viernes, 1 de agosto de 2014

Matanza del bisonte americano

Música, BSO de la película "Quigley Down Under". De vaqueros es 



Hace tiempo os conté cómo el viejo Koba, más conocido como Stalin, utilizó una de las armas más poderosas que hay para acabar con los agricultores ucranianos. Este arma no es ni más ni menos que el hambre. Está aquí la entrada

Esto de joder al prójimo a base de matarlo de hambre no es nuevo. Es una técnica tan vieja como nosotros y siempre se ha utilizado. El cerco a una ciudad y su asedio venía acompañado de una buena temporada haciendo dieta los defensores, y normalmente la derrota era más por hambre que por la heroicidad de los asaltantes. No os creáis todas esas cosas de las batallas y los héroes de Hollywood. No era así. La gente aguantaba tras sus murallas lo que le duraban las raciones de comida, y si no recibían ayuda del exterior acababan sucumbiendo, pero era la gazuza lo que obligaba a los sitiados a rendirse. Ni qué decir que el porvenir no era muy halagüeño, o acabas de esclavo o directamente crucificado, ahorcado, ahogado, apuñalado.... ya sabéis, esas cosas tan divertidas que nos hacemos los unos a los otros

EEUU utilizó esa historia de los agricultores ucranianos a modo como forma de propaganda para demonizar al ya demonio de Stalin. Pero ellos, como todo conquistador que se precie de serlo, también tienen su parte oscura.

Si seguimos con las películas de Hollywood nos presentan a los indios americanos de dos formas, o como una cuadrilla de asalvajados asociales y sin ningún tipo de organización o como unas personas que vivían en perfecta comunión con la naturaleza. Pues no eran ni una cosa ni la otra. Ni eran unos desharrapados ni eran como en la de "Bailando con lobos"

Es cierto que no tenían industria ni eran agricultores. Se parecían más al los San namibios que otra cosa. Eran cazadores recolectores pero tenían su organización social. Estudios que se hicieron en el siglo XX muestran algo parecido a un "imperio" en el siglo XVI donde estaban asentados los comanches. Conquistaban y guerreaban con sus vecinos y tenían auténticos ejércitos muy bien organizados y entrenados.

Y vivían de la naturaleza, eso sí, pero no os penséis que eran Greenpeace. Como todo ser humano, iban a los suyo. De hecho se estima que a principios del siglo XIX los comanches acababan con la friolera de 300.000 bisontes al año

Cuando los EEUU empezaron a expandirse hacia el oeste se encontraron con dos problemas. La expansión la hicieron colonos agricultores y como os digo, tenían dos enemigos. Por un lado, los indios que allí estaban, que no les hacía ninguna gracia las visitas. Y por otro lado, los bisontes. Se estima que los había a millones, e imaginaos la cantidad de hierba que puede comer una mole de mas de 1.100 kilos de peso a diario. Si en vez de uno son miles nos encontramos con el enemigo perfecto para un agricultor. Vamos, que se te mete una cuadrilla de bisontes en el huerto y te lo dejan como el del chiste de Getsemaní

Luego los indios. Que en cuanto aprendieron a montar a caballo y a utilizar los rifles se hicieron fuertes y empezaron a crear serios problemas al gobierno estadounidense. Peroooo, resulta que hete aquí que hay un denominador común. Un problema es el bisonte pateador. Otro el indio que se alimenta de bisonte. Si yo elimino los bisontes, los indios se quedan sin comida y ya sabemos lo que pasa si no comes. Ecuación resuelta. Y los bisontes son más fáciles de cazar, e incluso más aprovechables, que los indios.

Y se inició la gran matanza. En pocos años prácticamente se extinguió la población de este magnífico animal de las praderas del centro de Estados Unidos. Se creó una auténtica industria en torno a la caza de este animal: cazadores, desolladores, curtidores, transporte..... una industria que utilizaba exclusivamente la piel del animal y la lengua; ahhh, y cuando los buitres hacían su tarea, los huesos, para ser molidos y utilizados como abono. Todo esto con el objetivo de privar a los indios de alimento y con esto conseguir que se extinguieran

Bufalo Bill fue uno de los famosos cazadores. Pero le pasó como a San Pablo camino de Damasco, se pegó un trompazo desde el caballo y se convirtió en uno de los grandes conservacionistas. Por fin fue el presidente Roosvelt el que acabó con la caza de este magnífico animal y le dotó de la protección que tiene ahora.

Unos pocos sobrevivieron en algunos lugares aislados como Yellowstone y algún sitio más. Y de estos pocos supervivientes descienden todos lo que ahora pastan de nuevo. De aquí viene otro problema, este animal presenta una endogamia tremenda y es muy vulnerable a las enfermedades y a degeneraciones genéticas.

El hambre amigos, el hambre. Una de las armas más poderosas de  la tierra

Os dejo con un par de fotos que ilustran la matanza. Son montañas de cráneos



Y la herramienta responsable de la carnicería. 



El rifle sharp calibre .50. Se hizo famoso por aparecen en la película de John Wayne "Valor de ley". Posteriormente hubo un remake de los Cohen protagonizado por Jeff Bridges que también está muy bien. Son dos grandes películas. 

Y el cacharro este también es protagonista de "Un vaquero sin rumbo" protagonizada por el armario e inexpresivo Tom Selleck (la música de hoy corresponde a esta peli). Estos yanquis son muy suyos, y celebran una competición anual de tiro con este trasto rememorando una de las escenas de la película. El reto consiste en darle a un blanco de aproximadamente medio metro de ancho a un kilómetro de distancia. Y con este apero arcaico. Oye, y que le atinan.

Os dejo el enlace a la peli, que está divertida. Para ver estas tardes de calor. Pinchar aquí


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