jueves, 5 de febrero de 2015

Grandes riadas que en la historia han sido

Música de hoy, nos vamos a Aragón. Labordeta "Esta tierra es Aragón".


No quiero irme muy lejos. No vamos a hablar de las monumentales tragedias del Yang-Tze ni de las inundaciones de Bangladesh. Vamos cerca, al Ebro y aledaños

La mente humana es selectiva, ya os lo he dicho otras veces. Tendemos a olvidar lo malo y nuestros recuerdos son los buenos. A menos que seamos de esa especie humana que hace del odio, de la envidia y de la maldad su modus vivendi, las personas nos acordamos de lo bueno

La frase del otro día era "no ha habido riada como la de este año". Pues que sepáis que en términos de caudal ha sido de las normalitas, vamos, de las que vienen cada diez años. "Periodo de recurrencia", que llaman los que entienden de hidrología. Ha  habido riadas en el Ebro infinitamente más poderosas y destructivas. Posiblemente la mayor de la que se tiene constancia fue la del 18 de febrero de 1643. Se llevó por delante la mitad del Puente de Piedra de Zaragoza, en la época en la que los puentes prácticamente no existían en Europa y mucho menos sobre ríos de la envergadura del Ebro. Os pongo un cuadro de Juan Bautista Martínez del Mazo que refleja como se quedó el puente de marras. 

Este pintor casose con la hija mayor del insigne Diego Velazquez. Fue una boda muy comentada entre la alta alcurnia de la época y mereció reportaje a todo color en el ¡Hola! por el que los desposandos cobraron suculentos emolumentos. 

El cuadro en cuestión, ya veis que la técnica es velazqueña total


Aquella época eran también años de recortes económicos (¿Os suena?), la España de la época de Felipe IV languidecía económica y políticamente. No fue hasta 1657 hasta que se iniciaron las tareas de reconstrucción y no se finalizó hasta 1671.

De la riada hay una crónica, que la transcribo

A 18 de febrero del año 1643, día de Ceniza, sucedió una inundación del río Ebro tan grande, que no la habían visto ni oydo los nacidos; porque subió más de una vara sobre las murallas del convento, y llegó hasta una línea de ladrillos que está por señal del caso en el salón de la cocina, y enfrente en la pared una piedra negra [...] con esta inscripción: «Año 1643, a 18 de febrero, día de Ceniza, a las 4 de la mañana comenzó a crecer el río Ebro. Entre la 1 y las 2 derribó los dos arcos de medio del puente de Piedra, y antes llevó el puente de Tablas. A las 3 llegó hasta esta línea de ladrillos, y entre 6 y 7 comenzó a menguar. Entró en la bodega de casa, y se llevó el vino; rompió las cubas y tinajas del aceite, derribó las secretas de la enfermería, hizo sentimiento el refectorio y el suelo de la celda prioral [...] y para reparo de los daños, nos envió el señor Arzobispo de Valencia D. Isidro Aliaga una limosna de 300 libras.

Ya veis amigüitos, lo que hemos vivido ha sido algo "normalito". Cuando el río baja bravo, no hay quien lo frene

Si queréis saber algo más, os dejo este par de enlaces



Yyyyyy, me preguntaréis ¿Porqué ha habido tantos daños si la riada ha sido de las habituales? Pues por los recortes amigos, muchas motas estaban sin reparar, y así ha pasado

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