miércoles, 7 de enero de 2015

Veneno a nuestro alrededor

Música de hoy, Roberto Carlos "Yo quisiera ser civilizado como los animales"



El otro día os conté aquí  lo que ocurrió en Bhopal y que se llevó por delante un número indeterminado de personas. Llevaron la peor parte los más pobres de esta ciudad, tuvieron la mala suerte de que ese día el viento soplaba en su dirección.

Economía y sociedad deben ir de la mano, juntamente con la ciencia. Cuantas veces hemos visto casos de que en zonas deprimidas o desfavorecidas se establece una industria y los habitantes del lugar la ven como el maná que acabará con sus problemas. Cuando en realidad lo que se consigue es cambiar unos por otros. Somos mucha gente en el planeta, pero caben muchos más. Mi filosofía vital creo que a lo que más se aproxima es al positivismo, soy optimista con respecto a nuestro futuro

Pero ese "respecto" debe ir acompañado de respeto y de prudencia. Los procesos industriales tiene que estar dirigidos desde la prudencia, la ética y la ciencia. Todo no vale para "salir del atraso", "avanzar hacia el futuro" y "encaminarnos hacia el progreso"

Los que ocurrió en Bhopal fue el resultado de una buena idea cargada de buenas intenciones (producir un pesticida, Sevin, que ayudaba a mejorar las cosechar) pero esta idea se contaminó de criterios exclusivamente economicistas y cortoplacistas. Se eliminó gran parte de la seguridad de la planta de procesamiento y el isocianato de metilo acabó con diez mil personas.

Tenemos un caso de contaminación brutal y peligrosa a pocos kilómetros de casa. Sabiñánigo, en Huesca, en las faldas de Pirineo, un lugar precioso. Allí, en un valle económicamente deprimido Inquinosa estableció una fábrica de pesticidas. El resultado del proceso era un producto químico llamado lindano. Se utiliza ampliamente como pesticida y hasta para fabricar champú para piojos. Es una de las formas del hexacicloclorohexano, un isómero de este mismo.

Pero el problema de los venenos no es el producto. Es la dosis o concentración del mismo. Inquinosa estuvo tirando sus residuos a un vertedero sin ningún tipo de control. Posteriormente la empresa cerró, abandonando las instalaciones y con ellos cientos de toneladas de este producto. Algo verían los vecinos del lugar que desde tiempo atrás toda el agua que consumían era embotellada

La Junta de Aragón hizo unos estudios de contaminación de suelo tras el cierre. Y los resultados los dejaron espantados. De hecho se prohibió consumir agua del grifo en seis pueblos de la zona. Iniciaron los trabajos de descontaminación y como todo en esta vida, si algo puede fallar, fallará. Y algo falló. Durante la ejecución de las obras se produjeron unos meses de fortísimas lluvias en el Pirineo y el desastre aún fue mayor. El lindano llegó al río Gállego y al Ebro. Todavía no se sabe el alcance del desastre. 

Y en eso está la Junta de Aragón, la Confederación Hidrográfica de Ebro, el Gobierno de España y la Comunidad Económica Europea. Tirándose los trastos a la cabeza y buscando responsables. Mientras la pelota pasando por encima de todos los vecinos y de nosotros. El problema es más serio de lo que parece, pero hay una opacidad total en el tema

Lo del lindano no es sólo un problema de Aragón. También se ha dado en Vizcaya.

Ciencia y economía deben ir de la mano. En el momento en que se sueltan, ocurre el desastre.

Os pongo un par de enlaces, si queréis saber mas acerca de este veneno latente y amenazador

En Aragón



Y en Vizcaya


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