miércoles, 28 de mayo de 2014

Abusos de grandullones

Hace tiempo que Salazar tiene la DKV aparcada y creo que de vez en cuando tiene que salir a dar una vuelta. Había pensado en que hoy echara una mano a estos chavales, pero creo que en el fondo la noticia es más seria que para tratarla de coña

Foto del periódico el viernes 23 de mayo, jornada pre reflexión


Resulta que dos jóvenes, hartos de estar en casa mano sobre mano, se han montado una pequeñísima empresa. Para ellos dos y por ellos dos.

Cuentan cómo ha sido la gestión de la idea y porqué. Las diversas vías que han explorado. Las vueltas que le han dado para llegar a esto. Y cuentan cómo les está yendo

“Sale lo justo para el gasoil” dicen

Pero no se desaniman. Por lo menos en la foto se les ve sonrientes. Cuentan que estaban amargados en casa por no encontrar trabajo. Y que se decidieron por este rollo (que en el fondo tiene que ser un rollo) de ir recogiendo aceite usado litro a litro por las puertas de las casas. Cuentan como han ido poniendo papelitos por los portales. Como cambian estos papeles para que les salga el tema un poco más económico. Hasta el último céntimo de gastos tienen estos chavales medido. Me los imagino de madrugada cogiendo su furgonetilla y yendo a timbrar por las casas a recoger el aceite de freír litro a litro. Y dicen que poco a poco los están conociendo.

En la foto se les ve contentos. Y para más inri son primos. Un negocio familiar con el que estos chavales únicamente aspiran a sacarse para vivir. Y cuentan también que tienen todos los permisos y autorizaciones. Un poco entiendo de esto, de lo que cuesta “sacar los papeles” para cualquier empresilla que montes. Y esta pareja, sin desanimarse, han cumplido toda la burocracia y están en regla

Y como buenos empresarios que son, buscan la mayor rentabilidad a su negocio y a su trabajo. Nos dicen que cuando tienen una ración de aceite lo llevan en su furgonetilla a Vitoria, a una planta de biodiesel. Y ahí es donde fructifica su trabajo

Y en esto llega la Mancomunidad de Basuras de la Cuenca de Pamplona, empresa creada con dinero de todos. Empresa mastodóntica, con muchos gestores, administrativos, economistas, trabajadores, máquinas, camiones….. y presidente y vicepresidente elegido entre los políticos de la Cuenca de Pamplona

Y nos dice que el gestor del aceite son ellos. La Mancomunidad. O sea, que el dueño de mi aceite usado, del que yo lo he comprado en el supermercado o tienda de barrio, del que yo lo he echado a mi sartén y lo he frito en mi cocina con mi electricidad o mi gas y poniendo todo perdido es la Mancomunidad.

El acabose.

Si vienen estos chavales, u otras personas, y encima se me acreditan como gestores de aceite usado, y encima me facilitan que ya no tengo que ir al contenedor del aceite (que ha sido una gran idea, por supuesto) ¿No puedo entregárselo?¿Me denunciarán? ¿De qué vamos?

Lo de la administración hacia los administrados es la repera en bicicleta. Los chavales recogiendo sus papeles de propaganda usados por economizar. Pero Mancomunidad, si no le salen las cuentas, directamente nos sube el recibo a todos nosotros. ¿Cómo va a competir nadie? Es imposible

La idea inicial de las mancomunidades puede ser buena, como otras muchas. Pero estas buenas ideas se han transformado todas en lo mismo. En un diplodocus que devora nuestros recursos dándonos cada vez menos a cambio

Ahhh, y normalmente en un refugio de políticos para disimular otro sueldo encubierto

Bien por estos chavales, ánimo y que tengan suerte. 

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