lunes, 1 de junio de 2015

Buenas noticias, por fin

Música de hoy Lynyrd Skynrd "Sweet home Alabama".




Os presento a Charpentier y Doudna, dos científicas a las que se les ha galardonado con el Premio Princesa de Asturias, posiblemente se les dé el Nobel y es posible que marquen un antes y un después en la historia de la medicina. Pero de verdad, lo que estas dos mujeres han descubierto puede ser comparable a la invención del motor de explosión. 

Voy a ver si lo hago digerible, que merece la pena conocer esta noticia. Imaginad un mundo en el que los seres humanos naciésemos sin enfermedades genéticas, que el alzheimer formara parte del pasado, que no hubiera hemofilia, que los linfomas no...... todo lo que queráis puede estar al alcance por lo que han logrado estas dos científicas

Antes de seguir tengo que decir que la ciencia hoy no es el investigador aislado en su laboratorio rodeado de matraces, retortas y tubos de ensayo burbujeantes. La ciencia, afortunadamente, está globalizada y aunque siempre es uno el que se lleva la fama, normalmente por que es el que acaba dando con el quid, todos los laboratorios del mundo colaboran.  O sea, que lo que estas dos grandes mujeres han logrado es el culmen de un trabajo de decenas de años y de cientos de personas y equipos de trabajo dispersos por el mundo. Y como ellas, cosas que les honra sobremanera, han reconocido. Sabias, listas y humildes.

Vamos a ver de que va esto

Las células son de dos tipos, como las mesas de trabajo. Por ejemplo mi mesa es un caos. Está todo, todo lo que necesito, pero cuesta buscarlo y está disperso, como yo y mi forma de ser. Hay otras mesas de trabajo de otras personas ordenadas en las cuales la información está localizada en un sitio concreto. 

Pues las células son así. Unas tienen su material genético, su información, lo que transmiten a sus descendientes, disperso por toda la célula. Las otras lo tienen recogidito, ordenado y archivado en el núcleo celular. Está ahí y es fácil encontrarlo.

El primer modelo, el revuelto, es el más antiguo en la tierra. Se llamas "células procariotas" y no tienen  un núcleo definido. Su material genético, sus cadenas de ADN está disperso por toda la célula. Estas células son ni más ni menos que las bacterias. Sí, sí, lo que nos produce catarro e infecciones. Eso son las "células desordenadas". Esos y otras más primitivas aún que son las archeas. 

El segundo modelo tiene su ADN en el núcleo, bien archivado y bien colocado. Cada cosa en su sitio y con un montón de cositas para el funcionamiento diario celular. Son células más especializadas. Tienen membrana en el núcleo que lo mantiene aislado del resto de la célula. Son las "células eucariotas", y son de las que estamos hechos todos los animales. Son mas...... modernas

El funcionamiento de unas y otras y su devenir diario es totalmente diferente. Vamos a centrarnos en las células revueltas, las procariotas, las antiguas

La vida es lucha y eso es así hasta a nivel celular. Las bacterias pelean diariamente y desde hace millones de años con los virus (bacteriófagos) que las asaltan y "mezclan" su material genético con el de ellas para reproducirse. Son unos caraduras y unos cucos los virus, y el hecho de tener el ADN disperso por ahí y revuelto hace muy vulnerables a las células procariotas. Son pequeñas, son viejas.... pero no son tontas. Han desarrollado su mecanismo de defensa para evitar que su ADN se vea "contaminado" y las siguientes generaciones "sean distintas". ¿Cómo lo hacen?

Pues estas células revueltas son capaces de detectar las cadenas de ADN que han sido infectadas, eliminar ese ADN corrupto y sustituirlo por el original. O sea, quitan lo malo y lo sustituyen por lo original. Y encima cada operación de estas tiene "memoria" y queda registrada para la siguiente generación, dotándola de un cierto grado de "inmunidad" ante el virus que la "contaminó" y protegiendo futuras generaciones de bacterias. Este mecanismo, que se conoce desde hace años, se denomina CRISP, y es "heredable", que es lo guay del tema. 

En resumidas cuentas, las bacterias, las células "desodenadas", las células procariotas, son capaces de "reprogramar" su ADN.

Ahora imaginad que esto pudiera ser posible en las células ordenadas. Todas las enfermedades que se deben a alteraciones o desorden el el material genético estarían ya no curadas sino que no existirían. 

Los primeros descubrimientos sobre el mecanismo CRISP en las "células desordenadas" datan de 1987. Y ha sido en 2014 cuando estas dos mujeres han descubierto la forma de "reprogramar" las "células ordenadas". Encima, y por lo que cuentan, el proceso no es muy complicado y puede estar al alcance de toda la humanidad

Un inmenso y maravilloso horizonte de posibilidades se abre para la especie humana

Y ahora es el turno de los Jeremías de turno, los profetas de los cataclismos, de las catástrofes y del catacrak. Los que clamarán por que estamos jugando a ser dioses. Los que dirán que nuestro sagrado material genético es sagrado, pero sagrado sagrado. Desde las más rancias religiones hasta los ecologistas mas demagogos alzarán sus brazos al cielo, rezando cada uno a su dios o a la diosa Gaia y anunciándonos el fin de la raza humana como tal. Esto siempre ha pasado en la historia, que se lo pregunten a Galileo, a Giordano Bruno o a Miguel Servet. 

La especie humana ha salido del barro y de la ignorancia gracias a la ciencia. Y por mucho que clamemos, no me imagino a ningún padre que pudiendo evitar que su hijo padezca alzheimer de mayor elija no hacerlo. O evitar que fallezca a los treinta años de un cáncer. No creo que haya nadie así

No se pueden poner puertas al campo ni "desinventar" lo inventado. 

Creo que como os digo, esto va a significar y de verdad un antes y un después en la historia de la humanidad y en la ingeniería genética. Un brindis por dos mujeres, por Charpentier y Doudna y por los que las han precedido. 

Un enlace al premio


No hay comentarios:

Publicar un comentario