miércoles, 18 de noviembre de 2015

El día del fin del mundo

Música de hoy, vamos a los alrededores de Peralta Monumental. Barricada "Pídemelo otra vez"





Ya os he contado veces que no me creo a los profetas apocalípticos que dicen eso de que "el planeta va al desastre" y "el fin del mundo" y demás. Simplemente por que la vida, y la humana más, está ya demasiado arraigada en la bola azul esta. Otra cosa es que seamos capaces de hacer grandes melonadas y eso conduzca a grandes mortandades, que de eso sí que veo que somos capaces. Pero acabar hasta con el último humano, esoooooo....... lo veo harto complicado. 

Hay cosas por ahí diseñadas como es la bomba del juicio final (os la conté aquí) que pueden putear y mucho la vida en el planeta. Este trasto parece que no pasado de eso, de un diseño. Y hay otras hechas como es la bomba del arco iris que sí que está guardada en algún estante tanto en EEUU como en Rusia. Esta si la tiran no nos enteraremos, pero todo lo que es electrónico quedará frito y volveremos al siglo XIX. Bueno, pasaremos algunas décadas de hambruna y esto quedará reducido al 10% o menos, pero saldremos adelante los que nos quedemos. En esto me parezco a mi abuelo

Hubo un momento en la historia en que estuvimos a punto de desaparecer. Vamos a retroceder unos setenta mil años y vamos a un paisaje tan idílico como es la Isla de Java, un sitio de los de perderse de a gusto. Deciros que esta parte del mundo tiene el bonito y tranquilizador nombre de "el cinturón de fuego", lo cual ya idea de lo que es aquello

Pues eso. Que hace ese tiempo, lo que es un suspiro en la edad de la tierra, el volcán de Toba entró en erupción y estalló, lanzando a la atmósfera la nada despreciable cifra de 3.000 kilómetros cúbicos de tierra y polvo. Para que os hagáis una idea, todo Navarra con una altura de 300 metros fue a parar al cielo del botijazo que se montó.

Y a esto súmale unas mil toneladas de ácido sulfúrico que también fue al éter. Bueno, que entre uno y otro se produjo un invierno continuo que los que saben dicen que duró unos diez años. Imagináos, diez años sin ver el sol

Hubo una gran mortandad de especies y el Homo Sapiens Sapiens no se libró. Se estima que unos pocos sobrevivieron en las llanuras de Namibia, en el actual Kalahari y otros en Etiopía. No más de diez mil individuos y todo lo demás quedó vacío de presencia humana. Este hecho está muy certificado, tanto por el propio cráter  que hay en la isla como por el hecho de la práctica inexistencia de fósiles de humanos en esa época. Si no hay fósiles es por que nadie se moría por que no había nadie para morirse.  Simplemente, todos se habían muerto

Pues de aquellos diez mil desharrapados descendemos todos. Y esto también está certificado de los estudios de ADN mitocondrial, el que se transmite de madres a hijas. Pese a quien pese, y hay gente a las que les pesa y nunca lo reconocerán, todos descendemos de los mismos, de aquellos supervivientes que vagaban por aquella estepa africana muertos de miedo. Éramos unos pocos, muy pocos

Pero la humanidad salió adelante. Aquellos pocos se volvieron a reproducir y de nuevo colonizaron el planeta.

Y ahora os digo: si la mayor explosión volcánica que ha habido en los últimos 25 millones de años no fue capaz de acabar con nosotros ¿Os creéis que nosotros somos capaces de hacerlo? Quizás es ser demasiado arrogante afirmar que sí.

Otra cosa es afirmar que a la hora de joder al personal somos únicos. Que lo somos, pero de ahí a acabar con la especie humana no me lo creo 

Quedáos con una cosa. Todos descendemos de un mismo tronco, aunque a algún racista le de urticaria renocerlo

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