miércoles, 25 de marzo de 2015

Cuando ves lo que viene negro, pero negro negro

Música de hoy, "Youngblood", de Whitesnake




Mira que tiene peligro esto del interné. 

Pues resulta que esta semana toca donar sangre. Os voy a contar una que me pasó hace un par de años, como ya hay confianza, me confieso con vosotros.

Ahí estaba yo, esperando turno en la entrada del Centro de Salud. Los voluntarios haciendo su labor muy bien y con simpatía, como siempre. Rellenas la encuesta diciendo que estás sano como una pera limonera y tachas las casillas esas diciendo que no haces nada de riesgo ni que pueda perjudicar al donado. Las conversaciones de siempre y las caras de siempre, vamos, lo de siempre

Me toca el turno. Resulta que han cambiado el sistema de análisis para ver que tal andas de hierro. Antes era un pinchazo y una gota de sangre. Se echaba la gotita al reactivo y a ver que hace, que si flota, que si va para abajo.

Ahora la tecnología ha conseguido un trasto que te lo ponen en el dedo como si fuera un dedal y eso te marca la cantidad de hierro; de ese hierro hecho en una gigante roja hace 4.000 millones de años que tenemos en sangre. Todo un avance y te ahorras el pinchazo

Me ponen el dedal

La enfermera mira el contador.

Me mira a mí y vuelve a mirar el contador. Me quita el dedal. Lo vuelve a poner y repite la prueba

"Esto tiene que estar mal"

Vuelve a mirar el contador

"Estos trastos. Ya te voy a hacer lo de toda la vida"

Me saca la sangre y echa la gota a la disolución. Y la gota se queda flotando tan pancha. La enfermera se rasca la cabeza

"No sé. Que raro. A ver como estabas la vez pasada"

Mira mi historial. Es lo que tiene esto del Servicio  Navarro de Salud. Todo informatizado y todo muy bien archivado

"No sé. Que raro. Voy a llamar a la médico"

Yo estaba ya del color de la pared. Llega la médico. Mira los informes. Me mira a mí. Yo creo que le vi en la cara ojos de lástima hacia mi persona

"Esto es muy raro. Hace un par de meses estabas perfecto y ahora estas con unos niveles de hierro bajísimos. Vamos a tomar una muestra en tubo y vamos a hacer unos análisis completos en el laboratorio en Pamplona. Esto tiene carácter de urgencia, así que vienes mañana y hablamos a la luz de los resultados. De momento te voy a recomendar una dieta que tienes que seguir para elevar esos niveles de hierro"

Yo no sabía que decir. Me dan un papel con lo que había que comer. Resulta que lo que más hierro tiene son las almejas. Salgo del centro de salud y me dirijo primero al BM y luego al DIA. Acabé con todas las reservas del bivalvo en cuestión de ambos supermercados y me dirigí a casa. Almacené las latas, todas menos dos que directamente procedí a comer mientras encendía el ordenador y entraba en google. Y puse

"Bajada brusca de hierro"

Apareció un montón de páginas. Empecé a leer y cada vez mi futuro lo veía más negro y más breve. Todo era can.....cer. O cosas peores como síntoma de fiebres hemorrágicas, destrucción hepática, problemas gladulares y cosas así de divertidas. Un cuarto de hora estuve en la red, lo suficiente como para darme cuenta que tenía que dejar mis cosas personales ordenadas e irme despidiendo de los míos. Jo que triste, pensé yo. Si aún me siento joven. Con lo bien que se está aquí, en este mundo temporal.

Volví a cenar otras dos latas de almejas, pero bajo el peso de la resignación y de esperar lo inevitable. Total, pensaba, todos nacemos con la sentencia de muerte firmada y la muerte nos iguala a todos. Vaya consuelo más tonto

Al otro día me plantifiqué en el Centro de Salud. 

"Pasa, pasa Jesús". Me dijo la amable doctora

"Pues no sé que pasó ayer. Resulta que el trasto este debió fallar contigo. Y el reactivo estaba mal, lo que pasa es que como fuiste el único con el que lo usamos, no lo detectamos. Oye, que estás perfecto de hierro. Hala, a donar"

Salí como en una nube. Oye, que no me cambiaba por el que hacía el anuncio ese de buscando a Curro, el que le tocaba la lotería.

De verdad, estas chorradas te hacen replantearte muchas cosas y lo fugaz de nuestra existencia. Jo, que profundo me ha quedado. 

Y otra cosa juré. Que en la puta vida se me ocurre buscar en interné cosas de las que no entiendo nada de nada. Si no tienes criterio acerca de lo que estás leyendo, no sabes si eso es verdad o es una patraña. Vaya noche de desvelo que me pegué

La semana pasada me acabé la última lata de almejas

1 comentario:

  1. ¡Que relato más divertido!, y a la vez... muy humano.
    Yo quise ser donante de sangre, pero me dijeron que mi sangre no valía por culpa de un señor que se llamaba Von-Willebrand.
    Alguna vez ya me lo habían dicho: "qué mala sangre tienes"...
    Sería por eso.

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