lunes, 9 de noviembre de 2015

De como Salazar interviene en ayuda de una muchacha y de lo que aconteció

Música de hoy, un poco de caña, Iron Maiden "Aces high"





Vuelve a casa cariacontecida y seria. Tiene cojones que no pueda salir una cuadrilla de mujeres a pasárselo bien sin que el típico listo caiga a amargarles la noche. Habían quedado tres amigas a pasar una noche sin freno y a su aire, ya tocaba después de años de oposiciones y exámenes; encima las tres habían sacado la plaza. Pero la típica cuadrilla de patanes guapitos les ha amargado la noche

Tiene gracia, piensa. Ella no le niega un baile a nadie y así han hecho con ellos. Pero cuando ha venido uno tras otro y tras otro, y el "adonde vais" y el "vamos con vosotras" y el "que buena estás" y el "anda, deja que os acompañemos" y cuando les han dicho que no ha llegado el típico "sois unas calientapollas, quién os habéis creído que sois"

Una de ellas ha intervenido y les ha dicho 

"¿No lo entendéis? No es no"

Y ha provocado la risotada general de los gañanes.

"Ya salió la lista con la frasecita de marras. ¡¡¡¡Payasaaaaaas!!!!" y como no, la mano larga de uno de ellos manoseándola por todo ha sido la gota que ha colmado el vaso. Es cierto que otra cuadrilla de chicos han salido a defenderlas y que todo ha quedado en un intercambio de empujones, pero les ha pasado por agua la noche. Y encima la visión de un tipo mal vestido con bombachos, desaseado y medio borracho que miraba con "demasiada" atención la escena desde el rincón de la barra ya la ha acabado de crispar. 

"Nos han jodido la noche. Putos salvajes"

Y ahí ha acabado la diversión. Cada una a su casa. Da la casualidad de que todas viven en el mismo camino, así que se han ido acompañando entre ellas y dejándose en sus casas. Ella es la última, y el ver al borracho del bar que parece que la sigue a unos cien metros haciendo eses por la acera y apoyando su borrachera en un bastón no la tranquiliza

"Bueno, llevo ventaja y buen calzado, si se aproxima salgo pitando. Ese tipo no puede ni andar"

Pasa al lado de una boca calle mal iluminada y una voz que ha oído en el bar la sobresalta

"Mira mira. ¿Donde vas Caperucita, solita por este bosque?"

Los tres gañanes que las han molestado le cierran el paso. Bueno, ya no, uno de ellos se ha colocado en retaguardia.

"¿Tú que te has pensado? ¿Que nos íbamos a ir a casa con el calentón?  Pues eso hay que remediarlo bonita"

Ella se echa a temblar. Entre el olor a alcohol que emanan y ver como se les desencaja la mandíbula producto de haber tomado vete tu a saber que la llena de miedo. Son unos salvajes y encima sin control. Tiene tanto miedo que siente que no puede ni gritar. Y de repente nota humedad que le baja por la pierna

"Juas juas juas. Caperucita se ha meado de miedo. ¿Que os parece?"

La carcajada es general. Y lo peor el círculo se cierra a su alrededor a la vez que  ve algo que brilla en la mano de uno de los muchachos

"¿Os gusta la tele?"

Todos se vuelven, incluso ella, y ven que el borracho los a alcanzado.

"¿Qué coño dices viejo borracho? Sigue tu camino, asqueroso despojo"
"Que si os gusta la tele. ¿Veíais lo del José Mota ese?¿Lo del de la vara?"
"No molestes cerd..."

No puede acabar la frase. Con una rapidez increíble para su estado, el bastón se ha alzado alcanzando en los dientes al más alto. El borracho estaba a tres metros y de un salto ha estampado lo que parecía un bastón  y es un mango de azada directamente en la cara al que parecía el mas fuerte del grupo. Los otros dos quedan paralizados unos segundos. Los suficientes como para que el bastón describa otro arco alcanzando la rótula del segundo. Y a la que sube un golpe de punta en el pecho del tercero que le hace expeler todo el aire y lo deja de rodillas boqueando en busca de oxígeno.

La chica mira al borracho, que ahora parece tremendamente sobrio y capaz. El del bombacho ahora está muy tieso, mirando con desprecio a lo que hace un momento eran tres chulitos ahora son un montón de carne lloriqueante y balbuceante.

"Hijoputa, me has dejado cojo. No sabes con quien te has metido. Mi padre conoce gente poderosa. Te vas a cag......"
"Calla, canso" A la par que le mete un guantazo con una mano que parece una palangana en todo el oido. Y se calla el receptor del tortazo, joder que sí se calla

"¿Está usted bien?" Pregunta con una voz que a ella le parece muy bonita y hasta juvenil
"No, no. Estoy muerta de miedo. Estos tíos querían vio...."
"Calla, venga, estás a salvo. Me voy a quedar a acabar con esto, para que se les quiten las ganas para una temporada. Es mejor que te vayas, lo que viene ahora no es agradable"
"Pues mejor. Pues me quedo. Quiero verlo"
"Tú misma. ¿Os gusta el cine, amigos?......."

Es lo último que ella oye de la boca del borracho. Luego vienen los gritos de dolor

Poco después una patrulla de la policía municipal aparece en el lugar y la recoge y la lleva a un hospital. Otro agente se queda con los tres heridos, a la espera de las ambulancias. 

En el coche patrulla el agente le pregunta

"¿Pero qué tipo de animal ha hecho esto?"
"No lo conozco agente. Pero si ese animal no aparece, yo estaría ahora muerta"

Está amaneciendo y Salazar contempla al volante de su DKV como sale el sol en la llanura castellana. La ciudad hace ya más de dos horas que quedó atrás y le está entrando sueño, así que para en un área de servicio a tomar un café. Se sienta entre los parroquianos, que pronto hacen hueco entre semejante mal trazao y ellos. La tele está puesta y están dando la noticia de que un algarrobo les ha dado una paliza a unos que intentaban violar a una joven. 

Es una cadena de estas que se recrean en el morbo y dan como detalles que les han grabado en las mejillas y en la frente con un cutter las palabras 

"NO ES NO"

Y que las heridas eran desgarros, que va a ser imposible hacer una cirugía plástica medianamente en condiciones. Marcados para siempre.

"Que se jodan" Es lo que dice un parroquiano
"Yo hubiera hecho lo mismo" Apostilla otro
"Y yo, como en la película esa de Tarantino, la de Malditos Bastardos"
"Ya ya, una cosa es decirlo y otra hacerlo" Dice el cuarto

Salazar sonríe socarronamente mientras sopla su café. Dos buenas acciones esa noche, ha salvado a una mujer y les ha dado una pequeña lección a tres elementos. Ha sido un buen día.


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