Se nota que me gusta la historia ehhhh. Pues sí, pero no hay cosa más sobada, manoseada y manipulada que la historia. Lo primero por que siempre la escriben los vencedores. Y lo segundo por que siempre se usan actos pasados para justificar los presentes, normalmente barbaridades
Y también me gusta el mundillo ese de las ucronías, el de "¿Qué hubiera pasado si.....?", es fantástico imaginar que hubiera ocurrido si la carga de caballería númida hubiera fracasado, o si la batalla de Kurks la gana la Wertmach, o si los franceses no hubieran perdido en 1.812.... nada más de historietas que dejar volar la imaginación. Y barato, de momento, todavía no nos cobran. Así que vamos a aprovechar
Hay una momento histórico, en el del mayor apogeo de Roma, en el año 6 D.C., tiempos del emperador Cayo Julio César Augusto. Su tío Julio a secas, posiblemente el mejor estratega de todos los tiempos, había fijado los límites del imperio romano en el Rhin y Danubio. Y allí la única presencia romana eran una serie de fortificaciones que aseguraban la frontera frente al ataque de aquellos alcachofos que más bien deberían parecer orcos que seres humanos.
En el año 9, como os digo, Augusto nombra gobernador de aquellos andurriales al general Varo y le encarga la noble tarea de meter a esos samarugos en cintura. Varo, al frente de tres legiones, cruza el Elba con el sano propósito de germano, o te apuntas a la moda romana o te hago frito a la romana. Que los romanos eran muy suyos para eso.
Pero Varo era más un gestor que un soldado. Era un buen y leal administrador, pero no era un estratega.
No inició su campaña mal. Bueno, digamos que hizo lo que viene en el manual, simplemente tratar de dividir al enemigo y traerte aliados a tus filas. Lo que pasa es que no eligió bien al aliado. Varo intentó arrimar a la ascua al pueblo querusco, y trabó relación con su jefe, Arminio. Hermann para los amigos germanos.
Realmente Arminio era medio romano. Fue entregado por su padre como rehen a los romanos en la niñez de este. No os escandalicéis, esto era algo habitual. y los romanos no trataban mal a sus rehenes. Los doctrinaron en la forma de vida romana e incluso se alistó en sus legiones. Vamos, que era un germano muy romanizado y esto es lo que atrajo al buen Varo. Que se pensó que Arminio era mas romano que germano. Por que vamos, no tenía nada que ver el vivir en las frías y ariscas regiones germanas que en la plácida Roma.
Varo empezó con mal pié en sus andanzas por Germania. Hizo lo peor. O sea, subir los impuestos. Y las tribus germanas que habitualmente estaban a matarse entre ellas se pusieron de acuerdo para guerrear juntas contra el enemigo común, Roma, y luego seguir con la escabechina entre ellos. Pero lo primero es lo primero. Vamos, lo de siempre, nos unimos los del pueblo para pegarle al forastero que viene a quitarnos las novias.
Y eligieron un caudillo. Un tipo listo y que se había ganado la confianza de los romanos. El buen Arminio, mas artero y mas perro que nadie, que ya estaba tramando su trampa al romano
Varo levantaba sus campamentos de verano para dirigirse al de invierno cuando Arminio le hizo creer que había una pequeña rebelión de unos pocos no muy lejos de donde se encontraban. En realidad, era una trampa en toda regla, con un montón de germanos cabreados esperando al romano. Y encima con las tropas locales de Arminio incrustadas entre los legionarios.
Arminio encima era conocedor de las tretas de otro gran general, el inigualable Anibal. Y mas o menos copió lo que Anibal les preparó la los romanos doscientos años antes en el lago Trasimeno. Jugar con el paisaje, con el clima y con el cansancio.
Varo condujo a sus tres legiones a ritmo agotador para alcanzar a los levantiscos. Una marcha brutal que agotó a los soldados. Varo quería su minuto de gloria, quería agradas a su César. Tras tres día de pateada, sucedió lo que los germanos atribuyen a intervención divina. En el momento en que se iba a producir la emboscada por parte de los locales, una tremenda tormenta se abatió sobre la zona. Los romanos no estaban preparados y quedaron calados hasta los huesos. Como en Trasimeno.
Aquello fue una matanza. Tropas locales, unidas, bien alimentadas y bien vestidas frente a un enemigo desmotivado, hambriento y aterido de frío. Tres días costó la batalla, y los germanos tras dos acometidas se salieron con la suya.
No quedó ni uno. Tres legiones fueron aniquiladas. Se estima que los muertos fueron entre 25.000 y 30.000. Y a ferro, nada de utilizar pólvora.
Unos pocos legionarios, conducidos por Casio Querea (el que luego se cargaría a Calígula) sobrevivieron y llevaron la noticia a Roma. Cuando la noticia llegó , Augusto se pegó un par de meses clamando por su palacio a gritos
"Varo, devuélveme mis legiones"
Pero como en el caso de Anibal, nadie pùede con Roma. La victoria momentánea fue para Arminio. Pero Roma no perdona.
El siguiente emperador, Tiberio, mandó a su sobrino Germánico al frente de ocho legiones a dar un escarmiento a los germanos. Germánico cumplió y venció a Arminio, pero no consiguió atraparlo. Tras esto, los romanos renunciaron a la conquista de Germania.
Arminio no tuvo buena suerte. Murió asesinado por sus propios familiares, haciendo gala de esa constumbre tan germánica y que luego llegó a Iberia de las manos de los visigodos. Nada como un familiar para apuñalarte. Pues eso es lo que le pasó a Arminio
Posteriormente el nacionalismo alemán ha utilizado la victoria del bosque de Teutoburgo para alimentar su ego. Nada como una victoria de los pobres germanos sobre la poderosa Roma para hablar de la supremacía racial.
En realidad no fue para tanto. El interés de Roma era exclusivamente fortalecer y asegurar las fronteras en La Galia. No había interés en conquistar Germania. Por la sencilla razón de que eran tierras que no tenían nada que ofrecer. Mal clima, malas cosechas, pobre ganadería, sin minas..... ¿Para qué cojones quería Roma eso? Si no hacía más que costarle dinero y sudor. Si Roma hubiera tenido interés real en dominar Germania, lo hubiera hecho, aún a costa de diez Teutoburgos. Eso lo sabían los iberos, los Sirios, los cartagineses, los dacios, los galos, los helvéticos...... donde había algo que llevarse, ahí estaba Roma
Arminio fue referencia de ese régimen genocida que fue el Tercer Reich. Y fue fuente de inspiración de todo el nacionalismo del periodo romántico alemán.
Otra manipulación histórica más. Una ucronía de nacionalistas. Pero es que se la creen, eso es lo patético.
Os dejo un enlace
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