viernes, 19 de febrero de 2016

Haced lo que os digo, no lo que hago

Música de hoy, "Money for nothing", de Dire Strais




Es curioso que hay una, no lo voy a definir como cualidad, característica muy común a todos los salvapatrias, vendefuturos, telepredicadores y como queráis nombrar a estos mesías de nuevo cuño. Que no es ni más ni menos que la frase que encabeza la sosedad diaria de hoy, esa de "haced lo que os digo, no lo que hago"

Vamos, que lo predicar con el ejemplo estoy convencido que es algo que nunca nadie hemos hecho. Y seguro del todo es toda esta patulea que nos pide el voto, de esos ninguno. Luego si vamos a toda la recua de dictadorzuelos que se han paseado por la historia reciente, tenemos más de lo mismo dentro del pentagrama de cínicos. 

La frase esa de Groucho Marx "Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros" define perfectamente a este  tipo de personajes pudre vidas. Bueno, y ya que sale el apellido, sigamos con el. 

Karl Marx, creador de la penúltima religión que ha habido en la historia, era un cínico redomado. Mucho escribir el libro gordo ese de "El capital", mucho de inventar eso del materialismo dialéctico y mucho de crear un nuevo sistema económico. De eso mucho

Pero luego resulta que él y su amigüito Engels eran dos consumados jugadores de bolsa. Aficionados a darse garbeos por el parquet londinenses con el firme propósito de aumentar su riqueza haciendo eso que el capitalismo salvaje pone en juego noche y día, especular. Pero especulación a corto plazo, nada de invertir en valores que creen riqueza para todos y futuro mejor. No no. De eso nada. 

Cortoplacismo puro y duro. Hay una carta que escribe Marx a su amigo Engels el cuatro de junio de 1862

"He tenido un gran éxito en la bolsa. Ha llegado de nuevo el momento en que con inteligencia y pocos medios se puede ganar dinero en Londres"

Y el día 25 escribe a un tío suyo

"He estado especulando, en parte en fondos americanos, pero más especialmente en acciones inglesas, que están surgiendo como setas este año (cumpliendo todo lo imaginable e inimaginable de la empresa bursátil) suben hasta un nivel poco razonable y luego, en su mayor parte, colapsan. De este modo he hecho más de cuatrocientas libras, ahora que la complejidad de la situación política invita a un mayor desafío, empezaré de nuevo. Es un tipo de operación que requiere tiempo y merece la pena asumir ciertos riesgos para aliviar al enemigo de su dinero"

Ya veis que al marxista de Marx le gustaba más la pasta que a Adam Smith. 

Por cierto, que os he hablado de que según mi corto entender el comunismo es la penúltima religión que se ha inventado. Tiene sus profetas, sus creencias, sus ritos y su biblia. ¿Sabéis cual es la última religión inventada?. Pues la mía. La ecología. La ecología ya se ha transformado en otra religión, con dioses, profetas y biblias por doquier. Y en muchos casos, es una religión que roza la talibanidad. Es lo que pasa cuando del sentido común pasamos a la demagogia




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