martes, 25 de agosto de 2015

Siempre es agradable ver trabajar bien

Música de hoy, Eurythmics "Here comes the rain again"


Hay veces que las cosas mas sencillas te pueden alegrar el día. En unos tiempos que vivimos de prisas y de "todo vale" fijarse en los pequeños detalles es muy sano para la cabeza. No sé si me estoy volviendo ya mayor o qué, pero cada vez paso más de opinar de las costumbres de los demás. Juzgarlas dejé de hacerlo ya hace más tiempo

Me gusta salir al campo, y me gusta ir solo. Más que nada para que nadie ande pendiente de si me paro o no. Como tengo un olfato bastante malo, me gusta disfrutar del sonido y del ruido. Y la verdad es que me produce mucha extrañeza cuando veo a la gente con los auriculares puestos mientras pasea. Sinceramente, creo que se pierden la mitad del paseo; bueno, allá cada uno

Como os digo, hay que fijarse en los detalles

El otro día en una obra estábamos cuatro personas comentando porqués de la obra. Que si esto así, que si asao. En un ambiente tranquilo y relajado, cosa cada vez más harto difícil en el oficio mío. En círculo y de pie, a  la entrada de la obra.

Me fijé en un operario. Un hombre ya entrado en años, un oficial. Un señor bastante callado. Estaba a lo suyo, muy concentrado poniendo piedra en la fachada. Y no pude menos que quedarme mirando como hacía su trabajo.

Mojaba en la pared el trozo correspondiente a la piedra que iba a colocar, con la cantidad justa de agua para que escurriese pero no manchara la piedra inferior. Lo hacía con una botella de litro y medio cortada. Y la tenía cortada a la medida para coger la cantidad de agua justa

Un poco de mortero a la pared, y siempre con el mismo número de paletadas. Otro poco de mortero a la piedra y a extender los dos. La colocaba casi sin mirar y la dejaba prácticamente puesta en su sitio. Primero la maceaba con el mango de la maceta y luego con el de goma. Luego cogía una regla para asegurarse de que estaba en el plano y con un nivel medía la verticalidad. Todos los movimientos los justos y precisos, ni uno de más ni de menos. No tenía que limpiar los bordes interiores por que no rebosaba mortero, y en los bordes exteriores poco más de un par de centímetros. Precisión de reloj suizo

Así una piedra tras otra, sin pensar y sin fallar.

Y vi que el resto de los del grupo estábamos fijándonos en lo mismo, en el trabajo que este señor estaba desarrollando

Estuvimos un par de minutos en silencio viéndolo trabajar. Y al final yo rompí el silencio

"Da gusto ver un trabajo bien hecho por una persona que le gusta lo que hace"
"La verdad es que sí"

Hay que fijarse en las cosas pequeñas y habituales, te pueden alegrar el día

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