué hacemos con este?"

"Hombre, pues un conejo casero no parece. Mira que lomera tiene, y ni rastro de mixomatosis. Este es de campo, que se ha despistado, ha bajado al pueblo y con el calor de la tarde ha buscado refugio tras la macetica del portal"

"Ya. Pero ¿Qué hacemos con este?"

Tuvo un final feliz. Lo metimos en un saco, cogí el viejo land rover y tiramos mi tío y yo para el monte. Cuando llegamos a los primeros pinos tomé el saco en ristre y lo solté. 

Salió como alma que llega el diablo. Sin despedirse. Los hay desagradecidos. 

A la vuelta mi buen tío decía

"Tiene gracia. No sé la de años que llevo saliendo a acompañar a cazar y no hemos pillado nunca nada. Y hoy, detrás de la macetica cazo uno"

"Así es esto tío. Cuando menos te lo esperas, salta la liebre"

De todas formas es buena señal. Parece que no hay plaga de mixomatosis, o a lo mejor fue casualidad que nuestro visitante estuviera sano.