lunes, 23 de noviembre de 2015

Capítulo ducentésimo séptimo "Back to the future"

Música de hoy, fácil. La banda sonora de la película






El viaje que hicimos a Florida fue fantástico, esas tierras son magníficas. El gran Michael Moore tiene una curiosa teoría del porqué EEUU funciona como funciona. La culpa la tiene el aire acondicionado, ni más ni menos. El dice que todas las personas mayores de EEUU, los que aportan conocimiento y mesura, viven en Florida su vejez y sus últimos días, y que esto es posible por el aire acondicionado. Si no hubiera este invento, se quedaría cada uno en su estado de origen, con lo cual esa mesura estaría repartida. Es una teoría, graciosa eso sí, un tanto ácido del bueno de Michael. Quizás sea así

Las playas caribeñas, Miami, toda la costa, los cayos, los sitios donde vivió el pesado de Hemigway, la herencia y la historia española..... todo es bonito, entretenido y como no puede ser de otra forma en EEUU: grande. Todo es grande en EEUU

En un viaje de esos hay tiempo para todo. Y nos metimos en un parque de esos de atracciones, de esos que tanto les gustan a los americanos. 

Por cierto, que menuda torta se han dado los empresarios de Warner o Disney en Europa. Claro, se piensan que los europeos somos iguales que los americanos. Y para nada. Un americano es capaz de ir todos los años de su vida una semana de vacaciones a un parque temático. Se compra gorras, pitos, carracas, come, bebe, la libreta de Mickey Mouse, camisetas...... un fortunón. Un español va un día y en un día ve todo, no se compra de nada y se lleva la comida de casa. Es así y así les ha pasado, que tanto la Warner como Disney Europa están prácticamente en bancarrota

Pues eso, que nos fuimos a uno de esos parques, que uno del grupo estaba que quería ir. Pues como hay  tiempo para todo, nos fuimos. El parque era una recreación de diferentes películas hollybudienses; estaba la del huracán, la de los hombres de negro y esta de regreso al futuro. Y alguna más había.

Ya habéis oído que el día 21 de octubre de 2015 es el día al que Michael J. Fox viaja a desfacer entuertos.

Teníamos por delante un fantástico o aburrido día por el parque, depende de a quién del grupo preguntases. La verdad es que hay que reconocer que los yanquis estas cosas las montan bien y el sitio era chulo. Y las recreaciones de las pelis, muy buenas. A media mañana hubo un problema en una de las parodias, la de los hombres de negro, que estaba recién estrenado. Y allí estuvimos un par de horas guardando cola. Lo que me sorprendió es que nadie se enfadó ni nadie dijo nada; fue comentario entre nosotros, que pensamos la que se monta en España si pasa eso de que te tengan dos horas esperando. 

Cuando la cosa se puso en marcha era para vernos a los cuatro, montados en una nave espacial y haciendo blanco con una pistolita de plástico contra los extraterrestres. Daba gloria vernos

La última que estuvimos, por lo menos para mí, fue la del regreso al futuro. Nos montamos en un flamande Delorean réplica del auto de la película y empezó. Empezó la tortura. Resulta que estaba desincronizada la imagen que veíamos en pantalla con el movimiento del vehículo, que pegaba unos meneos palante y patrás que paqué. Pues meneo va meneo viene que me empecé a marear como un piojo. Un sudor frío y un malestar estomacal que era señal de lo que iba a ocurrir en breves instantes. Y nosotros metidos en ese cacharro cerrado y estanco. Los segundos pasaban y se mascaba la tragedia de lo que me iba a ocurrir, a la par que cada vez estaba más blanco.

En el mismo segundo que ya iba a ocurrir el drama se abrieron la puertas. Empujé a dos que tenía por delante y me dio tiempo justo para correr dos metros y proceder a vaciar el contenido de mi estómago en una papelera ad hoc que estaba tan a mano. Encima yo soy bastante escandaloso en el tema este del vómito, vamos que pego unos alaridos tremendos a la vez que alivio mi interior

Y allí estaban todos los yanquis mirando el espectáculo, esta vez gratuito, que les estaba ofreciendo. Los cabrones de mis compañeros muertos de risa. Y la papelera escurriendo un fluido líquido viscoso debido a alguna rotura en el fondo de la bolsa de plástico

Bueno, diez minutos después me recompuse y tras ingerir un perrito caliente y ese maravilloso tónico reconfortante que es la coca cola, seguimos por el parque de marras. Pero mi ser se negó a montarse en ningún otro cacharro. Estuvo a unas décimas de segundo que no le fue al de adelante mío en el Delorean todo el desayuno por la espalda, y no me apetecía seguir tentando la suerte

Merece la pena conocer Florida

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