jueves, 21 de marzo de 2013

Capitulo decimo séptimo "aeropuertos, parte uno"



Capitulo decimo séptimo "aeropuertos, parte uno"

Vuelo interno de Samarkanda a Taskent. Esta segunda ciudad fue totalmente destruida por un terremoto en 1966. Totalmente es totalmente; fue reconstruida por completo. Afortunadamente, y según informaciones totalmente creibles del politburó sovietico, hubo solamente que lamentar catorce muertos.

Bueno, a lo que vamos.

Sala de espera de un aeropuerto pequeño. La gente de estos paises son muy poco escandalosa, obediente y casi sumisa. Allí estabamos dos, esperando un vuelo con una hora de retraso. Ni una protesta por parte de nadie. Yo iba tan contento, nos habian dado billetes de primera clase. Se lo comente a mi compañero

"No seas melón. Todos llevamos billetes de primera clase"

No me había fijado y era cierto. TODOS los billetes eran iguales y de primera clase. Si señor. Uzbequistan airlines habia decidido que sus pasajes internos eran todos de primera clase. Primer ataque de risa

Anuncian el vuelo, salimos a la pista bajo un sol de justicia y accedemos a un Ilyushin IL-114-100. Por fuera tenia buen aspecto, pero por dentro parecía la tudelana de hace treinta años.

Tarda en despegar. Aparece un señor con un buzo azul, una caja de herramientas azul y una escalerilla. Mira un motor. Sacude la cabeza arriba abajo. Este gesto en Europa es "si", pero en asia central y rusia es "no". Segundo ataque de risa

Bajamos del avion a la pista, bajo un sol de justicia nos dirijimos a la terminal. Nueva horita de espera. Nadie se queja

Anuncian el vuelo, salimos a pista bajo un sol de justicia y accedemos a otro Ilyushin IL-114-100. Tambien parecia por dentro la tudelana, pero de hace veinte años.

Tarda en despegar. Aparece un señor con un buzo azul, una caja de herramientas azul y una escalerilla. Mira un aleron. Sacude la cabeza arriba abajo. Este gesto en Europa es "si", pero en asia central y rusia es "no". Tercer ataque de risa.

Bajamos del avion a la pista, bajo un sol de justicia nos dirijimos a la terminal. Otro rato de espera. Nadie protesta

Anuncian el vuelo, salimos a pista bajo un sol de justicia y accedemos otra vez al primer Ilyushin IL-114-100, al que le habian mirado el motor y el señor del buzo azul habia dicho no diciendo si. Esto ya no nos hizo ninguna gracia. Nadie protesta

Y llegamos a Taskent sin incidentes.

Ese dia eché de menos a D. Rafael Salinas Frauca, nuestro notario. Me hubiese gustado dictar mi testamento antes de volar

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