viernes, 19 de abril de 2013

Capítulo sexagésimo séptimo “fronteras, parte siete (episodio tres y fin)”





…………………….. ACHICHARRARRRR!!!!!” 

Afortunadamente no hubo tiros ni nos persiguieron. Así que a toda velocidad hacia la Seo. Llegamos, recogimos todo el alijo y para casa. Eran las siete de la tarde. El coche iba que rozaban los bajos en la gravilla.

Enfilamos la nacional hacia Lérida. Muchas curvas y yo me fijaba que el Ángel le daba al intermitente en cada curva. Cosa rara me parecía, pero bueno. Allá él.

A la salida de una curva, a trescientos metros más adelante, un cacho control de la Guardia Civil como un demonio de grande. Lo suelen hacer, sabían el truco que utilizaba el personal de hacer viajes; así que de vez en cuando montaban una “frontera” más adelante para pillar a los listos.

El Ángel con el intermitente dado, tranquilamente  gira a la derecha y enfilamos un camino ganadero monte arriba. Como oís, José María el Tempranillo y sus secuaces al monte. Avanzamos medio kilómetro por el camino y por otro lateral que salía nos metimos y escondimos el auto. Volví andando hasta donde se veía la carretera y a las dos horas, cuando vi que quitaron el control, volvimos a la nacional y seguimos camino. Las doce de la noche y quedaba tarea aún.

Poco a poco, nos fuimos adormilando todos. Yo iba dando cabezadas y en un momento que me despierto veo a Pelucas y al Emilio dormidos atrás y al Ángel conduciendo con la cabeza afuera por la ventanilla

“¿Pero qué haces?”
“Es para no dormirme, que tengo mucho sueño”
“Joder, pues para y descansamos un poco”
“También es verdad. Tienes razón”

Yo creo que sí,  que era más prudente dormir un rato que conducir con la cabeza afuera.

Y aquí acaba la historia fronteras parte siete. Llegamos con bien, nos reímos mucho y pasamos mucho mucho miedo.

Yo cuando salimos escopeteados de la frontera pensaba que nos iban a coser a tiros, y encima con razón.

Buen fin de semana

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