viernes, 2 de octubre de 2015

Un pobre niño explotado

Música de hoy, Jeff Beck. "Cause we´ve ended as lovers"



El otro día mi prima-hermana la Rebe colgó está simpática foto de Javi


Ahí está el chaval todo concentrado entregado a la noble tarea de limpiar pimientos para embotar o congelar. Y se le ve tan a gusto, entre otras cosas por que el crío se siente útil y siente que está participando en ayudar en casa. Hasta aquí, todo normal

Tras ver la foto, no pude menos que reflexionar como ha cambiado esto en pocos años.

Recuerdo que tras acabar el curso en el insti o en la laboral todos los críos nos buscábamos la vida para sacar algo de dinero. Los que ya teníamos la pala y la hormigonera esperando lo teníamos más fácil. El resto se colocaba a trabajar en el campo o en casa a hacer tareas. Y no faltaba el que entre año se sacaba un sobresueldo o cargando pollos o en cualquier encomienda. No es que lo hiciésemos muy a gusto ni que fuera una necesidad perentoria, pero a nadie le amarga un dulce y esas perras servían para poder hacer el indio en fiestas o para el arranque del curso siguiente.

Quizás estuviera mal, no lo sé. 

Pero hemos dado el pendulazo y como pillen a un menor (que puede ser un gañán-gañana de 17 años, 11 meses y 29 días) haciendo algo en el negocio familiar  crujen al progenitor. Vamos, hasta la custodia le pueden quitar por el tema este de la explotación de menores. 

Sencillamente nos hemos ido al otro lado. 

Que, como me contó hace poco un conocido, una persona se tuvo que cansar de dar explicaciones porque su hijo estaba cogiendo peras en su finca y al final se saldara el tema con una sonora multa, me parece excesivo. Una cosa es velar por que un chaval no se deje la vida y otra que Javi no pueda pelar pimientos para embotar. Que a eso hemos de llegar

Un amigo bastante socarrón me contó que una vez estaba el en el campo con sus hijos. Edrando, creo que me dijo que estaban a esa tarea. Cuando pasó un helicóptero de la Guardia Civil por encima. Y él, ni corto ni perezoso les dijo a sus hijos

"Hala hijos míos, saltad, saltad. Y jugad. Y poned cara de que estáis contentos"
"Pero papá. ¿Has comido con vino o qué?. Se te va la pinza!
"Haced lo que os digo, que este de arriba como os vea agachados es capaz de aterrizar y meterme una multa por explotación de menores"

Y quizá no iba muy descaminado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario