martes, 13 de mayo de 2014

Cinismo, ecología y sitios curiosos del mundo

Bueno, antes que nada agradeceros las innumerables muestras de cariño y amistad que me habéis mostrado. Secando las lágrimas que anegan el teclado con un espontex estoy.

A lo que vamos

El otro día entrevistaron al director general de una entidad sin ánimo de lucro, Ecoembes. Se dedican a planificar y promover la recogida de envases usados. La verdad que a mí sus palabras me causaron buena impresión y fue una entrevista bien hecha. El hombre parecía muy convencido de lo que decía y se creía lo que patrocina y vende. Amén de que el currículo profesional de este señor era impecable e impresionante. Como os digo, un buen profesional

La entrevista se centró en la “gran labor que por el medio ambiente hace ecoembes”. Y sobre esto giró la mayor parte del diálogo.

Hubo una frase que se repitió mucho “hemos mejorado en nuestro país”. Y sobre esto es sobre lo que os quiero hablar hoy. No se puede hablar de “ecología” y de “nuestro país” a la vez. Es incompatible y son dos palabras que riñen. “Ecología” es una palabra de origen griego y cuya etimología quiere decir “conocimiento de la casa”. Pero no en el sentido de “casica” no. Casa a nivel global, a nivel mundial.

Mientras hablemos de “nuestro país” o “nuestra región” vamos mal, muy mal. Qué bien nos sentimos por que el “nivel de recogida de envases en España ha aumentado en un….%” y “hemos contribuido a una reducción de emisiones de….%”. Esto es cierto, y no es que esté mal. Pero pretender dar a un problema global soluciones puntuales no conduce a nada

Mientras en el gordo y grasiento primer mundo jugamos a lo chachi piruli que es la ecología en el tercero se están tragando toda la basura intratable que a nosotros nos molesta. Pagas una cantidad al tiranuelo de turno y te mando este portaaviones lleno de amianto para que tus habitantes lo desguacen. O apruebo una normativa prohibiendo enterrar según qué tipo de mierda en mi ecológico país y se la mando a los africanos para que la “gestionen”.

Qué bonito y qué práctico es ser rico y tener pobres cerca para mandarles el veneno que a nosotros nos molesta

Hay un sitio en África, la Bahía de Nouadibú, en Mauritania. Posiblemente nuestro amigüito Txema en su periplo africano haya estado allí. Es uno de los mayores cementerios de barcos del mundo. Cientos y cientos de embarcaciones, de las que se nos han quedado viejas y obsoletas y no merece la pena reparar ni desguazar, están allí embarrancados. Un sitio que nos debería dar vergüenza a todos los que nos titulamos como “ecologistas”. Toda nuestra basura que no queremos o que nos sale muy caro de tratar se la hemos encajado a esta pobre gente

Ahora parece que la cínica UE va a aprobar un proyecto para la limpieza de la zona. A ver en que queda
Os dejo algún enlace, con fotos y demás


Qué fácil es ser ecologista si eres ciudadano del primer mundo. Si tu primera preocupación es nutrirte o que no te peguen un tiro, la cosa cambia y mucho

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