lunes, 21 de septiembre de 2015

De cuando contactamos con los extraterrestres

Música de hoy, la banda sonora de la serie Cosmos



Os presento a Carl Sagan, uno de los grandes divulgadores de la ciencia


Este señor nos hizo soñar en nuestra adolescencia con el cosmos; "polvo de estrellas" decía que somos. Carl fue uno de los confundadores del programa SETI que se dedica a la búsqueda de vida extraterrestre. Y suya fue también la idea de poner un disco con "los sonidos de la tierra" dentro de las sondas voyager, para por si en el futuro alguna civilización extraterrestre se "tropieza" con la sonda. Estos discos, hechos de oro, son como los viejos vinilos y como os he dicho, recogen los sonidos de la tierra. Por cierto, que el hecho de poner los discos tuvo también sus detractores, los que dicen que si los encuentra una civilización extraterrestre agresiva parece que los estemos invitando a invadirnos. Ya veremos, a las voyager les quedan unos 40.000 años para llegar a las proximidades de otra estrella donde poder encontrar planetas que puedan albergar vida

Creo que una de las primeras cosas que hizo el ser humano cuando adquirió consciencia fue mirar hacia arriba buscando otros como él. De ahí surgieron las religiones y de ahí surgió la ciencia. Y como os digo, de ahí surgió el programa SETI para buscar vida extraterrestre. Señales de vida

Hubo un momento en el que se creyó que se habían encontrado estas señales. En 1967 dos astrónomos Jocelyn Bell y Antony Hewiss detectaron pulsos que tenían una frecuencia exacta, un poco más de 1,33 segundos. La emisión se detectaba con ese intervalo y era de una precisión pasmosa. Evidentemente lo primero que se pensó era que se trataba de una emisión programada, o sea, vida inteligente. Al hecho y con socarronería lo llamaron "little green men", o sea "pequeños hombrecillos verdes". Habían encontrado vida

Pero al poco tiempo se detectaron nuevas emisiones con diferente frecuencia, y entonces parece que la evidencia que ganó fue que era un fenómeno natural. Si pero..... ¿Qué era?

Hay un límite en astronomía que se llama "límite de Chandraskehar". Más o menos viene a decir que las estrellas que tienen una masa superior a 1,44 veces el sol "mueren" de una forma y las que lo tienen menor lo hacen de o"otra forma". Las mas grandes tras el estallido implosionan hacia el centro debido a la enorme fuerza gravitatoria. Ya sabemos que la materia se compone de protones, electrones y neutrones. Pues fruto de esa enorme presión que genera la gravedad, los protones se combinan con los electrones y forma neutrones. Vamos, que toda la materia se vuelve neutrones. Para que os hagáis una idea, imaginar una estrella del tamaño del sol pero que su masa ocupa un diámetro de 20 km. Pues eso es una estrella de neutrones

Y dentro de estas hay unas más curiosas aún. La estrella "madre" giraba sobre su eje. Fijaos en lo que hace un patinador. Cuando abre los brazos, gira a una velocidad; y si los cierra la velocidad de giro aumenta. Pues eso es lo que le pasa a nuestra estrella de neutrones. Al irse cerrando, su giro aumenta de velocidad. Y  este giro combinado con el campo magnético que generan los protones-electrones, provoca la salida de radiación electromagnética. Como el giro llega un momento que se estabiliza en una velocidad determinada, la salida de esta radiación lo hace de forma constante. Es como si fuera un faro en el mar.

Y eso es lo que detectaron nuestra amiga Jocelyn y nuestro amigüito Antony. Un poco a su pesar descartaron la teoría de los hombrecitos verdes, pero habían descubierto un nuevo cuerpo estelar.

Bueno no, habían confirmado la existencia de este cuerpo. Realmente los púlsares habían sido predichos de forma teórica en los años treinta. Ya veis, con un papel y un lápiz la ciencia predijo lo que sesenta años después se encontró

Lo que cada vez está mas claro, dicho con lápiz y papel, es que ahí fuera hay vida, y probablemente como la nuestra. Es una mera cuestión de probabilidades.



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