miércoles, 5 de junio de 2013

De cómo Salazar sufre un atentado


 Pedro Salazar Ibiricu ha aparcado su DKV en el patio de la escuela laboral de Peralta. Hoy, es día de mercado.

No sabe que está siendo observado a través de una mira telescópica leatherwood X36 instalada sobre un fusil cheyenne tactical .408. Un fusil que puede hacer blanco sobre una cabeza humana a más de dos kilómetros. John Rambo maneja semejante arma letal. Más letal si cabe. Su observador John Maclein hace los cálculos de velocidad del viento, humedad y temperatura, ofreciendo las pequeñas correcciones que John debe aplicar en la mira. Ambos están ocultos bajo una red de camuflaje en el manazas de Funes

“Maldita hea John. No he qué hacemoh aquí cargándonoh a un puto vendedor de achicorias”. Es John Rambo quien ha hablado
“Por dinero,  John, por dinero. En Fort Bragg nos dijeron que ni mujeres ni niños. De vendedores de achicorias no dijeron nada”. Contesta John Maclein
“Ehto eh mucho mucho raro”
“Joder John, llevamos dos días durmiendo en Funes y ya se te ha pegado el acento”
“Que quiereh quelaga, ya habe que he me pega fácil”
“Esto es muy raro. Esto es un encargo anónimo y bien pagado. ¿Tanto vale ese comerciante de verduras?”
“No he. Y hi no vale que paha pueh. Holo por lo puerco que va el marrano del, ya he merece el tiro”

Maclein ve algo brillar en la otra orilla del Arga. Gira su catalejo y ve un automóvil. Dos personas sentadas en el capó con prismáticos observando a Pedro Salazar. Raro, muy raro. Memoriza la matrícula e introduce el número en su Ipad. Bingo, un coche del Gobierno Español. Maclein hace memoria y recuerda una escabechina en Tudela que provocó un cataclismo político en el país. La descripción del algarrobo coincide con la del achicoriero.

Maclein fotografía a los dos personajes son su sony X50 e introduce sus caras en una app de reconocimiento facial conectada con Fort Bragg. Unos minutos después, aparece MATCH 100% en ambos casos. Son dos altos cargos políticos, uno del partido que gobierna y otro del que gobernó y volverá a gobernar. Alternancia le llaman en España. Repartirse el cotarro lo llama Maclein.

“Todo claro John. Ahora lo entiendo. Cambio de objetivo. El achicoriero es un tocagüevos, pero creo que no merece morir”
“No jodah”
“Cambio de objetivo John. Dos tres tres cero metros. Corrige punto dos a tu derecha. Declina uno. Dos objetivos. Alcanza primero al de la chaqueta gris. Corrige punto cinco a la izquierda. Tiempo de vuelo del proyectil cuatro punto tres segundos. Recarga en dos segundos. Dispara cuando quieras”
“He van a enterah ehoh”

Un disparo, recarga y segundo disparo. Los dos proyectiles en el aire. Cuatro segundos después, dos cráneos estallan quedando sólo los cuerpos con la mandíbula inferior en cada uno. Dos segundos más tarde, en el patio de la laboral de Peralta se escucha el sonido de dos truenos lejanos

“Mihion cumplidah. Hala, recoho los cacharroh y pa caha”

Maclein gira el catalejo y vuelve a mirar al achicoriero.

“Maldito cabrón, está mirándonos hacia nosotros, saludando y partiéndose de risa. ¿Cómo lo sabía?”
“Me pareceh que el feriante ehe no eh un cualquiera John”
“No lo sé. Y me da igual. Recoge que nos vamos John”
“Pa caha, a veh hi llegamoh a almorzah”
“Ostia John, se te ha pegado el acento de Funes y las costumbres”
“Anda a cahjcala”

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