martes, 31 de diciembre de 2013

Se nos acaba el 13 y empezamos el 14

Bueno amigos, que hasta yo de vez en cuando me pongo un poco nostálgico. E incluso y ya que estamos en época navideña, blandico tipo barra de turrón del blando.

Realmente esto de las fechas es un poco melonada, en el fondo qué mas dará un día que otro. Pero es en estas “fechas señaladas” cuando hacemos un poco balance de lo que han sido otro monton de “fechas sin señalar”. Pobrecitas, parece que no han tenido su importancia.

Para mí no ha sido un mal año 2013. He descubierto esto de la tecla y a vosotros, los que estais ahí al otro lado de esta pantalla leyendo mis melonadas diarias. Ha sido una forma de verme un poco más acopañado y arropado. Es en este momento cuando estoy pasando una bayeta por encima del teclado para secar el reguero de llanto que amenaza con estropearme el ordenador. Ya véis amigos, no soy un Salazar en su versión recia y mucho menos en su faceta de millonario

2014 para nuestros montes debería ser un año crucial pero no lo va a ser. La parte que ardió seguirá sin recibir la atención que ya está clamando a gritos. Seguirá sin recibir el aclareo que necesita y esos treinta mil pinos por hectárea seguirán como están, apretujados e imposibilitando el crecimiento de otras arbustivas. Si que confío en que esa pequeña parte que unos iluminados estuvimos cuidando reciba la venia por parte de alguien y se nos permita acabar ese trabajo que con tanta ilusión y fuerza empezamos. Si es así, este blog habrá tenido su sentido. Y si no le es también, que seguiré dando la cencerrada

Por el otro lado todo seguirá igual y nada cambiará amigos. La acomodada y adormilada Europa continuará con su siesta y su digestión y la desgraciada Africa con sus guerras de siempre y seguro que alguna nueva.

Yo espero este año poder bajar a África, concretamente a Uganda. Y poder volver con un monton de recuerdos y experiencias para haceros complices de ellas. La parte ecuatorial de este continente es una zona desconocida para mí y cada día tengo más ganas de poder conocerla. Cuando sea así y haya visitado Méjico, Guatemala, Japón y China creo que dejaré el pasaporte y la cartilla de vacunación en el cajón y allí se quedarán para siempre. Pero tal y como va la cosa, me temo que los dos primeros países es harto complicado visitarlos. La violencia hace imposible un viaje de los que a mí me gustan.

Que empecéis bien y que a acabéis mejor este año que empieza. Y que solo la buena suerte y la felicidad timbren a vuestra puerta. Es en este momento cuando vuelvo a pasar el spontex por encima del teclado.

Bueno amigos, hasta mañana. Sed buenos y no discutáis esta noche en la cena.

Y os dejo con algo que no es habitual, una foto mía en la que no salgo o avinagrado o a punto de hacerlo. Es en Namibia, la tierra de dónde son los primeros hombres. Como para no estar contento


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