Capitulo
tetragesimo septimo "prisiones, parte uno"
Bueno, vamos a cambiar de tercio, que ya estoy un poco pesado con el monte. En estos capitulos, no tocan risas. ¿Que porque no tocan risas?, pues por que para eso soy yo quien escribe.
Cada vez que ocurre un crimen nuestros queridos legisladores salen con lo de "no legislar en caliente". Si este delito es particularmente asqueroso (y mas si las víctimas son niños o personas indefensas) cualquier ser humano sentimos el deseo de coger la horca de sacar el fiemo del corral, sacarle el paquete intestinal al hijoputa de turno y quedarnos mirando su cara mientras se desangra. Pero esto siempre es en caliente, luego a cualquier persona nos repugna el sufrimiento ajeno, aunque sea del mayor de los criminales.
Una mañana en Bratislava. Capital de la republica eslovaca, famoso pais por ser la patria de Adriana Sklerinakova (gloriosa chica wonderbra, slurpssss slurpssss) y por nada mas. Poco que ver en este pueblo, eterno perdedor cultural frente a su hermanica Praga. No se como ni por que, vimos que se podia visitar una cárcel que habia estado en uso hasta principios del XX. Y como ya la mañana estaba echada, fuimos.
Estaba fuera de la ciudad. Imaginaos en la cima de una colina una especie de tunel ferroviario o cueva de grandes dimensiones. Esa era la entrada. Accedimos y la carcel era eso, un túnel. Yo creo que tenia unas dimensiones de unos ocho metros de ancho y cuatro de alto. Y muuuy largo y en pendiente hacia abajo. En un lateral, un pequeño regacho de unos treinta centímetros por treinta. Y como todo regacho que se precie de serlo, con un poco de agua que corria haca abajo. Y en ese mismo lateral, y cada cuatro metros, una argolla clavada en la pared.
Y esto era la carcel. Te condenaban a lo que fuese, seis meses, un año, dos..... y te traian a esta ergástula. Te ponian una cadena al tobillo y te encadenaban a la argolla. Y ahí te quedabas. Te tenías que lavar, hacer pis y hacer pos en el regato. Ya os podeis imaginar que los puestos privilegiados eran los del principio "arriba del regato", por que si te tocaba los de abajo, pues veías pasar las legañas, el pis y el pos de todos los demás reclusos.
Esta carcel no se utilizaba para presos comunes, era para presos politicos. Si eras un desafecto al régimen de turno y habias molestado mucho, acababas en este agujero. Y por lo que nos dijeron, el numero de muertos era muy elevado. Imaginaos las condiciones, dos años sin ver la luz, en un túnel húmedo, mal comido y en semejante medio higiénico.
Y todo esto en Europa años veinte, la época del charlestón, del despegue económico, generación del 27 en españa....... y al mismo tiempo este tipo de calabozos inmundos.
He iniciado el hilo con lo de los crímenes asquerosos, que todos deseamos lo peor a los protagonistas de los mismos, pero cuando ves semejantes agujeros, ufffff..... que jodido puede llegar a ser lo peor, a veces, excesivo
Yo creo que la sociedad tiene derecho y obligación de defenderse de quienes se ponen al margen y pretenden destruir la convivencia, pero de ahí al ensañamiento hay un largo trecho
Bueno, vamos a cambiar de tercio, que ya estoy un poco pesado con el monte. En estos capitulos, no tocan risas. ¿Que porque no tocan risas?, pues por que para eso soy yo quien escribe.
Cada vez que ocurre un crimen nuestros queridos legisladores salen con lo de "no legislar en caliente". Si este delito es particularmente asqueroso (y mas si las víctimas son niños o personas indefensas) cualquier ser humano sentimos el deseo de coger la horca de sacar el fiemo del corral, sacarle el paquete intestinal al hijoputa de turno y quedarnos mirando su cara mientras se desangra. Pero esto siempre es en caliente, luego a cualquier persona nos repugna el sufrimiento ajeno, aunque sea del mayor de los criminales.
Una mañana en Bratislava. Capital de la republica eslovaca, famoso pais por ser la patria de Adriana Sklerinakova (gloriosa chica wonderbra, slurpssss slurpssss) y por nada mas. Poco que ver en este pueblo, eterno perdedor cultural frente a su hermanica Praga. No se como ni por que, vimos que se podia visitar una cárcel que habia estado en uso hasta principios del XX. Y como ya la mañana estaba echada, fuimos.
Estaba fuera de la ciudad. Imaginaos en la cima de una colina una especie de tunel ferroviario o cueva de grandes dimensiones. Esa era la entrada. Accedimos y la carcel era eso, un túnel. Yo creo que tenia unas dimensiones de unos ocho metros de ancho y cuatro de alto. Y muuuy largo y en pendiente hacia abajo. En un lateral, un pequeño regacho de unos treinta centímetros por treinta. Y como todo regacho que se precie de serlo, con un poco de agua que corria haca abajo. Y en ese mismo lateral, y cada cuatro metros, una argolla clavada en la pared.
Y esto era la carcel. Te condenaban a lo que fuese, seis meses, un año, dos..... y te traian a esta ergástula. Te ponian una cadena al tobillo y te encadenaban a la argolla. Y ahí te quedabas. Te tenías que lavar, hacer pis y hacer pos en el regato. Ya os podeis imaginar que los puestos privilegiados eran los del principio "arriba del regato", por que si te tocaba los de abajo, pues veías pasar las legañas, el pis y el pos de todos los demás reclusos.
Esta carcel no se utilizaba para presos comunes, era para presos politicos. Si eras un desafecto al régimen de turno y habias molestado mucho, acababas en este agujero. Y por lo que nos dijeron, el numero de muertos era muy elevado. Imaginaos las condiciones, dos años sin ver la luz, en un túnel húmedo, mal comido y en semejante medio higiénico.
Y todo esto en Europa años veinte, la época del charlestón, del despegue económico, generación del 27 en españa....... y al mismo tiempo este tipo de calabozos inmundos.
He iniciado el hilo con lo de los crímenes asquerosos, que todos deseamos lo peor a los protagonistas de los mismos, pero cuando ves semejantes agujeros, ufffff..... que jodido puede llegar a ser lo peor, a veces, excesivo
Yo creo que la sociedad tiene derecho y obligación de defenderse de quienes se ponen al margen y pretenden destruir la convivencia, pero de ahí al ensañamiento hay un largo trecho
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