viernes, 30 de mayo de 2014

Una historia olvidada

La verdad es que Europa siempre nos hemos creído que somos el ombligo del universo. Creemos que las únicas tierras “civilizadas” son las nuestras y llevamos la soberbia hasta el punto de pensar que sólo ha habido historia en Europa, que en China, India, Centroasia o Japón nunca ocurrió nada digno de mención hasta que los conquistadores o viajeros europeos se dieron el garbeo por allí

De hecho llegamos hasta la estupidez de decir que “el imperio romano cayó en el año 476” y con ello llegó la “edad media” al mundo, época de oscurantismo, supersitición y en general retroceso. Pues esto no es cierto

El imperio romano duró casi mil años más. Se acabó cuando los otomanos pasaron a cuchillo o vendieron como esclavos a los ciudadanos de Constantinopla en 1.453. Y esos mil años fueron en general espléndidos tanto para la cultura como para la ciencia en esa zona del mundo. Mientras Europa chapoteaba en el barro, el lodo y las cenizas, el Imperio Romano de Oriente era todo un faro de conocimiento

Nos pongamos como nos pongamos, la historia de la humanidad es una historia de batallas, conquistas, dominio y luchas. La historia la han escrito los vencedores, pero la pluma la manejaban los soldados. Para cuando en la historia hay una reseña a un músico, filósofo o científico, para los guerreros hay decenas. Ha sido la sangre la que ha escrito las páginas de la historia

A cualquiera que le preguntes por alguno de los grandes generales siempre nombrará a los mismos. Que si Alejando, que si Julio Cesar, que si Aníbal…. más recientemente Cortés, Pizarro, Patton, Rommel…. Y pocos más. Generales europeos o descendientes de europeos. Pero la historia da más de sí que el cortoplacismo del viejo continente. Yo particularmente soy fan de Aníbal, otro día os contaré porqué.

Hubo un soldado que casi reconstruyó el impero romano en su totalidad. El nombre de este general era Belisario. Vivió en la época de otro gran emperador, Justiniano, en el siglo VI D.C.

Un general olvidado y sobre el que no se han hecho películas. Pero que en plazo de treinta años reconquistó todo el norte de África, España hasta casi la mitad, Sicilia y casi todo Itália, Albania, Croacia y Eslovenia. Primero aseguró el frente oriental del impero, dándoles las del pulpo a los Persas. Tras firmar y comprar la paz, se lanzó a la reconquista del antiguo impero romano, intentando recuperar el esplendor original

Este es el mapa de la extensión del imperio romano de oriente en el 530 DC

  Este en el 540
Y este en el 560

Como veis, casi casi recuperó todo el Mare Nostrum. Esto lo hizo un hombre con un ejército relativamente pequeño y con pocos medios. Hay historiadores que dicen que Justiniano odiaba a Belisario por el aura que estaba alcanzando, pero parece que no era cierto. 

Belisario tuvo algo que lo diferenció del otro gran general, Alejandro. Alejandro conquistaba para él, él era el rey. Belisario era un currela, un hombre leal que trabajaba por su país y su emperador

Fue el último general romano al que se le dignificó haciendo un desfile triunfal tras sus victorias. Un hombre olvidado, quizás porque a fecha de hoy esas tierras son Turquía. Y los turcos reniegan del pasado imperial de Contantinopla, a la que ahora llaman Estambúl. Y otra cosa es cierta, no tienen dinero para superproducciones. Si Belisario hubiera sido francés o inglés, habría series de televisión sobre él.

Un hombre leal a su patria y a su emperador. Por desgracia la lealtad entre la clase gobernante cada vez escasea más a nivel mundial.

Si queréis saber más

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